"Entendió lo que debe hacer madre?"
Cuestiona por segunda vez Pastor al ver la cara confundida de la mujer, Bishop y Jazmin miran en silencio la escena.
"Creo que si, pero porque quiere que yo..."
Casi cuestiona la mujer quien tiene muchas dudas acerca de lo que Pastor le ordena.
"Porque nadie dudará de usted y menos si dice exactamente lo que le dije, ahora responda entendió bien lo que debe hacer?"
Al no tener más opción la mujer contesta que entendió bien y que hará todo tal como le instruyó Pastor.
"Muy bien, ahora salga a cumplir lo que le ordeno y regrese de inmediato, no hable con nadie y trate de que nadie la vea cuando entre de nuevo al castillo."
Empujando fuera a la mujer quien no puede creer que ahora la echen del lugar, Pastor cierra la puerta de cristal con seguro, Bishop y Jazmín se acercan para mirar fuera, los tres notan lo perdida y sorprendida que parece la mujer.
"Pues ya que."
Sin más remedio la mujer empieza a caminar por la acera, primero despacio pues siente algo de temor al recordar que en el pasado la gente en la calle la miraba con repulsión o se burlaban abiertamente de ella cuando pasaban a su lado.
Pero al ver que las personas no parecen notarla ni la miran como antes la mujer camina con más determinación y rapidez para llegar cuanto antes a su destino, cuando se encuentra frente al alto edificio ella respira varias veces para tranquilizar su acelerado corazón antes de entrar.
Para su buena fortuna el banco no está muy lleno de gente a esa hora por lo que la mujer se dirige a hablar con rapidez con el joven y elegante ejecutivo que se encuentra atendiendo a un par de clientes.
Tras explicarle lo que desea realizar el chico vestido con un traje gris le indica que tome asiento mientras espera que alguien le llame para atenderla a a brevedad posible.
"Señora Mandely?"
Después de un par de minutos la mujer escucha y mira a una elegante mujer llamar a alguien que parece no estar en la sala de espera.
"Perdón, es usted la señora Ofelia Mandely?"
Cuestiona la elegante ejecutiva de mediana edad mirando a la mujer quien parpadea confundida un par de veces antes de recordar que ese es el nombre impreso en su identificación y documentos falsos que lleva.
"Oh lo siento, si, si soy la señora Ofelia Mandely."
Se disculpa la mujer levantándose de su incómodo asiento para seguir a la ejecutiva a su oficina.
"Digame señora Mandely, que puedo hacer por usted esta mañana?"
Cuestiona con voz tranquila la ejecutiva quien le pide a la mujer que tome asiento lo cual ella hace antes de colocar la abultada bolsa negra de plástico sobre sus piernas la cual aprieta fuertemente con sus manos.
"Quiero abrir una cuenta de ahorros a mi nombre por favor."
Responde con nerviosismo la mujer, la ejecutiva responde que será un placer ayudarle antes de pedirle su identificacion y documentos los cuales ella entrega llena de miedo.
Y es que la mujer no quiere ser acusada de falsificacion de documentos o de ladrona por la enorme suma de dinero que lleva dentro de la bolsa.
"Muy bien señora Mandely, por favor podria confirmarme que sus datos estén bien?"
Pide la ejecutiva despues de haber tecleado los datos falsos de la mujer quien mira la pantalla de la computadora un momento antes de tomar la identificación falsa con su mano.
"Es que aun no me aprendo la direccion de mi nuevo domicilio."
Se excusa la mujer con la ejecutiva quien le comenta que no hay ningún problema.
Aliviada porque la ejecutiva no le preguntó cómo es que obtuvo tanto dinero, la mujer entrega la bolsa negra para que los billetes sean contados por una maquina rápida y eficiente.
"Por favor firme aquí y aquí."
Pide la ejecutiva a la mujer quien garabatea sobre la línea donde le indican la sencilla firma que aprendió, la cuál se trata de las iniciales de su falso nombre.
Cuando termina de hacerlo ella respira aliviada.
"Si tiene alguna duda estare encantada de volverla a atender."
La ejecutiva entrega el contrato firmado, una tarjeta y su tarjeta personal a la mujer antes de despedirse de ella con un fuerte apretón de manos.
Agradeciendo la amabilidad de la ejecutiva, la mujer camina hacia los cajeros disponibles en el banco para que después de introducir la nueva tarjeta plástica pueda revisar que el número confidencial sea el correcto y que la gran cantidad depositada sea la correcta.
Tras verificar que todo está bien la mujer retira la tarjeta, la guarda dentro de su sostén y camina de vuelta al castillo con prisa.
Al pasar frente a un edificio con ventanas tipo espejo la mujer se da cuenta de algo.
Afuera nada ha cambiado, los autos, personas y edificios siguen siendo los mismos, pero ella si ha cambiado.
Su rostro que antes parecía el de una persona moribunda y que causaba reacciones de asco a quien la miraba, ahora puede pasar por el de una ordinaria mujer vieja y delgada.
Y aunque no está vestida a la moda su ropa ya no luce andrajosa, sucia y enorme como la que solia usar antes.
En general la mujer se da cuenta que ahora tiene un aspecto normal.
Después de sonreír satisfecha la mujer echa a andar de nuevo para regresar a la que ahora puede considerar su casa.
Cuando está cerca del castillo la mujer camina más lento cuando se acuerda que las princesas son malas con ella, especificamente dos de ellas.
"Pero no tengo otro lugar a donde ir..."
Se lamenta la mujer quien se golpea la frente con la palma de su mano derecha cuando se da cuenta que pudo haber escapado de lugar pues llevaba consigo identificación y documentos falsos además de una gran suma de dinero!
Mientras se agacha para fingir arreglar su zapato la mujer mira a su alrededor mientras sigue regañandose en su mente.
Y es que a la mujer nunca se le ocurrió que podria haber comenzado de nuevo en otra ciudad, lejos de los maltratos y humillaciones de Aurora pero llega a la triste conclusión de que no podría haberlo hecho.
Además, el dinero que llevaba no le iba a durar para siempre y después hubiera tenido que buscar trabajo de nuevo para pagar su comida, servicios y gastos.
Además, a donde fuera no podría pagar por un chef y una ayudante de chef que cocinaran y sirvieran comida tan deliciosa y nutritiva como la del castillo.
Tampoco tendría gratis costosos cosméticos y productos de cuidado personal, muchos menos una maquillista profesional como Melody que se encarga de maquillarla y darle linda ropa.
Entonces la mujer llega a la conclusión de que prefiere aguantar su actual situación a volver a su difícil, estresante y dura vida de trabajo en una esclavizante fábrica.
Cuando se da cuenta que nadie esta cerca la mujer toca dos veces el cristal de la puerta de la oficina del castillo la cual se abre rapidamente, una mano masculina la jala dentro deprisa.
"Todo salió bien?"
Cuestiona Pastor ansiosamente preocupado, la mujer asiente mientras frota su adolorido brazo pues el jalon por parte de uno de los guardaespaldas la lastimó.
"Todo salió bien, aquí está todo."
La mujer deja sobre el elegante escritorio de madera de Pastor los documentos, su identificacion y la tarjeta, ella toma asiento sin que nadie se lo pida, en ese momento aparecen Bishop y Jazmín quienes parecen aliviados al verla de regreso.
"Revisaré la cuenta por internet, el número confidencial es el que te asigné?"
Cuestiona Pastor, la mujer responde afirmativamente.
Con ansiedad los tres se colocan detras de la pantalla de la laptop para ver lo que Pastor teclea, la mujer observa que las caras serias de los dos hombres y la princesa cambia a una de felicidad cuando sonríen.
"Hiciste un buen trabajo madre!"
Felicita Pastor a la mujer.
"Te ganaste un premio, a partir de ahora puedes elegir lo que quieras de los regalos que los clientes obsequien a mis princesas."
Ofrece Pastor a la mujer quien agradece antes de hacer un par de peticiones mas.
"Gracias pero tambien quisiera que se me permita regar diariamente el jardín..."
Pastor responde que puede ayudarle al jardinero tanto como ella desee.
"Y quiero salir de nuevo."
Los tres se miran confundidos por lo que la mujer pide pero Pastor accede sin problemas.
"Les dije que pasaría la prueba."
Comenta Pastor hacia Jazmín y Bishop después que la mujer se marchó a realizar sus actividades.
"Pero estabas preocupado de que la esclava no volviera de nuevo."
Responde Bishop mirando a Jazmín y a su jefe quien mira la tarjeta y documentos en sus manos.
"Pero volvió y eso es lo importante."
Finaliza la charla Pastor cerrando su laptop antes de besar la tarjeta que contiene su primera inversión legal.
***By Liliana Situ***
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