Alfredo Cox, llego a una negociación beneficiosa para ambos, misma de la cual Rosario desconoció por completo hasta el mismo día en el que ella descubrió su contrato resguardado en las pertenencias más preciadas de Sebastián.
Después de esa negociación y esperando que Sebastián llamara a Rosario a su oficina para firmar el inmejorable contrato que le ofreció ese día de la revelación de Rosario, el representante de Rosario desapareció por completo del país, no dejando rastro alguno y Melquiades no fue capaz de ubicarlo para entonces reclamar por lo provocado en contra de Rosario.
—Entonces señor Ríos, quedamos con que usted me entregara el resto en cuanto llegue a mi destino final, la verdad no deseo viajar con esa cantidad de dinero al extranjero en mis bolsillos.
—No se preocupe Alfredo, así se hará, ahora de Rosario me encargo personalmente, estoy más que seguro que este es el negocio más rentable y prometedor después de haber renovado esta empresa.
Luego de haber firmado y blindado el negocio con Rosario, así como esa noche en la cual Sebastián se entregó al deseo de Rosario, habiendo literalmente entregado su alma a la que consumía el alma y deseo de los hombres; Rosario desde esa noche en la que parecía ser que solo se trataba de un negocio más en su vida, conoció la mansión de los Ríos, conoció el lugar donde decidió vivir desde entonces, habiendo Sebastián entregado el corazón y su amor a la que podría ser la mujer equivocada para su destino.
Al día siguiente en la mansión Ríos, el contrato que recibió Rosario tras haber trabajado ya por varios meses en la empresa y habiéndose entregado a Sebastián la noche anterior, el hijo en secreto de Sebastián o más bien el heredero en secreto de la familia Ríos, se comunicó con su padre para solicitar una colaboración para su material de estudios y graduación que se encontraba prevista para dentro de poco, por lo que Sebastián se molestó en extremo al encontrarse en ese momento con Rosario firmando ese contrato que solo representaba compromiso labora, pero que Rosario estaba a punto de conseguir que Sebastián le ofreciera algo más que solo un contrato laboral.
El teléfono suena y Ríos ve la llamada, no era normal el comportamiento que mostro en ese momento, por lo que Rosario no le prestó atención al asunto, su atención era el contrato, pero Ríos, se levantó del escritorio y se disculpó con Rosario.
—Perdona, debo atender esta llamada del extranjero, enseguida regreso.
Rosario no le prestó atención en lo absoluto y Ríos salió de la oficina. Tras trasladarse donde Rosario no escuchara la conversación, Sebastián entonces atendió la llamada.
—¿Por qué me llamas a esta hora? Te he dicho que no puedes llamarme en este horario.
—Lo siento padre, es una emergencia y por eso te he llamado.
—Sabes perfectamente que las emergencias las puedes depositar en el buzón de voz, ahora mismo me encuentro muy ocupado firmando contratos de las modelos, en cuanto me desocupe devolveré la llamada, pero no vuelvas a llamar.
—No sé si pueda esperar a que te dé la gana llamarme de vuelta, ¡Han sido incontables las veces en las que siempre dices lo mismo y no cumples! Así que si no quieres que el mundo conozca tu pequeño secreto, vendrás directamente a nuestra residencia para escuchar mis peticiones y las de mi madre que por si fuera poco aun no completa sus tratamientos médicos.
Rosario tras haber firmado y extrañando que Sebastián no regresara, pero sintiéndose un poco más con derecho de caminar y andar por ahí en la mansión tras lo acontecido entre ellos la noche anterior, observo como Sebastián se movía de un lado a otro con el teléfono en la mano y con cierto descontento con la llamada, por lo que sin que Sebastián se percatara, la modelo abrió la puerta del jardín y preguntó.
—¿Se encuentra todo bien Sebastián?
Sebastián sintió que había quedado al descubierto, pero la sorpresa de Rosario al momento de Preguntar, permitió que Sebastián entonces respondiera a Júpiter su hijo de tal manera que Rosario no sospechara sobre lo que estaba aconteciendo en ese momento.
—¡No se diga más entonces! Agendare la visita y no me llame mientras tanto por favor.
Júpiter comprendió que su padre se encontraba con alguien en el lugar, ese alguien que seguramente no era precisamente sobre una situación de negocios específicamente, pero que en verdad si se trataba de una situación de negocios para Rosario solamente, mientras que para Sebastián solo era una manera de tomar vuelo y confianza con Rosario para lo próximo que venía preparando y maquinando en su pensamiento hacia ella.
—Así es Rosario ¿Ya has firmado el contrato? Disculpa que me ausente pero era una llamada que no representa mucho en verdad para mí, pero que es mi responsabilidad por el hecho que Rodrigo lamentablemente ya no puede hacerse cargo de este tipo de situaciones, en verdad extraño y mucho la compañía de mi socio.
Rosario sabía que en verdad Rodrigo era la persona de mayor confianza, por lo que lamento no haber logrado sacar información sobre Sebastián por medio de Rodrigo, pero como no quedaba tiempo para lamentar lo sucedido en ese entonces, la modelo VIP Rosario propuso de inmediato una situación que era más que de beneficio para ella que para Sebastián.
—Lamento escuchar eso de tu parte nuevamente Sebastián, la verdad es que hay algo que desearía proponerte y espero lo puedas tomar en cuenta y no creas que es intromisión de mi parte.
—¡Claro que no Rosario! Pero acompáñame a la oficina, así como te encuentras puedes llegar a tomar un resfriado y no espero en verdad que te enfermes ahora que comenzamos a conocernos de mejor manera.
Era quizás el momento menos oportuno pero que por la situación, literalmente Rosario aprovecho las circunstancias en la que se encontraba Sebastián tras la llamada de Júpiter.
—Respecto a lo de Rodrigo, veo que desde entonces no has designado a alguien en especifico en esa zona, la verdad es que no acostumbro a recomendar a nadie en mi vida, pero creo que esta persona puede ser de mucha utilidad para ti y la empresa, esta persona conoce mucho sobre pasarelas y el comercio de modelos, por lo que podría ser una oportunidad para que comiences a descansar un poco más y ¿Quizás así tener más tiempo para nosotros? ¿Qué te parece?
Sebastián no rechazo la propuesta de Rosario, porque la trampa estaba puesta en sus palabras aunque no lo analizara directamente de esa manera, a lo que Sebastián respondió.
—Si consideras que es una persona capaz y de confianza de tu parte, me parece que puedo acceder a realizar una entrevista en estos días, de momento me interesa saber una sola cosa de tu parte, espero que seas lo más sincera posible y que no me ocultes lo más mínimo.
—Creo que te he dado a demostrar que he sido honesta contigo, así que no tengo nada que ocultar entre nosotros o al menos en nuestra relación de negocios.
—¿Hay alguien contigo actualmente? Me refiero específicamente si existe un hombre a tu lado, un novio o amante, hasta pueda que exista un ex marido del cual deba preocuparme.
Para Rosario literalmente todo estaba hecho en ese momento al escuchar la pregunta con dudas de parte de su entonces jefe laboral, a lo que ella acercándose peligrosamente, abrazándose a su cuello y enredando su pierna derecha a la altura de la cintura de Sebastián, respondió después de haber besado y tras haber dejado un pequeño mordisco en su oreja.
—¿Crees que una mujer como yo, pueda estar involucrada con cualquier persona? La única persona que realmente me agrada y podría dejar que toque mi cuerpo cuantas veces así lo desee, eres tu Sebastián, no he sido mujer de un solo hombre desde que tengo memoria, pero eso no quiere decir que cualquiera puede poseerme, pero creo que la vida esta colocando justo enfrente de mi a la persona que puede entregarme algo más que una sola noche de sexo ¿Oh me equivoco?
—Solo deseaba aclarar ciertas dudas Rosario, ahora que si en verdad me deseas tanto como lo mencionas ¿Aun nos encontramos en mi residencia, quieres acompañarme a la habitación?
—¡No lo quiero, lo deseo Sebastián! —Exclamó Rosario con el fuego en su interior y el deseo consumiendo la ambición de su corazón.
Rosario tenia atrapado a Sebastián en sus redes de seducción y que pronto se convertirían en redes de engaño y traición, debido a que ella sabía con exactitud a quien es que llevaría a la empresa a controlar más que ayudar a Sebastián con el trabajo de la empresa, ciertamente Melquiades no era cualquier persona, muy probablemente era la persona indicada para el puesto, pero no en este tiempo y lugar específico, la alianza consumada con Rosario en definitiva no era la mejor opción para Sebastián.
Júpiter por su parte, tras haber interrumpido la conversación con su padre a la fuerza, se quedó muy pensativo al momento de escuchar esa voz al momento de la conversación, preguntándose antes de hacerle mención a su madre al respecto.
—¿Quién era esa mujer? Según mi GPS mi padre se encuentra en la mansión, supongo que ha de ser una de sus tantas amantes que ha llevado a la misma y que parece más bien un prostíbulo que un lugar en el que pueda habitar una familia.
Marlene observando a su hijo pensativo y con esa actitud desconcertada, se acercó cuidadosamente para entonces entablar esa charla con su hijo.
—¿Qué es lo que piensas Júpiter? No me digas que tu padre nuevamente te ha sacado el cuerpo y se negó a ayudarte con tus estudios, de ser así no te preocupes, creo que tengo unos buenos ahorros ahí y con eso te puedes ayudar con lo de tu graduación hijo.
—No se trata de eso madre, la verdad es que he contado con la suerte de encontrarme con muy buenos amigos, solo que no deseo abusar de su buena voluntad, el asunto es que últimamente creo que don Sebastián ha actuado muy diferente, ¿Sera que hay alguien especial en su vida?
—¡Hay hijo! ¿Sebastián sentir algo por una mujer? Eso sería como asegurar que el diablo tiene buenos sentimientos por la humanidad que le arrebato su lugar ante Dios.
—No madre, creo que esta vez hay algo distinto que debo prestar atención, pero mientras tanto he logrado convencer que se acerque a nosotros y espero que no tarde en visitarnos.
—Perdóname hijo, si Sebastián llegara a venir a este lugar, hazme el favor de recibirlo en la calle, es el único lugar que merece ser recibido por nosotros.
Marlene no perdonaba todo lo que Sebastián le provoco ¡No solo desde que la dejo embarazada cuando eran adolescentes! Sino que también lo que le hizo vivir y sufrir cuando le arrebato a Júpiter durante 5 años sin que ella tuviera el acceso a ver y compartir con su hijo, por lo que no lo odiaba en concreto, pero se podría decir que sus deseos no eran los mejores para la persona que en más de una ocasión amo y se entregó con amor.
Rosario compartió el resto del día con Sebastián en la mansión, misma situación que le provoco a Rosario ciertos beneficios, como ausentarse por una semana en la empresa, el motivo era más que claro, Sebastián visitaría a su hijo Júpiter y para ello necesitaba estar completamente solo y sin alguien a su lado que le llegara a provocar que su secreto se descubriera.
—¿A dónde lo llevo el día de hoy señor? —El chofer de la familia sorprendido que Sebastián no decidiera conducir su auto ese día y solicitara al chofer, supo entonces el conductor que Sebastián no iba precisamente a la empresa, siendo el chofer uno de los pocos en conocer el secreto de la familia Ríos.
—Necesito que me lleves a la residencia de mi hijo, siempre cerciórate que nadie nos siga por favor.
—Como usted lo ordene señor.
Lamentablemente ese día no todo era como esperaba que fuese el CEO Sebastián, debido a que alguien se encontraba a las afueras de su mansión con la intención de ingresar, pero al observar que Sebastián se subió al auto del chofer de la familia, exclamo desde el auto donde se encontraba a segundos antes de descender de su auto.
—¿Hacia dónde te diriges desgraciado Sebastián? ¡No es común que solicites el servicio del chofer de tu familia! Sera interesante descubrir que sucede con tu vida privada.