12. Agotados

1774 Words
Continuación... LUCIANA El licenciado Velasco me mira y sonríe antes de decir cualquier cosa. — Señorita Sevilla, cuando el doctor Casavantes me llamó, supe que se trataba de ustedes — Pero por favor, pase, tome asiento, ¿Le ofrezco algo de beber? — digo mientras lo dirijo hacia la sala — Un poco de café, si se puede — ¡Yo lo preparo! — dice Ángela — ¿Cómo lo prefiere? — Dos de café y sin azúcar — Enseguida — Pero díganme, ¿En qué les puedo servir? — Licenciado, ¿Recuerda que le pregunté sobre asuntos familiares? — Claro que sí — Pues creo que es momento de recuperar lo que nos corresponde, pues estamos completamente seguras de que se cometió una tremenda injusticia en nuestra contra — Siendo así, cuente conmigo, por favor, explíquense… Ha sido una mañana muy agradable relatando al licenciado nuestras desgracias, él ha aceptado llevar nuestros casos y estamos seguras de que lo lograremos, pues nos ha dado esperanzas. — Por los honorarios no se preocupen, ya los doctores y yo tenemos un acuerdo — Esos dos siempre tan entrometidos, pero lo agradecemos enormemente. ÁNGELA Luego de la reunión con el licenciado Velasco, me convencí a mí misma de que debemos seguir luchando, así que está misma noche volveremos a la acción, los pobrecitos hombres ya deben estar extrañándonos. Antes de salir a la acción, Luciana y yo pasamos la tarde en el local desempacando nueva mercancía, estamos tan emocionadas por lo dijo Velasco qué no pudimos evitar imaginar cómo será nuestro grandioso futuro cuando recuperemos todo lo que por derecho nos corresponde y ahora tenemos que enfocarnos más para demostrar la enorme injusticia que se cometió en nuestra contra. En el antro… RAFAEL Esta noche nuestras estrellas vuelven a brillar, ese atuendo en plateado se le ve genial a Ángela, es tan sexy que sin duda arrasará con todos, ya noté a dos que tres queriendo robarme a mi mujer, así es, MI MUJER porque ya jamás la dejaré ir, creo, aunque para ser sincero, soy alérgico al compromiso, pero haré el esfuerzo sólo por ella. — Nuestras chicas lo hacen de maravilla — Lo sé, ¿A poco no te excita verlas triunfar? — Si “triunfar” significa embaucar hombres, entonces sí León y yo sólo miramos desde la barra, una que otra muñeca se nos acerca, pero sólo logramos cruzar un par de palabras, pues las Diablillas tienen toda nuestra atención. Luego de un rato, nos dirigimos al auto, sé que pronto llegará el momento de partir y queremos estar listos para llevarlas a casa sanas y salvas, pues no queremos más sustitos. Al salir del antro… LUCIANA ¡Esta noche nos fue de maravilla! Estamos felices y obvio, volveremos mañana. — Buenas noches, preciosa — dice León al verme acercarme a él. — Les fue muy bien, ¿Verdad? — No es por presumir, pero sí — expresó mostrando mis nuevas adquisiciones — Y a mí también me fue muy bien — Añade Ángela presumiendo también lo suyo — Cariño, creo que cada día me enamoró mas de tí — expresa Rafael — Rafa, ¿Cuál crees que me luciría mejor de éstos? — pregunta refiriéndose a las joyas — Creo que todos se te verán radiantes — ¿Si, verdad? Es una lástima que no me las puedo quedar — Creo que ese era el objetivo — dice León — Las obtenemos para venderlas y así solventamos gastos — Bien pensado, pero ya es tarde, deberíamos irnos — De acuerdo. León abre la puerta de su auto y Rafa abre la puerta del suyo, creí que vendrían juntos como siempre. — Nos vemos luego, Rafa, — León se despide — Ángela, no lo desveles demasiado — No puedo prometerte nada, pero si tú cuidas de Lu, yo cuidaré de él. — Trato hecho. Subo al auto luego de despedirme también y León ya tiene un plan para nosotros. — Preciosa, te invito a cenar — ¿En serio? Y yo que pensé que tú serías mi cena Se muerde el labio, es tan sexy, y me besa como sólo él sabe, luego comienza a conducir. — Esta noche Rafael y yo decidimos separarnos para tener privacidad, obviamente — explica — Hacen bien, pero ahora me pregunto ¿A dónde nos dirigimos? Ya que este no es el camino a mi casa — A la mía, señorita, por favor, abróchese el cinturón de seguridad. Llegamos a casa, no sin antes comprar comida en el camino, en el trayecto me felicita por mi desempeño con los idiotas, como él se refiere a mis benefactores, y celebramos con un brindis al llegar a su casa donde nos apresuramos a cenar. De un momento a otro nos besamos y cuando menos lo pienso, ya nos urge desvestirnos, intentamos subir por las escaleras, pero ¡ufff! El calor es tan intenso que le ayudo a desabotonar la camisa mientras él sube mi vestido un poco y deja a la vista mi busto, nos besamos y nuestros cuerpos se repegan piel con piel, la respiración de ambos es agitada y… ÁNGELA Rafael me lleva en su lindo auto a mi casa, ya me explicó el plan que tenía con León, muy listos que son y acertados, por cierto porque muero de ganas por estar con él. Nos besamos durante el camino con precaución, aprovechamos cada semáforo y sus manos parecen descontrolarse, pues me toca por todos lados, así es, TODOS, sus dedos hacen algo maravilloso en mis partes privadas que me hacen enloquecer y querer más. Al llegar a casa, me apresuro a abrir el portón eléctrico que nunca usamos porque no tenemos auto, pero siempre llevamos el control en la bolsa por en caso de necesitarlo, a Lu le parece que es una forma de entrar en caso de emergencia y ya saben, mujer precavida vale por dos. Entramos al estacionamiento en el auto y en cuanto se cierra el portón, seguimos besándonos, de pronto mueve mi asiento hacia atrás y se coloca arriba de mí, mis piernas están en posición, pero aún así el espacio es pequeño, así que optamos por salir del auto. Él me abre la puerta, siempre tan caballeroso, y así junto al auto se acerca a mí y me vuelve a besar y a tocar, sus caricias son tan excitantes que justo en ese momento quiero hacerlo allí mismo, no puedo esperar a llegar a la habitación, sólo me coloco de espaldas hacia él recargada en el auto y dejo subir el vestido, él se encarga de mis bragas y de darme placer… LEÓN ¡Qué mujer! Quiero comérmela completa aquí misma, pero siento la presencia de Goldie, la tengo justo enfrente de mí y sólo la tomo con fuerza de las piernas para llevarla a la habitación, cierro la puerta de una patada ligera y la coloco sobre la cama para seguir con lo que estaba, me vuelve loco su cuerpo. RAFAEL Luego del primer round en la cochera, Ángela me lleva a su habitación donde seguimos haciendo la tarea tan deliciosamente, es una mujer insaciable y me he dedicado a complacerla en todo está noche, aún así siento ganas de devorarla de nuevo. LUCIANA La noche ha sido exquisitamente larga, de esas que quieres repetir constantemente, la alarma de León sonó y aunque es demasiado temprano para mí gusto, debo irme con él para aprovechar el aventón a mi casa. — Anoche estuviste… — él sólo se muerde el labio dándome a entender que aún tiene ganas de mí — Y yo no tengo ninguna queja de tí, eres un amante excelente — Es grato escuchar eso y sobre todo que seas tú quien me lo diga, pero vamos, que debo trabajar. Al llegar a casa, procuro entrar con cautela para no despertar a Ángela, debe estar tan agotada como yo luego de tanto placer, Rafael se la comía con la mirada anoche, así que supongo que les fue genial. Noto que el auto de él sigue en la cochera y decido tocar la puerta de la habitación. — Angy, — le hablo desde afuera — dile a Rafa que ya es tarde — ¡¿Qué?! — Escucho la voz de Rafa — ¿Qué hora es? Olvidé poner la alarma — Bueno, León se acaba de ir, no debe ser tan tarde — ¡Rayos! ¡Mi padre me matará si no llego a tiempo! Él sale de la habitación con apenas el pantalón puesto, la camisa la lleva en la mano y Ángela sale tras él para darle las llaves del auto y un beso de despedida, se mira muy contenta y exhausta. Posterior a eso, Ángela y yo volvemos a dormir otro rato. LEÓN A Rafa se le hizo un poco tarde, esa peligrosa mujer debió dejarlo tan cansado como lo estoy yo ahora, ¡Me urge un café! A pesar de las ojeras y la mal dormida no me arrepiento de nada. — ¡Al fin llegas! Tu papá ya preguntó por tí — digo en cuanto veo a Rafa — ¡Me va a matar! — Le dije que estabas preparándote para una cirugía — ¡La cirugía! ¡Cierto! Mil gracias, León, me has salvado — Sí, sólo abotona bien tu camisa y date prisa — Qué vergüenza, parezco borracho Bosteza y le comparto de mi café, ya qué. — ¡Te debo una! — ¡Y un café! — Se va. ÁNGELA La noche fue apasionada, Rafa es genial en la cama, estoy segura de que no encontraré a otro como él, otro que me haga gritar de placer, así tan desmesuradamente, recuerdo lo de anoche y me excito de nueva cuenta, eso también me saca una sonrisa, una gran sonrisa. — Muy contentita, ¿Eh? — dice Lu mientras trae café para ambas — ¿Y tú no? Si tú también te delatas sola — No puedo negártelo, ya sabes que sí — Cuéntame cómo es León en la cama — ¡Ay, pero qué sucia eres! — me mira sería — Bueno, está bien, pero tú también me tienes que contar — ¡Con lujo de detalles! LEÓN El día ha sido largo entre el cansancio y el recuerdo de lo que sucedió con Luciana, nunca pensé decir ésto, pero me siento terriblemente enamorado, ésto no es bueno, en mi experiencia, no es bueno. — ¿Listo para volver a la acción? — pregunta Rafa — ¿Qué tú no tienes llevadera o qué? — ¿Y tú sí? Bromeamos y luego nos vamos a casa de nuestras bellezas.
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