Asiel había intentado parecer que seguía desmayado todo el tiempo que había podido, sin embargo no le había servido de mucho, a la mañana siguiente uno de los bandidos los despertó lanzandole un cubo con agua encima, el agua había estado tan fría que Asiel se había levantado de golpe, aquel bandido sonrió mostrando todos sus dientes podridos, una sonrisa verdaderamente grotescas y le dijo. _ Por fin despertó el principito de los mercaderes. Asiel siempre había odiado ser llamado de esa manera y proviniendo de aquel hombre aún más. Su padre tenía tanta fama como mercader que algunos lo habían comenzado a llamar el rey de los mercaderes ya que poseía casi todas las rutas de comercio en varías ciudades no solo en Bratis. Por lo consiguiente Asiel fue llamado príncipe de los mercaderes ya qu