"Debes estar bromeando..."
Una voz femenina exclamó en esa habitacion llena de chicas increíblemente bellas...
No, corrige eso!
HERMOSAS!
PRECIOSAS!
BELLISIMAS EN VERDAD!
"No, no bromeo."
Responde Pastor mientras revisa sus dientes en el espejo más cercano que tiene.
"Dado que mi querida Aurora se ha dado a la tarea de hacerle la vida imposible a toda esclava..."
Pastor carraspea y se aclara la garganta antes de volver a hablar.
"Digo, a toda ayudante general aquí, en el castillo de las princesas pues..."
Pastor señala a la mujer quien se siente tan...
INSIGNIFICANTE en ese momento.
"Además ya la contraté y espero..."
El hombre se mueve hacia la chica quien está sentada como una bella y malvada reina en medio de todas las chicas en esa habitación.
"Espero que está vez no la ahuyentes, hermosa mia."
La chica llamada Aurora posee un cabello sedoso del color dorado, brillante, largo, extremadamente bien cuidado con un pequeño flequillo que la hace ver adorable y tierna.
Tez pálida y perfecta con mejillas sonrosadas, delicadas y primorosas.
Labios rojos y carnosos.
Ojos de color azul intenso.
La mujer mira detenidamente a los ojos de la chica pues nunca antes en su vida había visto ojos del color del cielo azul en una persona.
Y que decir de su cuerpo firme!
Delgada, pero con muchas curvas y su piel, perfecta y sedosa...
La mujer en verdad admira a esa chica quien tiene tan hermoso y bien formado cuerpo.
Uno que ella nunca tuvo ni tendrá.
"Oye, tú, si tú, deja de verme!"
Ordena Aurora chaqueando los dedos para que la mujer deje de mirarla.
"Lo siento."
Las demás princesas reunidas en ese lugar miran con horror,
temor,
fascinación algunas,
lástima
y un poco de tristeza a la mujer frente a ellas.
"Vamos, no sean groseras."
Jazmín las exhorta a ser más cordiales.
"Ella necesita el trabajo y nosotras una ayudante."
"Y así será, entendido Aurorita?"
La chica fulmina con la mirada a Jazmin quien eleva una ceja mientras su mentón se mantiene elevado.
"Como sea..."
Aurora aparta la mirada de la bella Jazmín quien parece ser la que manda aquí.
O bueno eso le parece a la mujer.
"De acuerdo, no tenemos mucho tiempo para presentaciones formales pero aquí vamos..."
Pastor de nuevo toma la batuta para que el pequeño enfrentamiento de poderes entre sus hermosas princesas adorables quede atrás.
"Ellas son..."
Pastor comienza a señalar a las chicas frente a la mujer quien tiene que mirarlas para recordar sus nombres.
"Jazmín, mi adorable y sensata belleza ya la conociste en mi oficina."
La chica le guiña el ojo a la mujer quien sonríe tímidamente hacia ella.
Dios.
La mujer no puede creer que en verdad este rodeada de tantas chicas bellas en este momento!
"Ella es Ariel..."
Pastor señala con su mano a una chica de cabello larguísimo, sedoso, brilloso y del color rojo intenso con ojos azules también.
La chica dirige una breve mirada a la mujer antes de alejarla.
La delgada mujer le trae recuerdos sumamente dolorosos a la bella chica, por lo que no quiere mirarla un segundo más.
La mujer vuelve a admirarse por la belleza de la chica y su cuerpo perfecto.
La piel inmaculada, como si fuera irreal en verdad.
Cómo de cuentos de hadas tal cual.
"Ella es Bella..."
Pastor señala a la chica con cabello color chocolate, piel blanca y ojos avellana intensos.
Como todas las demas chicas, Bella es delgada, pero no tan voluptuosa como las dos chicas anteriores.
"Ella es Merida."
Pastor señala a la niña de cabello rojo oscuro con ondas salvajes.
Cuerpo, piel y facciones delicadas y sumamente hermosas, como las otras chicas.
"Ella es Rapunzel."
La chica de cabello largo rubio dorado trenzado intrincadamente con florecitas por todo su cabello le dedica una sonrisa burlona a la mujer.
Cuerpo perfecto, como todas las demás princesas jóvenes.
"Parece..."
La hermosa chica susurra pero de inmediato se calla.
Algunas la miran con el ceño fruncido.
"Esta belleza es Nieves."
La niña de cabello corto oscuro brillante,
tez pálida,
mejillas rosadas
y labios rojos le dedica una sonrisa algo sincera a la mujer.
"Ella es Tiana."
Pastor señala a la chica de tez más oscura y rasgos completamente delicados.
Ella tiene ojos verdes intensos que resaltan como reflectores cuando los dirige a la pobre mujer.
"Y por último las hermanitas recién llegadas..."
"Ana y Elsa."
Las hermosas chicas asienten ante Pastor quien les besa el dorso de la mano delicadamente a cada una de las chicas después de presentarlas.
"Ahora, lo que debemos hacer es que..."
Pastor no puede terminar sus palabras porque Rapunzel salta de su asiento para tomar la tablet que sostiene Bishop en sus manos.
"Sabía que había a una mujer parecida a ella en algun lugar!"
Exclama la niña quien teclea algo rápidamente en el dispositivo plano antes de mostrárselo a todas las chicas.
Las princesas abren los ojos ante lo que ven y mueven la cabeza de forma afirmativa!
Pastor y Bishop son los siguientes en mirar lo que Rapunzel buscó en la tablet.
"Oh por dios tienes toda la razón!"
Comenta una hermosa niña.
"Si, dios, el parecido es increíble!"
"Es como..."
Rapunzel da breves pasos hasta quedar cerca, pero no tanto de la mujer.
"Eres mi carcelera."
La chica habla hacia la mujer con tono serio y duro.
"Carcelera?"
Cuestiona la mujer sin poder creer las palabras de la bella niña quien, como todas las demás huele divinamente.
Casi se pueden ver pequeñas flores desprenderse de la piel, cabello y ropa de la niña debido a lo bien que huele!
"Si, mi carcelera!"
Las chicas estallan en risas cuando ven la cara de susto de la pobre mujer quien sigue sin comprender nada.
Pastor también se rie un poco.
Bishop también.
Jazmín frunce la boca porque todos están siendo demasiado infantiles.
"Que no haz visto la película?"
Cuestiona entre risas la bella Rapunzel.
"Película?"
La pobre mujer nunca tuvo dinero de sobra como para gastarlo frívolamente en una entrada para el cine.
Ademas, de que película hablan?
"Oh por dios!"
"Como jodidamente dije, debes estar bromeando conmigo ahora!"
"Acaso nunca has visto Rapunzel, la película de dibujos animados?"
"Hola?"
"Vivías en una cueva o algo por el estilo?"
Las chicas de nuevo se ríen.
La mujer mantiene su expresión confundida.
"Cristo!"
"Estoy segura que del lugar donde saliste no conocían la tecnología ni el cuidado personal."
La preciosa chica, con delicada voz le muestra a la confundida mujer la imágen de una anciana con piel agrietada, cabello totalmente blanco, ondulado y largo hasta los hombros.
La anciana tiene labios inexistentes, pomulos severos, ojos hundidos y manos viejas.
La mujer mira con detenimiento la imágen de la anciana de dibujos animados que lleva por nombre "Madre Gothel."
"Ella es tu carcelera?"
Rapunzel pone los ojos en blanco porque no quiere ni tiene ganas de explicarle nada a la mujer.
"Bien bien chicas, ya fue suficiente."
Justo cuando Pastor habla, la primera campanita resonó en el lugar.
"Oh demonios!"
"Porque tienen que ser tan impacientes?"
Las chicas se rien bajito mientras se miran.
Algunas se acomodan en sus asientos con una mirada de autosuficiencia plasmada en el bello y juvenil rostro.
"Tú sabes porque Pastor."
"Podemos irnos ya?"
Cuestiona Aurora levantándose de su primoroso asiento.
"Si, si, pero primero el nombre para la esclava...ayudante."
Ah que molestia tan grande en verdad!
"Pero si Rapunzel ya le dió nombre."
Exclama Aurora dandole una mirada severa y nada amigable a la mujer.
"En serio?"
"Cuando hizo eso?"
Cuestiona Bishop esta vez, adelantándosele a Pastor.
"Cuando les mostró la imágen de Madre Gothel."
Todas miraron a la mujer de nuevo.
Ella siente la presión de todos esos pares de ojos mirándola fijamente.
Es como si un peso invisible la aplastara...
"Si, pero Madre Gothel es demasiado largo..."
Comenta Pastor.
"Pues Gothel a secas y listo."
Soluciona el problema Aurora mientras sale por la puerta.
"Si es todo lo que teníamos que saber en esta maldita junta tonta, me voy."
"Tengo que prepararme ya."
Sin esperar permiso de nadie, Aurora abrió la puerta para caminar fuera de la habitación.
"De acuerdo, no era lo que yo hubiera querido pero..."
Pastor mira a todas las chicas que permanecen en el lugar todavía, pero la segunda campanita del lugar le indica que mas clientes acaban de llegar.
"YA VAMOS!"
Grita algo exasperado Pastor.
"Bishop, por favor recíbelos."
"Ve que nuestro capellán los atienda bien en el bar mientras alisto a sus princesas."
La mujer mueve la cabeza mirando a Pastor luego a Bishop para tratar de entender que sucede.
"De acuerdo."
Responde Bishop antes de salir por la puerta.
Pastor resopla mientras se frota la nuca con su mano.
Tiene la cabeza agachada ligeramente antes de darle un vistazo más a la mujer ahora llamada Gothel.
"De acuerdo, sígueme Madre."
La mujer lo sigue de cerca y cuando va a protestar porque ella tiene un nombre de pila, Pastor se detiene en seco.
"Escondete en ese armario ahora."
Ordena el hombre, Madre Gothel obedece de inmediato aunque la puerta no cierra del todo por lo que ella puede ver quien llega por el pasillo amplio, bien iluminado y construido con piedras grises.
"Pastor."
La masculina y grave voz del hombre que saluda a Pastor asombra a la mujer por completo!
"Ella está lista y receptiva para mi esta noche?"
La mujer intenta ver por la rendija en la puerta entreabierta al hombre que posee esa voz tan seductora que encierra tanto poder en ella.
Y cuando ella lo hace, lo que ve es un príncipe azul en todo sentido de la palabra!
Tal vez ella no conozca a la princesa Rapunzel, pero Madre Gothel si conoce al príncipe azul de Blanca Nieves o el gallardo príncipe de la princesa Aurora aunque...
Bueno esa princesa en particular, en la vida real no es dulce ni linda ni amable como lo es Aurora en las películas de dibujos animados.
"Está lista para usted, señoría."
"Pase al bar para tomar una copa."
"Le avisaré cuando pueda entrar con ella."
El guapísimo hombre sonrió de lado antes de darse la vuelta y desaparecer por el mismo camino por donde había llegado.
Dios.
"Sal ya Madre Gofel."
Exclama Pastor sin dejar de mirar al hombre quien camina con aire de superioridad de regreso al bar.
Desde donde está parado Pastor puede ver que los tres hombres que ya están reunidos ahí.
Ellos estrechan manos mientras comparten una charla amena en el lujoso y cómodo bar.
"De acuerdo, ahora si, vayamos a la primera habitacion."
La mujer apenas puede asimilar todo lo que acaba de ver y escuchar.
Es como...
Como si hubiera entrado en los cuentos de hadas para encontrar príncipes y princesas de la vida real!
"Oye tú, no te quedes atrás!"
"Vamos, esta noche te entrenaré para que sepas que debes hacer!"
"O ya no quieres este trabajo?"
La mujer corre hasta donde Pastor la espera, eso asombró al hombre porque pensó que la mujer no tenía esa habilidad.
O que las piernas de palo de ella no le permitirían correr, pero lo hizo.
Rápido, la mujer se coloca al lado de Pastor.
"Si, si quiero el trabajo."
"Lo necesito."
"Haré lo que sea."
Responde ella.
Muy bien, eso es lo que Pastor estaba necesitando escuchar.
"Esta noche no será tan ajetreada como lo son los fines de semana, pero resulta que hubo una junta de negocios cerca..."
Pastor toma en sus manos una tabla con un papel la cual colgaba de la pared primorosamente decorada con retratos de la princesa en cuestión.
"Bueno, pues tenemos reservaciones esta noche y tendremos casa llena."
Lo cual significa mucha remuneración para Pastor.
Y para las chicas, si claro.
Despues de que paguen sus impuestos con él.
Porque si ella son las princesas de este castillo del placer...
Pastor es el puto Rey al que tienen que pagar tributo.
Y eso lo aprendería muy pronto la mujer ahora mal llamada Madre Gothel.
***By Liliana Situ***
Valoro mucho tu opinión y voto.