Esperanzas

1566 Words
Samael se encontraba más que seguro que Júpiter no deseaba saber nada en lo absoluto de su padre y de Rosario, por lo que omitió todo lo que su padre le hizo saber en ese momento, considero que era muy importante respetar las decisiones y deseos de Júpiter, por lo que todo quedaría de momento sumido en el olvido y como una desagradable noticia que asumir, aunque para Rosario se tratara de lo más espectacular en su vida, para quienes manejaban el mundo de los negocios desde otro punto de vista, todo parecía simple interés de la nueva CEO y nueva millonaria que representaba a la familia Ríos. Cada quien comenzaría a dedicarse a lo suyo, Samael se mantendría muy ocupado durante los siguientes meses en compañía de Akane y de Júpiter en cuanto a explorar nuevas manera de introducirse al sistema informático sin causar daño o perjuicio a terceros, lo que deseaban este trio de Hacker, era simplemente fortalecer su conocimiento y convertirse así en los master de la informática y el hackeo en general. Por lo que podríamos asumir que cada uno comenzaba a adoptar el rol que poco a poco la vida comenzaba a acomodar para cada uno de ellos, incluyendo los amores no correspondidos y los deseos de Samael por provocar el deseo de Akane hacia sus sentimientos, pero Akane ya había definido su línea de interés por Júpiter, siendo algo que Samael aún no asimilaba como tal, pero que respetaba sin desistir que intentar esa intención con ella, provocando ciertos encuentros que podrían ayudar al ambiente entre ellos. —¿Qué tienes que hacer esta noche Akane? Estaba pensando en salir a divertirnos un poco. —Sinceramente no contaba con salir de casa, pero si deseas, entonces pasare por Júpiter y vamos los tres. —¡Disculpa por ser muy directo! Pero ¿Te importaría si en esta ocasión salimos solo los dos? Akane dudó por unos instantes la propuesta de Samael, sabiendo de sus intenciones, por lo que de igual manera sabiendo que Júpiter no se fijaba en ella como algo más que solo una amiga, acepto la salida con Samael. —¡Esta bien Samael! Entonces procura que Júpiter no se entere que nos atrevimos a salir esta noche a solas. —¡No te preocupes, sé que entenderá si llega a enterarse! Entonces paso por ti en media hora. Samael sabiendo que era la única oportunidad con la que contaba para aprovechar que Akane ¡Por fin se fijara en su persona como hombre y no como amigo! Reservo el mejor lugar de la ciudad para llevarla a cenar, para luego aprovechar la noche y descubrir lo que podría pasar entre ellos. Akane por su parte, su ilusión y deseo estaba más que centrado en Júpiter, pero desde ese momento comenzaba a observar los sentimientos de Júpiter muy alejados a su realidad, por lo que antes que Samael pasara por ella a su residencia, exclamo en su pensamiento con u suspiro que inundo sus sueños más profundos. —¿Si de pronto me diera una oportunidad con Samael? —Definitivamente las esperanzas era lo último en morir en la vida de cada persona y esta no era la excepción de parte de Samael hacia Akane. El auto de Samael se aproximó a la residencia de Akane y provoco la llamada para que ella saliera de inmediato y entonces marcharse a esa velada que marcaría lo que puede llegar a suceder entre dos personas que se han criado con una amistad y deseando que esa línea se cruce para llegar a algo más cercano y profundo como un amor correspondido. —¡Pero que hermosa te ves Akane! ¿Por qué nunca te vistes de esa manera? Sinceramente te ves muy diferente a lo que acostumbras, aunque déjame decirte y sin ánimos de incomodarte, que con lo que lleves por encima, ¡Siempre te ves muy hermosa! —Entonces Samael ¿A dónde es que vamos? Akane no dio ni las gracias porque sabía que Samael trataba la manera de crear el ambiente propicio para que entre ellos sucediera esa parte mágica del amor, esa parte mágica en la que los corazones se ven de manera distinta y desean cruzar el cielo para besar y abrazar el corazón que está por delante de ellos, así que Samael, sin más arranco de camino hacia el restaurante que después de todo parecía ser que era muy exclusivo. —¿Por qué me reservado mesa en este lugar? ¡Es muy costoso Samael! —Exclamó Akane con la sorpresa en su rostro, pero asustada por la manera en la que Samael estaba actuando hacia ella, parecía ser que iba muy en serio lo que pretendía Samael con ella. —¡No más costoso que tu corazón y tus sentimientos Akane! Perdóname pero es que siento que esto que siento por ti no puede esperar más tiempo y siempre me quema este sentimiento de deseo por decirte lo mucho que me importas y lo mucho que te amo desde hace tiempo Akane. —¿Pero Samael, si sabes que estoy enamorada de Júpiter verdad? ¿No crees que eso sería muy cruel entre nosotros? no deseo hacerte daño mi cielo, en verdad eres un amor de persona y un chico muy guapo, que seguramente cualquier mujer desearía estar a tu lado, pero mi corazón ya tiene dueño Samael. —Déjame preguntar algo, ¿Júpiter alguna vez se ha insinuado contigo? ¿En alguna ocasión has tenido algo que ver con Júpiter? Es mi amigo y lo respeto, pero no creo que Júpiter sienta lo mismo por ti Akane. —¡En eso tienes toda la razón! Me ha dejado claro que somos amigos y me quiere como si fuese su hermana, Pero entonces ¿Qué hago con este sentimiento Samael? —Déjame que te enamore, deja que mi corazón haga el resto, permite que mis sentimientos inunden tu alma y te haga sentir este amor que respira por ti en cada parte de mi cuerpo, ¡Déjame amarte una sola vez y enseñarte lo que el amor que siente desde adentro es capaz de hacer en otros! Akane comenzó a dudar al respecto, no sabía que hacer al respecto en ese momento, pero era el momento con el que ella contaba para darse cuenta si podría o no amar a Samael como amaba a Júpiter, por lo que entonces ella respondió. —¡Entonces llévame a un hotel! Deseo sentir tu amor y saber si entre nosotros puede haber algo más que una simple amistad, pero quiero que sepas que aunque entre nosotros suceda algo esta noche, mi amistad hacia ti siempre estará abierta, espero que también tú puedas respetar eso y comprender si en verdad no sucede la magia entre nosotros. —Pero Akane, ¿No me estaba refiriendo directamente en un hotel? Deseaba primero cena y luego continuar conversando hasta que en algún momento llegaras a sentir algo por mí, pero tú decides que hacer. —¡La esperanza es lo último que muere! Además creo que no pueda sentirme a gusto en este lugar, solo observa la clase de personas que están por ingresar al lugar, ¿Sería muy incómodo no crees? —¡La verdad es que si! Entonces elige el hotel y vamos a encontrarnos con nuestros corazones. En cuanto Samael y Akane se encontraban conversando en el parqueadero, Rosario y Sebastián con Melquiades, iban descendiendo del auto para ingresar al restaurante, eso fue lo que le incomodo a Akane y provoco de alguna manera acelerar el proceso entre ellos. Ingresaron al auto hotel y subieron a la habitación designada, los nervios entre ambos era más que evidente, al parecer no habían tenido ese tipo de experiencia anteriormente, por lo que el nervio y esa curiosidad de saber lo que podría suceder entre ellos, comenzaba a causar mayores nervios especialmente en Samael, por lo que sentados en la cama se vieron y Samael pregunto una vez más. —Te sientes segura que, ¿deseas esto? —La timidez en su voz era notoria, por lo que Akane sonrió y respondió. —¡Estoy segura de hacerlo maestro! Aunque quizás para ti esto sea un trofeo, pero quiero que sepas que es mi primera vez con un hombre, así que comprenderás que no tengo ni la menor idea que hacer. Samael se sonrojó de igual manera y escondió el rostro, para luego mencionar con una tibia y tímida voz entre cortada. —¡También es mi primera vez Akane! Por lo menos tenemos algo en común. Comenzaron a reír a carcajadas, la primera vez de ambos y parecía ser que después de todo Samael si sentía ese amor por Akane, pero luego todo se convirtió en un juego entre amigos, un juego que comenzó por desnudar el alma y sentimientos de Samael y el cuerpo de Akane, era el cuadro prefecto de la virginidad, de parte de Samael queriendo que ella sintiera latir su corazón en su interior y Akane desenado no sentir que era Júpiter el que se encontraba junto a ella en ese momento en el que el amor se fue de vacaciones y la esperanza inundo la habitación. —Entonces Akane, ¿Por dónde deseas que comience a amarte? Espero hacerlo bien. —¡Comencemos por descubrir nuestros cuerpos! Estoy segura que podrás hacerme sentir feliz.
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