El Comienzo

2069 Words
Desde ese punto exacto. Sebastián Ríos, quedo impresionado por la manera en la que Rosario manejaba la pasarela sin temor alguno, la presencia de Rosario era más que imponente y la belleza derrochada era excepcional desde cualquier punto de vista, siendo ese el comienzo de Sebastián Ríos con la mujer que lo haría caer y entregarse por completo a lo que consideraba que nadie podría llegar a convencerlo de dejar su vida de soltería que hasta ese momento había estado llevando por el placer de salir con cuanta modelo se encontrara en su camino, literalmente Rosario se convirtió en su perdición. Las negociaciones comenzaron de inmediato y Alfredo no ignoro por un segundo la oferta que Rodrigo le mostro al día siguiente de su primer encuentro para negociar los términos sobre la contratación de Rosario para la nueva imagen de perfil bajo en la empresa de Sebastián, algo que para Alfredo era más que un hito histórico para sus bolsillos ¡No siendo exactamente así para Rosario la extravagante y arrogante Alma de fuego! —¡Hay algo muy importante que debo mencionarte Rosario, espero no te sorprendas! Rosario aun no sabía nada al respecto, por lo que su rostro se transformó en desconocer por completo la manera en la que Alfredo estaba actuando con ella en ese momento, frunciendo el ceño y llevando a sus hermosos labios rojos un cigarrillo. Rosario exclamo. —Me parece muy extraño de tu parte que andes realizando negocios debajo de la mesa en mi contra, aunque creo que en esta vida cualquier cosa se puede esperar de cualquier persona, pero dime, ¿Ahora qué es lo que tienes para decirme? Alfredo por un instante sospecho que Esteban le menciono sobre la cifra que recibió para que Rosario pasara la noche con ella en la cita anterior, sin embargo Rosario no menciono nada en lo absoluto, era más la curiosidad de llegar a saber lo que le daría a conocer Alfredo. —Ciertamente debo mencionarte que son días de cambio Rosario y sin lugar a duda este es el más importante, debido a tu increíble presentación en la pasarela el día del festival, se me acercaron varios ejecutivos y entre ellos el de “Elíseos parisinos” El sentido de ánimo de Rosario cambio por completo, era lo que ella definitivamente estaba esperando aunque no precisamente con los términos que Alfredo le expuso luego de haber mencionado dicha noticia. —¡No te puedo creer lo que dices! Eso quiere decir que puedo contar con que me has conseguido un excelente contrato en la empresa de moda de ¡Sebastián Ríos! —No tan aprisa Rosario, eso no quiere decir que seas parte en este momento del elenco de modelos de la empresa, solo desean conocerte y hacerte unas pruebas, si pasas el control de calidad que ellos manejan, entonces podrás ser parte del elenco de modelos que actúan como candidatas a representar las tiendas de moda de la empresa, algo así como edecán exclusiva de la marca. —¡Maldita sea Alfredo! ¡¿Cómo pretendes que después de consolidarme como la cara de la empresa de Esteban, ahora tenga que conformarme con ser un edecán barato!? Eso sí es denigrante Alfredo, ¡No estoy dispuesta a aceptar esa propuesta! Aunque definitivamente no era lo que Rosario esperaba, el asunto por el momento de Sebastián era solo sacar provecho de Rosario “aparentemente” para salir con ella, denigrarla como acostumbraba con el resto de edecanes y luego deshacerse de ella, ¡Sin esperar lo contrario! —¡No lo tomes a mal Rosario! No sé porque causa, pero Esteban accedió al contrato con la empresa y te dejaran ser el rostro de Carmesí, pero así mismo edecán de Elíseos Parisinos, desde mi punto de vista no suena nada mal. Todo eso se debía a la negociación de Rodrigo de entregar tres modelos VIP a cambio de llevarse a Rosario y aun permitiéndole quedarse como el rostro de campaña de Carmesí, era un trato insuperable para Esteban que no dudo en aceptar. Las masas de los negocios debajo de la mesa no dejaban de existir y seria el diario vivir de Rosario desde entonces, desde que ella también se acostumbró y aprendió a manejar los negocios por debajo de la mesa con dinero extra para comprar los favores de cientos de empresarios en un futuro no muy lejano para Rosario. Luego de pensarlo por un buen tiempo, habiendo dejado a Alfredo con la palabra en la boca y esperando la respuesta de Rosario, ella regreso con otro cigarrillo en sus labios y una copa de vino en su mano, que al instante de estar frente a Alfredo, derramo el vino en el rostro de Alfredo y entonces le hizo saber su punto de vista. —Debería no solo derramarte esta copa de vino, sino que también debería quebrar en tu cabeza la botella entera, ¿Me desagrada? ¡Más de lo que puedas imaginar! Pero déjame decirte que estoy dispuesta a aceptar por y con una sola condición, ¡Exijo una reunión con Sebastián Ríos! Creo que necesita conocerme más de lo que podría creer ese engreído imbécil. —Lo intentaré, más no te prometo nada al respecto. Tras una semana en conversaciones. Alfredo no lograba conseguir dicha reunión, pero Rodrigo le insistía que Rosario debía estar presente para firmar el acuerdo y que posiblemente ahí podría darse el encuentro que Rosario exigía, así que Alfredo se lo hizo saber a Rosario y ella inmediatamente accedió a presentarse a la empresa, misma que al momento de ingresar, exclamo en su pensamiento. —Esto algún día será mío y no dudo en que así sea. —Para Rosario parecía no haber existido el no rendirse, pero sin duda era una batalla muy difícil de pelear y Sebastián no era un tipo fácil de convencer hasta ese momento. Rosario se hizo presente a la oficina de Rodrigo que la recibió con la mayor atención posible, hasta que entonces ella menciono. —Tenía entendido que sería el CEO de la empresa quien me haría firmar el contrato y no usted, o seguramente es otra informalidad en la que incurren. Para ese momento en el que termino de pronunciar esas palabras, se escuchó tras sus espaldas. —¡Lamento haberla hecho esperar señorita Rosario! —En efecto era Sebastián, a lo que Rosario respondió fríamente y sin temor alguno por estar frente al CEO de la empresa de moda más importante. —Señor Sebastián Ríos, no es para que usted lo sepa, pero realmente me molesta que las cosas no se realicen como lo han prometido desde un principio, así que entenderá que las formalidades son muy importantes para mi persona, caso contrario no estaría aceptando firmar con usted, aunque mi punto de vista difiere con su propuesta. —Muy interesante señorita Rosario, hasta el momento nadie se atrevió a refutar mis decisiones, entonces ¿Qué es lo que usted tiene para decir en torno al contrato ofrecido con su representante? Firme en sus palabras, la modelo Rosario no se dejó intimidar por Sebastián y mostro carácter, fortaleza y el orgullo que nunca la abandonaba en lo absoluto, una mujer como Rosario ¡Muy pocas en verdad! Pero de igual manera ese tipo de mujeres parecían ser aún más peligrosas que cualquiera que no lo notara a simple vista, la belleza de Rosario era un don natural y su orgullo le brindaba ese toque especial en su vida, la hacía verse aún más poderosa de lo que en verdad podría llegar a ser, por lo que tras la pregunta de Sebastián, la modelo se permitió responder mientras dirigía sus manos hacia la corbata del CEO en presencia de Rodrigo. —Señor Sebastián, la verdad es que me siento muy ofendida con la clase de contrato que usted me ha enviado a ofrecer, ciertamente no contare con un catálogo o historial exclusivo, pero no podre aceptar su oferta si por lo menos no soy la cara del catálogo de las 12 modelos exclusivas de este verano que se aproxima, lo que eso quiere decir que tiene exactamente seis meses para pensarlo, para cuando lo resuelva, ¡Entonces me busca! Sin otro inconveniente, procedo a retirarme, ya conocen a mi representante. Sebastián se quedó con la sensación justo en su corbata y la presión que Rosario impuso en ese momento, fue más que descomunal para los dos ejecutivos de alto nivel en la oficina, lo que antes de que Rosario saliera de la oficina, Sebastián la tomo por el brazo y exclamo. —¡No se retire señorita! Tiene toda la razón en cuanto haber ofrecido un contrato tan inapropiado para una mujer como usted, en todo sentido, para comenzar en la empresa, permítame ofrecerle estar dentro de las primeras 30 modelos de la empresa, eso significa que usted podrá participar en todas las pasarelas de esta temporada y aunque no puede directamente ser el rostro de la compañía, puede tener la certeza que su rostro aparecerá en cada rincón de este país. La oferta comenzó a ser un poco más interesante para Rosario, pero la toma del brazo le resulto un tanto más atrevido y de inmediato supo Rosario que el CEO Ríos, sentía mas atracción por ella de lo que esperaba, ¡Obviamente no era el gran contrato! Pero sin duda mejoro y mucho la propuesta inicial. —¡En ese caso señor Ríos! Creo que nos podremos entender de mejor manera, asi que me imagino que para usted es muy valioso que ahora me encuentre en sus filas, de lo contrario no habría soltado a tres de sus modelos VIP a Esteban de la competencia ¿Cierto? Por lo que ¿No cree usted que merezco entonces tomar el lugar de una de ellas? Sebastián reacciono con una sonrisa a medio labio en su rostro, para entonces dirigirse hacia el escritorio y autorizar a Rodrigo lo que Rosario le hizo ver en ese momento. —¡Rodrigo! Prepara el contrato VIP para la señorita Rosario, creo que ya hemos cubierto una de las tres plazas vacantes, aunque señorita Rosario, no puedo ofrecerle el mismo sueldo que una de ella, tiene que comprender que ellas llevan años aquí y se han ganado el sueldo a pulso, así que comenzara con el sueldo de una de las 30 modelos que la preceden ¿Está de acuerdo? Es lo mejor que puedo hacer por usted en este momento. —Me sirve por el momento señor Ríos, aunque puede estar más que seguro que me ganare algo más que un sueldo a pulso, ahora si me lo permite, me retiro y me envía el contrato por correo electrónico. Sin más que decir el orgullo de Rosario se fue con ella, dejando en la oficina esa presencia de su cuerpo, mismo que Sebastián comenzó a imaginarse en su pensamiento, mismo que Sebastián comenzó a preguntarse. —¿Cómo es que existe esta mujer? Algo tiene que esconder para ser así de pretensiosa y orgullosa, no cualquier mujer es así de arrogante como esta. —Entonces la curiosidad comenzó a llenar el pensamiento de Sebastián, lo que provoco que se entusiasmara por conocer el pasado de Rosario, no sin antes recibir una advertencia de parte de Rodrigo. —¿Cómo es posible que aceptaras esa situación Sebastián? No puedo decir o predecir en lo que estarás pensado con esa mujer, pero considero que no es muy buena idea que te involucres con ella, hasta el momento no ha existido una mujer que te derrumbe amigo, pero Rosario es muy diferente y algo me hace sentir que no deberías estar o probar algo con ella. —Pueda que tengas razón Rodrigo, pero sinceramente es algo que me excita de esa mujer, el misterio que la rodea, ¿Por qué será que se siente como si fuese un misterio su vida? —¡No me vengas a decir que ahora esa mujer te está volviendo loco Sebastián! ¿Cuándo una mujer hacer eso en tu persona? Te desconozco por completo. —No estoy precisamente loco Rodrigo, solo que no creo que esa mujer deba estar en otro lado que no sea conmigo, el misterio de ella es que deseo saber con exactitud ¿De dónde viene, a que se dedicaba antes y como es que ahora está corrompiendo mi pensamiento y mi deseo?
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