Capítulo 4: Reunión de amigos. (Actualización)

1781 Words
Entro molesta a mi pequeño departamento y comienzo a guardar la despensa en las alacenas correspondientes, mi perrita se acerca con un poco de miedo, rápidamente comienzo a servirle de comer a mi mascota que degusta su comida. Agarro mi bolso y voy directo a mi habitación, la tiro en el suelo y me siento sobre la cama, gruño molesta. -¡Maldito! - gruño y me acuesto sobre mi lecho, mi jefe descontroló cada parte de mi cuerpo, mi v****a se siente caliente y siento cómo mis fluidos se hacen presentes. -Necesito placer- chillo y comienzo desprenderme de mis prendas. Noto como mis pezones se vuelven más duros comienzo a tocarlos, el placer se hace presente en mi sistema. Abro mis piernas y mis dedos pasan por mis labios vaginales, concentrándome en mi vulva, escucho los sonidos de la fricción en mi zona intima con mis dedos, meto dos dedos en lo mas profundo de mi cavidad vaginal. Comienzo a masturbarme con fuerza y chillo de placer; mi cuerpo se agita mientras se contrae; llego a mi aclamado orgasmo. Mi pecho sube y baja rítmicamente. Mi respiración comienza a ser normal. Cierro mis ojos y me dejo llevar.... Escucho el sonido de llamada en mi celular; abro mis ojos, busco mi bolsa y aún desnuda lo encuentro, respondo la llamada de mi amigo Richard, el es un gran amigo de Agnes y mío. Los tres nos conocimos en el salón de belleza de él, que apenas estaba iniciando. -¡JOHANA! - instantáneamente alejo el aparato de mi oído ante la ruidosa voz de mi amigo. -¡Richard! ¿Acaso quieres dejarme sorda? Te escucho con claridad, no es necesario que grites. -Si, como digas, ven al club de siempre ¡Ahora! Hoy es viernes de fiesta. No lo pienso dos veces, necesito relajarme y disfrutar de los hombres, necesito sexo. -¡Enseguida voy! - cuelgo la llamada y corro en dirección al baño, entro a la ducha y comienzo a lavar mi cuerpo, me dejo llevar por el aroma de mi shampoo junto con el acondicionador. Después de quincena minutos salgo de la ducha envuelta en una toalla, mi perrita comienza a correr por mi habitación bosteza y duerme a un lado. Busco mi ropa una falda negra corta y entubada, junto con un top plateado y unas zapatillas altas color n***o, busco una bolsa pequeña y meto mi celular, dinero, tarjetas un poco de maquillaje. Comienzo a maquillarme, aplicar mi perfume, cuándo estoy lista voy a la cocina y bebo un vaso de agua. También dejo agua y comida a Kira; pero lo más probable es que se la pase durmiendo. ************************************* La música se encuentra a todo volumen mis oídos zumban, ubico las figuras de Agnes y Richard, me acerco a ellos y nos abrazamos, más que nada con nuestro amigo ya que Agnes y yo siempre nos vemos en el trabajo. El lugar es muy bonito, claro que también hay salas VIP; pero eso no impide que todos se diviertan. Pedimos nuestras bebidas y comenzamos a platicar. -Pensamos que no vendrías ¡Tardaste en llegar! – exclama Richard bebiendo de su cerveza. -Digamos que estaba un poco ocupada necesitaba darme amor, además ¡No me perdería esto!- señalo el lugar y los tres brindamos. De un momento a otro nos encontramos bailando en la pista, mi mente se activa y siento la mirada de alguien sobre mi persona. Sigo bailando disfrutando la noche, pierdo a mi amiga; pero la observo besándose con un chico bastante atractivo debo admitir y Richard esta coqueteando con un chico. Camino hacia la barra a pedir otra bebida, solo llevo dos así que no me siento tan ebria algo que agradezco ya que debo estar en mis cinco sentidos. Bebo de mi bebida y alguien toca mi hombro me tenso al instante y giro mi mirada hasta la persona y me encuentro a un sonriente Arturo Fontana. -¡Sabia que era usted! - yo le regalo una sonrisa, lo saludo de manera amigable- Pensé que me había equivocado de chica; pero eres tú definitivamente. -Es una sorpresa que concediéramos en el mismo lugar- susurro cerca de su oreja, debido a la alta música del lugar, comienzo a agarrar un mechón de mi cabello y lo pongo detrás de mi oreja. -Debo admitir que se ve realmente hermosa señorita Monroy- la forma en que pronuncia mi nombre me vuelve loca, realizo un ademan con mi mano y él solo ríe. -Gracias señor Fontana- susurro amable, el hombre suelta una carcajada ligera y niega con la cabeza, mientras toma el dorso de mi mano y deposita un suave y ligero beso que apenas pude notar. -Por favor tutéame- me regala una sonrisa y me jala una silla para poder sentarme sobre la barra el bartender nos atiende- Yo quiero un tequila y para la señorita ¿Qué prefieres Johana? -Un mojito está bien, gracias- el chico realiza nuestros pedidos, platicamos animadamente y reímos, pero tengo una sensación. Siento que alguien me está observando. -¿Te gustaría bailar?- acepto al instante y nos dirigimos a la pista, visualizo a mis amigos, pero me concentro en el hombre que esta frente a mí; es un hombre atractivo no tanto como el señor Black. -Bailas muy bien- yo niego con la cabeza, y sigo sintiendo una mirada penetrante en mi espalda. - ¿Estas bien? Te noto un poco pálida- toma mi rostro y me doy cuenta de que estoy temblando. -Si, solo necesito ir al baño- comento y me dirijo a las escaleras que llevan directo al baño, debo admitir que no es un sentimiento malo, sino bueno pero el hecho de que me observen me provoca un poco de nervios o hasta excitación. Lo único que debo hacer es relajarme. Una vez que llego hasta los baños, me doy cuenta de la gran fila que hay, eso sin contar a las personas que están esperando una habitación. Llevo diez minutos esperando, a este paso tendré que ir al baño de caballeros; varios hombres pasan y observan a las mujeres por debajo de sus cortos vestidos y diminutas faldas o falta de escotes, pero también ellas buscan las forma de que las observen. ¡Dios! No es un comportamiento de apareamiento. -Johana- escucho que alguien pronuncia mi nombre y reconozco la voz de Arturo- Vaya si que hay mucha gente ¿no?. -Lo sé- suspiro- Ya me desespere. -Venia a decirte que me surgió un imprevisto, no es nada grave, pero es algo que debo atender del trabajo y es importante que lo tenga para mañana. -Pero mañana es sábado- comento el ríe y aparta un mechón de mi cabello.-Lo sé, pero es algo sumamente importante. -Entiendo- suspiro. -Espero vernos pronto- deposita un beso en mi mejilla y observo como se aleja. Maldición mi oportunidad de coger se arruino, una vez que llega mi turno para entrar al baño, lo primero que hago es hacer mis necesidades y una vez que termino. Comienzo a retocar mi maquillaje, vestuario y cabello. Cuándo salgo del baño, choco con un pecho duro y firme, y el embriagante olor del perfume me hace salir de mi trance. Alzo mi mirada y me encuentro con las facciones de mi jefe. -Señor Black- tartamudeo un poco nerviosa- Lo siento- susurro apenada. -No se preocupe señorita Monroy- ¿Viene sola? ¿Desdé cuando le preocupo? - Vine con unos amigos señor- comento un poco frustrada, no se porque le doy explicaciones. -De acuerdo- sonríe de medio lado, simplemente me observa, me pongo nerviosa y al parecer lo nota-Que disfrute su fin de semana -Gracias, igualmente señor- me alejo de ahí lo más pronto. Después de lo que paso esta tarde, actúa como si nada pasara. ************************************* Mis amigos se fueron hace una hora y decidí quedarme otro rato, saco mi celular y visualizo la hora las 03:30 a.m. bufo, pago mi bebida y comienzo a caminar hasta la salida, tengo sueño, cuándo salgo trato de buscar un taxi, pero es imposible. Escucho la voz de mi jefe mientras apaga su cigarro, nunca había visto esa faceta de él.-La llevo a su casa- me dice, yo niego la oferta- No le estoy preguntando, dije que la llevo a su casa. Además no me parece que una mujer joven este a altas horas de la noche y sola. - bueno eso es un buen punto- Por favor sígame- Lo sigo y cuando observo su auto, simplemente me abre la puerta y me adentro. El camino se siente tenso, simplemente me limito a observar el paisaje, la música de Frank Siniatra se hace presente. Suspiro y cierro los ojos me dejo llevar por el sonido de la canción. - ¡Ya llegamos! - me dice mientras apaga el motor. - ¿Qué? ¿Tan rápido? - susurro un poco cansada. -Decidí tomar un atajo, debido que se encuentra muy cansada. -Entiendo- le regalo una sonrisa amistosa, que estoy seguro de que parece una mueca, debido que note un brillo de diversión en su rostro. -Muchas gracias señor Black. -No fue nada- noto una leve sonrisa que desaparece rápidamente- la acompaño hasta la entrada- asiento y me bajo del auto antes de que me abra la puerta, noto su enojo, pero lo ignoro, acomodo mi bolsa sobre mi hombro y busco las llaves de la entrada principal. -De nuevo le agradezco que me trajo a mi departamento. -No hay de que- comenta de manera fría. Nos quedamos unos segundos sin decir nada y rápidamente decido entrar al departamento, me muero de sueño. -Que tenga un buen fin de semana- comento adentrando la llave en la cerradura y entro al departamento. -Señorita Monroy- me giro al escuchar su voz, se nota nervioso, es algo raro en mi jefe, ya que siempre es seguro de si mismo. -Yo- me observa y espero que me diga algo referente al trabajo- Yo solo quiero decirle- suspira y se mantiene firme- Que tenga un buen fin de semana. -Gracias- ahora si entro al departamento y saludo al portero- Buenas noches señor Gutiérrez. Aúnque es de madrugada- rió y me imita. -Que descanse señorita Monroy. -Gracias. Una vez que llego a mi piso, abro la la puerta, suspiro, evito hacer demasiado ruido y camino hacia mi habitación. Observo a Kira dormir plácidamente y sonrió, me quito la ropa y me desmaquillo, me doy un baño rápido. Cubro mi cuerpo con la bata de baño, escucho el timbre persistente, cuándo abro la puerta me encuentro con mi jefe. -Señor Black ¿Le puedo ayudar en algo? - simplemente se abalanza sobre mis labios; poso mis brazos sobre su cuello.
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