Asiel termino durmiendose primero, Rita se quedó escuchando el susurro de la respiración de Asiel mientras las horas nocturnas se alargaban hacia el amanecer. Aunque tenía poco tiempo de haberlo conocido Rita sentía que Asiel se estaba adentrando a lo más profundo de su corazón y eso la asustó, ella podía pelear con un oso con sus manos desnudas, ella se enfrentaba a la muerte cada día y nunca había sentido miedo, ella era fuerte y lo sabía, sin embargo con sus sentimientos era otra cosa, ella nunca le había abierto su corazón a ningún hombre, nunca había dejado que llegarán demasiado lejos ya que todas sus relaciones terminaban de la misma manera, con ella abandonandolos y volviendo a su aldea. El tiempo para un guerrero Kiniry a veces era diferente, para ellos no corría tan rápido como