Matrimonio

1663 Words
—¿En dónde demonios te has metido Rosario? Sebastián está organizando algo que no te esperas como tal y da casualidad que ahora mismo el chofer le ha indicado que lo enviaste de regreso a la mansión, seguramente está a punto de comunicarse contigo. —¡Maldito chofer! Solo deseaba encontrar algo de placer alejado de todo este teatro, pero no te preocupes que estoy a punto de regresar al spa, cuento con mi cuartada perfecta para hacerle creer el porqué de mi negativa a atender su llamada, ahora quiero que me des la información que sabes al respecto ¿Qué es eso que está planeando el imbécil de Sebastián? —No te lo diré Rosario, eso lo averiguaras por tu parte, mi deber es solo prevenirte de lo que Sebastián está a punto de hacer contigo, no te demores en regresar a ese lugar antes que al señor se le dé por llegar por ti. Rosario se despidió de su amante y se dirigió de regreso al spa a la espera de Sebastián, pero no fue precisamente el empresario que se presentó en el lugar, debido a que ese mismo día estaba previsto que se diera la propuesta de matrimonio en su residencia, a lo cual Sebastián contrato servicio exclusivo de banquete y con solamente 5 invitados, la celebración de compromiso de matrimonio se llevaría a cabo. —¡Por fin todo lo que Sebastián posee será solo mío! —Exclamó Rosario al momento de observar como una limosina llego por ella al Spa, desde ese momento las sospechas en su mente quedaron completamente resueltas, no existía otra explicación por el cual Sebastián se comportará de esa manera, no consiguió esperar un poco más, se vio literalmente obligado a tomar esa decisión que de igual manera podría ser considerado el día en el que Sebastián también estaba tomando la decisión de morir, ¡Tal cual lo menciono Melquiades! La limosina en la que se conducía Rosario, se detuvo justo en una de las tiendas de ropa exclusiva y de marca reconocida, fue recibida inmediatamente por agentes de moda que la conducirían para que esa noche Rosario quedara impecable, ¡Era su noche, era su momento de coronación y tendría que vestirse como toda una reina! El rojo carmesí era sin duda el color que más resaltaba en la piel blanca y exquisita de Rosario, por lo que al observar el único e inigualable vestido rojo fuego carmesí que se encontraba en exclusivo en la tienda, fue la prenda que llamo poderosamente su atención, sin embargo le recomendaron que utilizara un vestido de menor corpulencia y un color más opaco, ¡Situación a la que no estuvo en lo absoluto de acuerdo! —¡He decidido que ese vestido es el indicado para esta ocasión! Poseo alma de fuego, por lo tanto mi exterior debe mostrar lo que por dentro soy, ese vestido es más que perfecto para mí. Los agentes de modas no continuaron insistiendo y optaron por acceder, sin duda alguna se le veía ese vestido a Rosario como la reina que deseaba ser, literalmente podría mencionarse que no existía mejor vestido para Rosario que ese que estaba esperando por ella. La llegada de Rosario fue despampanante, la atención de los presentes en la mansión no se hizo esperar, las miradas de los socios de Sebastián no daban crédito a la belleza de Rosario, lo que al instante el CEO la recibió entre sus brazos con algarabía y el fuego de ese amor que decía sentir por Rosario. Rosario se le acercó al oído y preguntando con supuesta cierta incertidumbre sobre el motivo de la fiesta o recepción que se estaba ejecutando en la mansión. —¿Qué es todo esto cariño? No mencionaste que esta noche existiera algún motivo que desconozco para celebrar, por lo que me causa sorpresa todo lo que está sucediendo. —Sinceramente deseaba que nuestro compromiso fuera un tanto más privado, pero así mismo deseaba que los amigos y socios más cercanos se dieran cuenta de nuestro real compromiso, que no es solo un juego o teatro, así que por favor acompáñame a la mesa y disfrutemos esta velada que aún me falta por entregar una sorpresa aún mayor. Rosario no tenía una sola duda al respecto, todo estaba más que claro y el sobre aviso de Melquiades le sirvió para estar a la altura de las circunstancias, pareciera ser un sueño más que deseado y dorado para cualquier mujer en la vida, pero para Rosario solo era el fruto de su esfuerzo por alcanzar lo que no estaba dispuesta a perder, por lo que para ella solo se trataba de negocios y deseos de convertirse en la dueña del centro de modas y la dueña de la fortuna de los Ríos. —¡Melquiades! ¿Qué haces aquí? No te vi desde que me hice presente. —Me encontraba resolviendo algunos asuntos Rosario, pero me alegra que todo este perfecto según a tus deseos ¿Dónde es que dejaste a Sebastián? —Hace unos momentos se encontraba por aquí, pero uno de los socios se lo llevo al jardín, así que puedes contarme con detalle lo que aún no puedo ver. —No Rosario, prefiero que eso lo veas con tus ojos, mientras tanto mantente alerta porque Sebastián no puede observarnos conversando así de cerca, para ser muy honesto contigo, sospecho que Sebastián aún tiene un par de dudas contigo, así que es mejor evitar que esas dudas se vuelvan en tu contra. Para Rosario era demasiado preocupante el hecho que Melquiades le pronunciara ese tipo de situaciones, por lo que decidió por apartarse y dirigirse hacia el jardín donde se encontraba Sebastián, pero el momento comenzaba a llegar y Sebastián la recibió para luego llamar la atención de los presentes. —¡Por favor acérquense! Creo que ha llegado el momento oportuno y directo de la noche, por lo que deseo que mi amada prometida como la reina que es, me permítame este momento especial que seguramente durara para el resto de la vida. Rosario se sonrojó y mostro ese lado tímido y sin vergüenza que era capaz de mostrar sin un pelo de esfuerzo. —Rosario amor de mi vida, ¡Imagine que este día no iba a suceder como tal, pero llego! No te puedes imaginar la sensación que hay en mi corazón esta noche y que mejor que celebrar este momento especial con las personas más cercanas a mi círculo de amistades y socios comerciales, esta noche Rosario deseo que abras tu corazón y me respondas desde los más profundo de tu ser, ¿Deseas casarte conmigo? Rosario estallo en lágrimas al escuchar la propuesta de matrimonio de Sebastián, los socios comerciales comenzaron a aplaudir el momento y esperaban con ansias las respuesta de Rosario que tardo un poco más de dos minutos por las lágrimas que estaba derramando. —¡En verdad lamento mucho esta escena! Pero me causa una enorme impresión lo que está sucediendo, ¡Jamás imagine que esto se presentara! No me siento aun preparada para esta situación y no sé si podría salir del shock en el que me encuentro, pero tú también eres el amor de mi vida y eres el hombre que cualquier mujer merece en la vida, siento que estoy usurpando un lugar en tu universo, pero por todo el amor que siento hacia ti, ¡Por supuesto que acepto ser tu esposa Sebastián! —Eres una hipócrita Rosario. —Exclamó Melquiades al escuchar mencionar las palabras de Rosario, apartándose del lugar y dejando que la falsedad que se respiraba, circulara entre los presentes. Más tarde, después de la velada. —Disculpa que lo pregunte mi amor, pero me causa curiosidad, ¿Para cuándo fijaremos la boda? Porque así tendré tiempo para organizarme y entonces deshacerme del departamento y mudarme obviamente después de la boda. —Precisamente es por eso que no puedo esperar Rosario, la boda se llevara a cabo la otra semana y tu hombre de confianza Melquiades, ya se está haciendo cargo de los detalles. No cabía de la felicidad Rosario en la habitación, se entregó al deseo y la pasión como hasta ahora nunca antes imagino hacerlo, ¡Tanto que Sebastián no salía del placer que Rosario le provoco esa noche de su compromiso de boda! —¿A qué se debió la reunión esta noche en la residencia de Sebastián? —Preguntó la esposa de uno de los socios comerciales de Sebastián. —¡Nada que se tratara de negocios! Más bien el idiota de Sebastián se comprometió en matrimonio con esa modelo con la que ha estado saliendo. —Entonces ahora si es cierto que le pego fuerte eso de la soledad, me imagino a su edad y sin una esposa en su vida y sin hijos, es normal que ahora comience a darse cuenta que necesita dejar al menos un heredero. Pero la pareja no se encontraban solos, a unos escasos metros, exactamente en la parte de las gradas de su residencia, el hijo de la pareja escucho la conversación, misma que al escuchar se regresó de inmediato hacia su habitación para provocar una llamada que a su parecer era más que importante. —¿Qué ha pasado Samael? ¿Por qué llamas a esta hora? —¡No vas a creer de lo que me acabo de enterar Júpiter! —Exclamó Samael al momento que Júpiter atendió la llamada. —Pero cuál es el misterio, ¿Qué sucede? Habla de una buena vez. —¡Sucede que me acabo de enterar por boca de mi padre, que tu padre se acaba de comprometer en casamiento con la tal Rosario esa! —¡¿Estás seguro de lo que me estas contando?! —Mi padre se lo confirmo a mi madre con lujo de detalles, la boda es la otra semana. —¡No puedo permitir que mi padre se case con esa mujer Samael!
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