El Show Comienza

2088 Words
Rosario se alejó de prisa del lugar del atentado en contra del ejecutivo de la empresa de modelos Elíseos Parisinos. Sin más remedio se fugó del lugar y su identidad no fue descubierta por las cámaras de seguridad que se encontraban en el lugar, lo que facilito aún más que el crimen quedara de alguna manera impugne. Sebastián Ríos, tras varias horas esperando la llegada de Rodrigo a la empresa, no recibía una sola llamada y la secretaria se comunicó incontables veces sin obtener respuesta alguna, lo que comenzó a intrigar a Sebastián al no conseguir de igual manera la comunicación con su amigo, hasta que en su último intento de comunicación una voz completamente diferente y desconocida atendió la llamada. —¿Quién habla perdone? —Preguntó Sebastián con la duda clavada en su pecho. —¿Es usted familiar del señor Rodrigo Vanegas? —Preguntaron desde el teléfono de Rodrigo, lo que incentivo aún más la duda en Sebastián. —¡No soy su familiar, pero es mi socio! ¿Qué le sucedió a Rodrigo? ¿Se encuentra bien? —Señor, le hablamos del instituto forense, lamentablemente el señor Rodrigo fue víctima de un ataque a mano armada y falleció en su auto, si puede localizar a sus familiares, le ruego que haga efectivo el contacto de inmediato. Sebastián no daba crédito a lo que escuchaba, sus nervios se dispararon y no lograba comprender el motivo del ataque, preguntándose tras haber cortado la llamada. —Pero ¿qué ha sucedido, porque Rodrigo está muerto? —Antes de dar la lamentable noticia a sus familiares. Sebastián se dirigió a la morgue para reconocer el cuerpo de su amigo y corroborar que no se trataba de una broma de muy mal gusto. Sebastián se encontraba realizando los trámites correspondientes, mientras que la perpetradora del hecho y sus cómplices se reunieron a las afueras de la ciudad. —¿Por qué te has expuesto de esa manera Rosario? Bastaba con enviar a los sicarios para realizar el trabajo y no exponerte de esa manera. —No te preocupes Melquiades, ahora creo que cuento con el camino abierto para mi próximo y único objetivo, solo espero que Alfredo no me traicione, porque por ahí escuche que planeaba vender mis derechos como modelo y sacar una buena tajada de su acción. Melquiades que estaba al tanto de la situación, negó rotundamente esa acción, mostrando desinterés ante el tema y tratando de evitar que Rosario se expusiera de tal manera, debido a qué hora no se sabía con exactitud lo que pasaría al no existir ahora Rodrigo el encargado de los contratos de modelos VIP. —Me parece Rosario que después de todo Sebastián no confía plenamente en ti, de lo contrario no llevaría a cabo esa acción de conocer tu pasado, debes encaminarte con mucho cuidado si lo que deseas es conquistar y quedarte con la fortuna del señor Ríos. —De eso me encargaré, por el momento es más que necesario firmar el contrato y posterior a ello, provocar una salida con el CEO Ríos, estoy más que segura que no podrá resistir el deseo por estar conmigo desde la primera cita. Planificando los detalles con su cómplice Melquiades, pagaron los servicios de los sicarios que acompañaron a Rosario a realizar el trabajo, se retiró del lugar y esperó pacientemente que Sebastián se comunicara con ella tras haber firmado el contrato exclusivo. Sebastián se responsabilizó por todos los gastos en lo que incurrió el funeral de su amigo y socio Rodrigo, no salió de su asombro durante semanas, mismas en las que Rosario estuvo pendiente de recibir la llamada o respuesta de parte de Sebastián, esta no llego hasta un mes después del fallecimiento de Rodrigo. —Señorita Rosario, sería tan amable de presentarse a las oficinas de inmediato, lamento no haberme comunicado con usted anteriormente, pero sucedieron algunos contratiempos y eso provocó el atraso a su contratación. Rosario alcanzo a notar la tristeza con la que Sebastián se expresaba, por lo que con su seductora y encantadora voz le preguntó. —Señor Ríos, ¿Usted se encuentra bien? Puedo notar que existe algo de tristeza en su voz, siendo usted una personalidad muy fuerte de carácter, no le escuché hablar de esa manera anteriormente. —Preséntese a mi oficina y entonces podremos conversar directamente. Rosario no esperó que el tiempo pasara y se presentó inmediatamente a las oficinas de Elíseos Parisinos, con Sebastián directamente, el CEO se encontraba aun de luto y no superaba el hecho que su amigo no se encontraba a su lado trabajando como acostumbraba a provocarlo, en cuanto observo la presencia de Rosario en su oficina, cerró la puerta y bajo las cortinas para entablar una conversación con la señorita Rosario. —Me alegra que viniera lo antes posible, para adelantar la situación, su contrato ha sido firmado con éxito y desde mañana comenzara a trabajar en la empresa. Rosario se expresó de una manera un tanto fuera de lugar al acercarse a Sebastián y besarle en la mejilla, situación que tomó por sorpresa a Sebastián pero que ese beso le dio esperanzas a concretar una salida con Rosario. —¡Lo siento señor Ríos! Creo que me excedí en mi manera de expresar mi felicidad, le agradezco por la oportunidad y le prometo que no se arrepentirá, ahora me queda una duda, ¿Dónde se encuentra el señor Rodrigo? Me imagino que ha de estar muy ocupado y por eso no me contacto anteriormente. Sebastián respiro profundo y se dirigió hacia la ventana de su oficina, observando el paisaje desde esa misma ventana por la que un día Rosario estaría observando el imperio creado por Sebastián y la familia Ríos. —Rodrigo lamentablemente ya no nos acompaña en esta empresa. Rosario evidentemente mostrando sorpresa e inventando escenarios en su mente, respondió a toda prisa a Sebastián. —¡No me diga que renuncio a su puesto de trabajo! pero si se notaba que eran muy unidos y prácticamente se notaba la confianza entre ustedes. —No señorita, lamentablemente Rodrigo fue víctima de la violencia y tras asaltarlo lo asesinaron, es una verdadera lástima que personas honradas y honestas como Rodrigo le sucediera ese tipo de situaciones que enluto la vida de una familia y de un amigo. —Pero ¿cómo, porque sucedido eso? Seguramente se conducía por algún lugar peligroso de la ciudad. Sebastián entonces regresó la mirada hacia Rosario y sin titubeos le dio a conocer el motivo por el cual de alguna manera Rodrigo sufrió el atentado sin llegar a incriminar o señalar a Rosario. —La verdad Rosario es que Rodrigo se encontraba realizando una tarea que le asigne en cuanto a conocer sobre su pasado, no seré un hipócrita en ocultar esa acción de mi parte, pero me causo mucha intriga su identidad, no es que precisamente usted me sea objeto de desconfianza, pero me hizo sentir que usted esconde algo de su pasado que no alcance a descubrir y que Rodrigo averiguo, ¿Sera que por esa causa fue asesinado? Rosario se victimizo en el instante, el llanto repentino y volátil que mostró Rosario tras la pregunta formulada por Sebastián, sintiendo la ofensa por la manera en la que Sebastián se expresó. —¿Cómo puede usted siquiera pensar eso de mí? créame que esto es una enorme ofensa hacia mi persona y privacidad, pero si usted no experimentara desconfianza hacia mi persona, con toda certeza nada de eso estaría atravesando la familia y usted, pero me imagino que lo más fácil es culparme por lo sucedido, ¡No sé qué hago aquí soportando esta humillación de su parte! Rosario se levantó airada y precipitadamente, queriendo salir de la oficina de inmediato con la única intención de llamar la atención de Sebastián. —¿A dónde se dirige señorita? Por favor tome asiento, no fue mi intención expresarme de esa manera, independientemente de la situación, le presento mis disculpas por lo mencionado y en verdad me encantaría que de usted salga esa información que deseo escuchar. Rosario sabiendo que era lo que debía hacer, sin pensarlo y aun creyendo que sin importar lo que Sebastián escuchara de sus labios, de igual manera no perdería el encanto y el deseo que el CEO mostraba hacia ella, así que tomando ese riesgo inminente, procedió a contar cierta parte de su vida. —Claramente me indigna lo que acaba de suceder, pero déjeme aclararle que no me importa lo que usted pueda llegar a pensar de mí, siempre he considerado que todos en la vida merecemos una segunda oportunidad y es la misma que he intentado darme desde entonces, por lo que no me avergüenza de ninguna manera hacer de su conocimiento que antes de dedicarme al modelaje, vendía mi cuerpo en varios bares de la ciudad ¿Ahora si estará satisfecho verdad? Sebastián se acercó hacia donde se encontraba Rosario envuelta en llanto y aparente desolación por lo mencionado, la abrazo fuertemente y susurró en su oído. —Le ruego me perdone por mis acusaciones sin fundamento y seguramente todo lo sucedido se trató precisamente de eso, un barrio inseguro, pero aun así lamento aún mas haber empujado su corazón a revelar lo que seguramente no deseaba dar a conocer y entiendo que todos en algún momento guardemos situaciones que sería mejor olvidar, espero me perdone y deseo hacerle saber que tiene todo mi apoyo de aquí en adelante hasta que se convierta en la mayor modelo de mi empresa y del continente. Parecía ser que Rosario hasta el momento había alcanzado su objetivo y el show que estaba entregando era más que perfecto para sus intenciones, que, aunque Sebastián se moría de deseos por estar enredado en la piel de Rosario en ese mismo instante, se abstuvo por el momento hasta que el momento que considerara adecuando, apareciera y se diera aún más natural. Para entonces ya había sucedido algo de lo cual Rosario sospechaba de su representante. Hace algunos días atrás. —¿A que debo su visita señor Alfredo? No veo a Rosario con su persona. —En efecto señor Ríos, en esta ocasión he venido solo y me incentivo el hecho de hacer negocios con usted. —¿Negocios? ¿Exactamente a que se refiere señor Alfredo? Si viene por lo del contrato de Rosario, creo que Rodrigo se lo envió desde ese mismo día que estuvo presente en la empresa, pero ahora por lo acontecido me hare cargo personalmente de manejar los contratos de las modelos. —Entiendo señor Ríos, pero lo que me ha impulsado a venir directamente con usted, es que deseo que firmemos los acuerdos de derechos de imagen y regalías por Rosario, la verdad es que deseo desligarme de todo lo que tenga que ver con ella y no continuare con su representación, solo que no puedo permitir dejar en libertad sus derechos de imagen solo así, por lo que usted tiene la palabra en sus manos ¿Cuánto ofrece por los derechos de imagen de Rosario definitivamente? Alfredo tras enterarse de lo que Rosario fue capaz de hacer en contra de Rodrigo, supo que no podría continuar al lado de Rosario, por lo que su única oportunidad para hacerse de algo de dinero, era precisamente llevar a cabo lo que desde un principio y que luego había cambiado de opinión en provocar, por lo que su visita a las oficinas fue directa e inmediata, esperando que Sebastián no se negara en la negociación. —Por un instante imaginé que usted era algo más que solo el representante de Rosario, pero veo que su usted es capaz de hacer esto, es porque en verdad no le interesa más que desaparecer con una buena cifra de dinero. —No se equivoca señor, lo que sucede es que Rosario no es una mujer fácil de moldear y su carácter es altamente peligroso y venenoso, por lo que prefiero dejar todo en el pasado con ella y marcharme de este país, no deseo continuar representándola y mucho menos establecer mi relación con ella, así que usted dirá si hacemos negocio, mejor si se apresura porque cuento con las ofertas de Esteban y otros interesados. —Entonces no se diga más, ¿Cuánto es lo menos que usted acepta por los derechos de imagen y representación de Rosario? No estoy dispuesto a que alguien más se quede con ella, ¡por lo menos no! Hasta que saque el mayor potencial y provecho de su cuerpo.
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