Malcolm no dijo nada, se recostó, estaba tan adolorido como cansado, pronto se quedó dormido víctima de los analgésicos y el estrés.
Ámbar miró por la ventana, los cielos de Mayrit estaban ennegrecidos, una tormenta parecía dispuesta a caer, en pleno invierno, no era una tormenta eléctrica, pero sí fría, a su mente vinieron muchos recuerdos del ayer, intentaba detenerlos, pero era imposible
«Recordó a su madre, caminando junto a ella en el campo, era solo una adolescente, y era día de solsticio de invierno
—Tu abuela solía decir que, en el solsticio de invierno, también era el solsticio de cosas imposibles.
—¿Cosas imposibles?
—Sí, ella decía que, era el día en que, las almas gemelas podrían encontrarse, y reconocerse, por un solo instante, es imposible que dos almas gemelas se recon
