El rumor de la salida de la mujer corrió rápido entre las princesas quienes no pueden creer que Pastor le haya permitido salir y sola a la calle.
Y no solo eso, sino que además llevo una gran cantidad de dinero con ella, pero en vez de huir como cualquiera de ellas lo hubiera hecho, decidió volver por voluntad propia al castillo.
"Yo hubiera comprado un boleto de autobus para huir lo más lejos posible de este maldito lugar, se que no puedo regresar a mi país natal porque no tengo pasaporte ni mucho menos documentos personales..."
La princesa de largo cabello rojo deja de hablar porque no solo está describiendo su triste realidad, sino también la de todas las demás princesas quienes tambien bajan la mirada al suelo para ocultar la amarga decepción.
"Y que hubieras hecho después Ariel?"
Demanda saber Aurora mirando fijamente a la chica de piel pálida que está sentada sobre la cama junto a Rapunzel, Bella, Nieves, Ana, Tiana y Merida.
"En verdad quisiera saber que mierda hubieras hecho tu sola allá fuera cuando ni siquiera puedes conseguir que tus clientes dejen una propina decente."
La chica aparta con un manotazo el cepillo que Elsa sostiene en su mano ya que le estaba cepillando el largo, brillante y hermoso cabello rubio.
Levantándose de su rosado taburete acojinado frente al gran y lujoso espejo de su tocador, Aurora camina con diabólica elegancia hacia las princesas quienes se congelan de miedo.
"Ninguna de ustedes, estúpidas y débiles chicas serían capaces de sobrevivir en el mundo real."
Asevera la malvada chica.
"No sabrían como administrar el dinero, estoy segura que lo gastarían en tonterías como dulces y golosinas y no pensarían en conseguir un lugar donde vivir, mucho menos en comprar una identificación y documentos falsos para conseguir un trabajo honesto."
Sentándose en el sillón frente a su cama, como la autoproclamada reina que es, Aurora continua con su cruel discurso mientras asesina con la mirada a todas las tontas frente a ella.
"Y aunque de alguna manera sus cabecitas huecas lograran pensar de forma racional, todas ustedes serían fácilmente engañadas por hombres que les harían estupidos juramentos de amor y protección que ustedes creerían porque son demasiado ingenuas."
"Entiendanlo de una vez, el caballero de armadura brillante que monta un caballo blanco y las protege de los hombres malvados como Pastor, no existe."
Asegura la bella Aurora.
"Y entonces ocurrirían dos cosas."
Continua con su insensible monólogo la chica.
"Se convertirían en la "amadisima" esposa de un bastardo hijo de puta quien no tardaria en embarazarlas de la mayor cantidad posible de molestos, chillones y hediondos bebes, logrando que ustedes engorden como vacas y se vuelvan descuidadas y feas para que ningun otro hombre se fije en ustedes."
"O lo segundo que pasaría es que los hombres les robarían el poco de dinero que aun les quedara o en el peor de los casos, ellos mismos les prostituirian para que ganaran dinero con su cuerpo."
Las expresiones de terror y desconcierto de las princesas son visibles despues que escucharon lo que dijo Aurora.
"Ahora entienden porque ningúna de ustedes sobreviviría más de un año sin mí?"
"Es por eso que soy la lider de este prostíbulo de alta gama."
"Porque ustedes son unas ignorantes, estupidas..."
El fuerte ruido de cosas cayendo al suelo interrumpe las denigrantes afirmaciones de la altanera princesa.
"No soy ninguna estúpida o ignorante, Aurora."
Ana enfrenta con repentino valor a la chica.
"No soy ingenua, se como funciona el mundo, fui la última en ser traída a este maldito lugar así que viví algunas experiencias en la vida real."
Afirma la chica de larga trenza rojiza y pequeñas pecas que salpican su nariz, Aurora alza las cejas mientras sonríe de forma peculiarmente aterradora.
"Tienes razón Ana!"
Levantándose de su asiento, apartando con su pie su lujosa bata de satin rosa pálido con su nombre bordado en hilo de oro, o eso es lo que le comento el gordo hombre que se la regalo, Aurora camina hasta quedar frente a la chica que la reta.
"Y tienes tanta experiencia en la vida que terminaste en este lugar donde eres violada, golpeada y manoseada por asquerosos hombres degenerados y depravados que le pagan cantidades obscenas de dinero a un hijo de puta sin escrúpulos que se vuelve millonario a costa de nuestro sufrimiento?"
Ana desea contradecir a la chica pero no puede.
"No."
Responde avergonzada la chica mientras aparta la vista de los penetrantes y terroríficos ojos azules de la chica.
"Todas fuimos engañadas para quedarnos en este lugar, todas fuimos vendidas por alguien en quien confiábamos o amábamos."
"No tuvimos otra opción más que aceptar este cruel destino de nuestra belleza."
Para desahogar su reciente furia, Aurora empuja de lado a Ana quien termina cayendo al suelo, lastimandose la mano en el proceso.
"Hubiera preferido nacer siendo hombre y no vivir este calvario por ser mujer."
La enfadada princesa observa que Elsa y Ariel ayudan a levantarse del suelo a Ana quien intenta controlar sus ganas de llorar de impotencia, dolor y coraje.
"La belleza junto con la juventud son una maldición, un cruel chiste del destino si no podemos usarlo a nuestro favor."
Suspirando decepcionada, la princesa toma se deja caer sobre su taburete antes de mirarse de nuevo en el espejo.
"Daría todo por ser tan fea y ordinaria como la horrenda esclava."
Susurra la chica mirándose al espejo antes de escuchar que suena la alarma que les indica que deben ir con Melody para prepararse para complacer, un día más, a esos brutos bastardos hijos de puta por lo que todas las chicas caminan fuera de la habitación de Aurora donde estaban reunidas.
Ajena al enfrentamiento que tuvieron las princesas, Melody es la primera en darse cuenta que algo ocurrió porque nota las caras depresivas de Nieves y Rapunzel por lo que toma con sus manos los delgados hombros de la chica para interrogarla, pero ella rehuye mirarla a los ojos.
"Estoy bien, solo estoy cansada, no dormí bien."
Susurra por respuesta la chica de piel palida, corto cabello n***o azabache y mirada vacia y triste, tras mirar a Rapunzel quien toma asiento mientras mantiene la mirada en el suelo, Melody se da cuenta que algo no esta bien, pero ellas no le contaran que ocurrio.
"Está bien pero saben que pueden hablar conmigo de lo que sea, entienden?"
"Lo que sea."
Declara la bella chica vestida y arreglada primorosamente al estilo de los años cincuenta, las dos princesas asienten sin muchas ganas una sola vez.
"Me iré ya Melody, te veré más tarde."
Comenta la mujer quien estaba también en el salón de belleza pues había terminado de arreglarse y vestirse para comenzar su día de trabajo, al salir se encuentra de frente con Aurora quien no oculta su odio por la mujer, cuando estaba a punto de gritarle y humillarla de nuevo Jazmin aparece al lado de la mujer para protegerla.
"Ahórrate tu veneno Aurora, ya hiciste suficiente daño por este día."
Ordena la bella chica de bronceada, suave, perfecta y perfumada piel, Aurora hace una mueca de asco antes de entrar para que Melody la arregle.
"Que no te importe lo que ella te diga o haga, Aurora no es más que una chica amargada y resentida que se cree la reina del lugar, pero no lo es..."
"Solo somos costosas, maquilladas y muy producidas trabajadoras sexuales."
Indica con voz triste la bella Jazmín antes que Bishop aparezca y le pida que la acompañe porque Pastor necesita hablar urgentemente con ella.
"Madre vaya a preparar las habitaciones de inmediato, en cuanto pueda iré a ayudarle."
Ordena el chico entregándole de prisa la tabla llena de hojas con las variadas especificaciones de los clientes que seran atendidos esa noche.
"No siempre te defenderá la perra de Pastor."
Amenaza Aurora apareciendo ese momento en el umbral de la puerta, la mujer se sorprende porque creyó que la princesa no habia escuchado nada de lo que Jazmín dijo.
"Me encargaré de hacer que tu vida sea un infierno en este lugar, justo como es mi vida."
La mujer observa que Merida charla con Melody por lo que la maquillista no puede salvarla de la malvada Aurora por lo que decide caminar lentamente hacia atrás para alejarse lo más posible, pero sin saber como de pronto cae al suelo, obviamente fue empujada con fuerza por la maliciosa chica.
"Ninguna de nosotras es feliz en este lugar y tu, asquerosa esclava, serás tan infeliz como lo somos."
El pie de la bella chica golpea el costado de la mujer quien emite un quejido ronco debido al agudo y sorpresivo dolor en sus costillas.
"Hubiera sido mejor que no regresaras, horrenda escoria humana."
Con esta última amenaza la perversa y resentida chica entra al salón de belleza antes de dar un fuerte portazo para dejar fuera a la pobre y adolorida mujer quien solloza en el suelo.
***By Liliana Situ***
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