Un burdel...
Eso es el lugar donde la pobre mujer ahora está trabajando!
Es lo más bajo que ella jamás esperó caer!
"Oye madre, vamos, date prisa."
Pastor indica pues aún quedan dos habitaciones que revisar para que los "señores" entren con las chicas quienes los estan atendiendo.
La mujer debate si debe renunciar o si debe seguir adelante...
Su situación laboral y de vivienda es desesperada, eso es cierto...
Pero ella está tan desesperada para aceptar trabajar en un burdel donde las hermosas chicas que ella conoció antes tienen relaciones íntimas con hombres mayores que bien podrían ser sus padres, tios o incluso abuelos?
Cómo fue el caso de la pobre Bella.
Su "señoria" resultó ser un viejo de sesenta años, bien llevados hay que decir, pues el señor se veía entero, fuerte y un tanto apuesto.
La mujer pensó cuando lo vió que debió haber sido terriblemente guapo en su juventud.
Bella no se quejó de su cliente de la noche.
Así como no se quejó, Jazmin.
O Elsa cuando le tocó atender a un par de gemelos.
O Ana que atiende a un hombre tan corpulento que la pobre mujer se asustó cuando lo vió.
En el pasado, la mujer escuchó rumores acerca de chicas que vendían su cuerpo por dinero.
Y también escuchó que a muchas de ellas las golpeaban, mutilaban o incluso llegaban a asesinarlas.
Además, la sociedad las señalaban como PUTAS lo cual es una terrible ofensa para cualquier mujer de buena familia.
Como la preocupada mujer quien ahora sostiene en sus manos dos toallas gigantes y un par de blancas colas de zorro.
"Dame las cosas, madre."
Ordena Pastor quien termina de arreglar la habitación que compartirán Rapunzel y Merida.
"Bien, vamonos ya."
"Suerte esta noche mis preciosas princesitas."
Pastor besa los dorsos de las manos de las chicas quienes visten un atuendo diminuto y sugestivo.
"Muy bien, solo falta Tiana y podremos comenzar a limpiar la habitación de Nieves."
"El tiempo de su señoria casi termina."
Limpiar?
Tambien había que limpiar lo que ellos hacían ahí dentro?
Pastor mira a la atónita mujer quien camina mas lento despues de ver lo que ocurre en el lugar.
"Te estás arrepintiendo de trabajar aqui?"
Cuestiona Pastor al estar cerca de la mujer, pero al ver su piel tan maltratada, dura y seca, él se aleja, su cara muestra su asco y horror.
"Yo...es que...no creí..."
Pastor sonríe al oír balbucear a la mujer.
"Creíste que sería fácil tu trabajo?"
"O tal vez no pensaste que trabajarias en un castillo donde los hombres más acaudalados de esta maldita y despreciable ciudad vienen para deleitarse la pupila y el paladar con las bellezas que habitan dentro de el?"
"Es eso lo que te esta molestando?"
Cuestiona Pastor de forma engreída.
"Si es así, puedes irte."
"Creeme, nada me hara más feliz que dejar de ver tu fea cara cada vez que volteo."
"Y no tendré miedo de que mis clientes se asusten contigo si por un jodido error llegaran a cruzarse en tu maldito camino."
Pastor mira su reloj, se da cuenta que va un par de minutos atrasado.
"Melody debe haber regresado a su salon de belleza, ve con ella, recoge tu bolso y vete, no te necesito."
Declara Pastor antes de echar a andar pero la mujer lo alcanza porque no quiere volver afuera donde no tiene nada ni nadie!
"Lo siento, quiero el trabajo."
"Puedo ayudar, aprendo rapido y me mantendré oculta."
"Por favor, no me eche a la calle, no tengo a donde ir."
Ruega la mujer, algo parecido a una poca lástima nace dentro de Pastor cuando escucha a la mujer suplicar.
Antes de convertirse en lo que es ahora, Pastor tambien vivió en la calle por un tiempo.
"Está bien, pero quiero que comprendas..."
Pastor comienza diciendo.
"Este trabajo requiera que seas discreta y que trabajes duro."
"No quiero que digas nada de lo que sucede aquí o te cortaré la lengua para que no puedas hablar con nadie."
"Entiendes?"
La mujer asiente muchas veces, algunas lágrimas se forman en sus ojos, pero no llega a derramarlas.
"Comprendo y me esforzaré desde ahora."
Asevera la mujer quien camina detrás de Pastor para terminar de arreglar la habitación de la última princesa antes de volver al principio del pasillo donde los guardaespaldas del hombre ya no se encuentran afuera de la puerta.
"Muy bien, entremos."
Ordena Pastor, lo primero que deja impactada a la mujer es el olor de la habitación.
Al principio olía a fresas, pero ahora tiene un aroma extraño que parece ser una combinación de sudor y algo de sangre.
"Como te fue querida mía?"
Cuestiona Pastor a la chica quien esta envuelta en una bata rosada con dibujos de la princesa que imita.
"Compró juguetes que quiere usar conmigo la proxima vez."
"Es una bestia insaciable!"
La mujer mira a la pobre chica quien parece exhausta y adolorida.
Es el turno de la mujer de sentir pena por la chica.
"Lleva a Nieves a la ducha de inmediato, tenemos solo veinte para que el siguiente cliente llegue."
Ordena Pastor a la mujer.
"Gracias."
Susurra con voz adolorida la chica cuando se levanta descalza y temblorosa de la cama deshecha.
Bishop entra a la habitación para ayudar a Pastor a preparar todo de nuevo.
"Espera..."
La chica se detiene un poco mientras toma aire y se lleva las manos al vientre.
"Podemos seguir."
Indica tomando la mano de la mujer quien observa que dentro de la ducha de la habitación hay una silla blanca y productos de belleza para la princesa.
"Ayúdame a sentarme por favor."
Pide la chica mientras mueve despacio sus piernas, la mujer lo hace y cuando retira la bata de baño del cuerpo de la niña...
"DIOS SANTO!"
La mujer exclama horrorizada al ver el cuerpo rasguñado y con marcas de dedos de la jovencita!
"No te preocupes, se me quitarán despues del baño."
Indica Nieves quien activa la ducha para que el agua caliente caiga por su magullado y usado cuerpo.
"Tienes mucho dolor?"
Cuestiona preocupada la mujer.
"Un poco gofe."
"Pero estoy acostumbrada, solo que ese bastardo se emocionó más al verme usando su maldito y costoso regalo."
Responde la chica antes de pedirle a la mujer la esponja y jabon liquido, agradece cuando las recibe pues debe darse prisa en dejar limpio su cuerpo.
"Ayúdame a levantarme."
Pide la chica quien se siente mucho, la mujer lo hace pero se asusta al ver que la chica sangra de su entrepierna!
"Estás sangrando!"
Exclama la mujer muy preocupada.
"Es normal, no grites."
Pide la chica quien termina de secar su cuerpo, Melody llega en ese momento.
La ropa diminuta de Nieves de encuentra sobre la cama, la cual ahora tiene sábanas limpias y una frazada de color rosado.
"Solo quedan dos clientes más y podrás descansar querida mía."
Pastor declara antes de besar la mejilla de la chica quien sonrie tristemente.
Melody trabaja rapidamente maquillando de nuevo a la chica antes de secarle el corto cabello oscuro y estará lista para servir a otro hombre.
"Vayamos a la habitacion de Aurora ahora, debemos..."
De pronto una alarma suena en todo el lugar, las luces rojas se encienden en todas las habitaciones y el pasillo.
Pastor escucha correr a los hombres en el pasillo.
"OH CARAJO!"
"NO MALDITA SEA!"
"Todo iba tan bien esta noche!"
Pastor junto con Bishop buscan sus armas, ambos las empuñan cuando salen de la habitacion de Nieves.
"Que sucede?"
Melody es la que responde la pregunta de la mujer.
"Un hombre infringio las reglas del castillo y pagará las consecuencias."
"No importa que tan poderoso sea, nadie puede hacerle daño a las princesas del Castillo."
Cuando sale de la habitación de Nieves, la mujer observa a cuatro hombres vestidos con un traje rosa que escoltan fuera al caballero que acaba de perder sus privilegios en el castillo.
"NO ES JUSTO!"
"Tengo derecho a comprar todo el maldito tiempo de mi puta princesa!"
"JAZMÍN!"
"Vendré por ti princesa mía!"
"ME PERTENECES!"
"PASTOR TE ARREPENTIRÁS."
La mujer no sabe de donde salieron esos altos y musculosos hombres que empujan fuera al hombre que no se para de gritar.
"Bueno, es un descanso para nosotras."
Declara Nieves, la mujer observa que los demas "señores" abandonan las habitaciones de las princesas y no se ven para nada felices.
Cuando todos los hombres desaparecen del pasillo, la mujer escucha gritos masculinos, reclamos y groserías.
De pronto todo queda en silencio, luego, un sonido parecido a una pequeña explosión hace brincar a la mujer.
Las chicas se rieron después de verla, ninguna de ellas está asustada.
"Gracias por su comprensión, señorias, pueden retirarse en paz."
Pastor les indica a los hombres quienes se marchan, todos tienen una cara furiosa al salir.
"Muy bien, prosigamos con los siguientes clientes!"
"Y espero que que estos señores si se comporten."
La mujer observa que aún quedan hombres ataviados con finos trajes esperando ser atendidos por las princesas del castillo.
***By Liliana Situ***
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