Sexo, Pasión ¿Amor?

Capítulo 5: "Sexo con el jefe" (Actualización)

Sus labios ¡Oh esos maravillosos labios!

Sus besos son fuera de este mundo, escucho la puerta principal cerrarse; no se que está pasando pero algo me impide parar. Siento una bola de fuego formarse en mi vientre mientras se contrae, mis dedos se deslizan en las hebras de su cabello n***o cuál carbón. No podemos dejar de besarnos; es imposible.

Siento las yemas de sus dedos en mi piel, la cual siento que hierve por su tacto, como si su sola presencia fuera la que me mantiene con vida, mi v****a comienza a palpitar y siento los fluidos comenzar a salir. Sus manos se dirigen a mí trasero, el cuál recibe azotes que me hacen gemir de placer.

-Ay- gimo cuando comienza a adentrar su mano sobre mi bata de baño. Pero aún así decido devorar sus labios, los muerdo y disfruto de la mezcla de nuestra saliva y en lugar de darme asco.

¡Me excita!

Es lógico que cuándo estás al tope de la excitación todo te parece sexy. Sus manos comienzan a deshacer el nudo de mi bata, mientras yo no pierdo el tiempo y comienzo a quitarle su camisa.

Siento la suave tela de la bata y me separo unos centímetros de él. Su mirada penetrante me hace sólo desatar mi cabello, así que quito la pequeña toalla de mi cabello y las ondas secas se hacen presente cayendo por debajo de mis senos pequeños y desnudos.

-Eres hermosa, tan sexy y sensual, ¡eres una diosa! - susurra acariciando mis hombros

. Mi respiración se agita y me contraigo al sentir sus caricias.

-¿Porque eres tan hermosa?

-Yo no lo se -gimo al sentir su mirada sobre mis senos.

Con sus manos los acaricia y de repente su boca comienza a lamerlos, sus dientes muerden mis pezones. De repente siente un bulto sobre su vientre, lo cuál hace que me moje más .

-¿Ves lo que provocas?- me pregunta mientras sigue mordiendo mi pezón-No sabes cuántas veces tuve que ir al baño y masturbarme pensando en ti.

Sin pensarlo dos veces decido enredar mis brazos sobre su cuello y comienzo a devorar sus labios.

Mis manos ansiosas buscan deshacerse de la cremallera de su pantalón y cuando lo logró comienzo a masturbarlo observo su cara de placer. Siento su m*****o palpitar se siente caliente.

Al parecer nota mi desesperación y termina de desvestirse. Comienzo a arrodillarme y meto su gran pene en mi boca, es grande, largo y grueso. Mi lengua lame y chupa cada una de las venas del m*****o.

Jala de mi cabello y me hace mirarlo, yo continuo chupando y lamiendo cada parte del pene, cuando me doy cuenta mete y saca con fuerza su pene, gimo de placer y dolor.

Mi boca duele, mi saliva comienza a mojar mi cuerpo, mi jefe suelta mi cabello y puedo respirar de nuevo. Se agacha hasta quedar a mi estatura; me extiende su mano y la tomo. Me levanta y me carga hasta llevarme a la habitación, mente se encuentra nublada, no puedo pensar con claridad.

Ambos nos acostamos sobre la cama, comenzamos a besarnos , uno de sus dedos se adentra en mi v****a, saca su dedo, me acomodo sobre su pecho mientras siento su m*****o duro, rápidamente sus dedos entran y salen de mi cavidad vaginal, chillo de placer y muerdo su hombro.

-Estas muy mojada- susurra dando me nalgadas, grito pidiendo más azotes, el placer se hace presente en lugar del dolor. Mis gritos se escucharan por todo el edifico, pero en estos momentos no me importa que me escuchen los vecinos. Sus dedos recorren cada parte mi cuerpo.

Observo sus ojos.

Grises contra cafés.

Una vez que dejó de sentir sus dedos sobre mi v****a, hace que me siente sobre su erección. Pero antes de hacerlo le dedicó una mirada a lo cual él entiende.

-De acuerdo ahora si no tengo ningún preservativo- comenta mientras cierra los ojos en señal de enojo.

-¿En serio?- comentó arqueando mis cejas-Por suerte tengo algunos- comento bajandome de su cuerpo y alargando mi brazo hasta abrir el cajón dónde se encuentra una pequeña caja con preservativos.

Cuándo do estoy sacando la pequeña caja, el golpe en mi nalga me hacer gemir de sorpresa. Observo a mí jefe y él sólo me regala una mirada de triunfo y sensual, saco los condones y se los extiendo.

-Toma, hay ocho preservativos - abre uno y sólo comenta:

-Son suficientes para está noche.

Mi rostro debe ser un poema, él sólo sonríe, y me besa. Sus besos son perfectos.

Deposita su cuerpo sobre el mío, su m*****o sigue estando muy duro.

¡Lo quiero ya!

Nota mis ansias y comienza a ponerse el preservativo en su enorme pene sólo lo observo y se acer a mí. Me toma de las manos, para evitar que me mueva. Hace tiempo que no había tenido relaciones, eso después de que termine con mi ex novio Marcos.

Pero no se me hace difícil, debido a que estoy lubricada y con mucho placer. Su m*****o se hace camino en mi v****a, gimo de placer, mete y saca su pene de manera lenta para que pueda acostumbrarme a su tamaño.

-Por favor - gimo desesperada, necesito que sea rudo.

-¿Qué quieres?- me pregunta mordiendo el lóbulo de mi oreja- Dime que quieres- gruñe entre dientes mientras muerde mi pezón. Me toma de sorpresa.

-Necesito que seas duro conmigo, quiero que sea salvaje.

-¿Así?- pregunta mientras sus penetraciones son más duras y profundas. Me tortura al principio lo hace de manera brusca y después suave y vuelve a ser rudo -Ponte en cuatro- me exige con voz aún más ronca de lo normal.

Hago lo que me pide, mi trasero queda a su disposición y por el rabillo de mi ojo, observo que se quita el preservativo y usa otro nuevo, todo esto lo hace mientras observa mi cuerpo.

Se acomoda justo detrás de mi, azota mi trasero y sus dedos se aferran a mí pequeño cuerpo. Me penetra con fuerza tanto que hace que mueva mi cuerpo hacia adelante. Me aferro a las sábanas.

¡Esto es lo maximo!

¡Esto es perfecto!

Mi cuerpo tiembla y siento entumidas mis piernas. Mi orgasmo está apunto de llegar. Me contraigo y chillo de placer. Tiemblo después de llegar a mí aclamado orgasmo.

Mi jefe gruñe mientras también llega a su orgasmo. Me acerca a él , me recuesta sobre su pene, acaricia mi cabello y cierro los ojos.

-Nos espera muchas noches juntos-comenta antes de que caiga rendida.