Oriana Valladares A la una de la tarde en punto, mi cita ya me está esperando en el pasillo. Al verme, arquea las cejas con un gesto coqueto y me mira de arriba abajo. —Me gusta la idea de que seas mi novia, aunque sea de mentiras. Te ves espectacular, querida Oriana —dice Math, y yo me sonrojo. —Gracias por hacer esto por mí. —No deberías hacerlo, es darle demasiada importancia, pero bueno, es tu decisión. En ese momento, las puertas del ascensor se abren y ambos entramos al mismo tiempo. Las puertas se cierran, dejándonos solos en un espacio reducido, y siento la tensión. El silencio entre nosotros se vuelve incómodo, y deseo que lleguemos rápido al primer piso. —Oriana... —Dime, Math. —Solo lo haremos esta vez, pero quiero que dejes de darle importancia a ese imbécil. Eres una m