Marlín Brenes bajó rápidamente y salió rumbo al restaurante de Daniel Bruce. Este último contemplaba desde las cámaras con una sonrisa de medio lado los movimientos de Kristhel, no había dejado de observarla desde que ingresó a trabajar, había notado que aquella jovencita era una inútil, no sabía ni freír un huevo, cada tarde y fin de semana era regañada por el chef o cualquiera de los que estuvieran a cargo, definitivamente ella no era la empleada que necesitaba en esa área, se notaba que jamás se había parado a una cocina y que no sabía desenvolverse en lo absoluto. Soltó un profundo suspiro y agarró el teléfono. —Merf —Dígame señor. —Puedes decirle a Kristhel Randall que suba a mi oficina. —Ahora mismo, señor. —¡Gracias! La mujer caminó hasta la cocina, se paró en la puerta y desd