La mejor noche de mi vida. Si. Definitivamente así se sentía. Me doy la vuelta en la cama y abro los ojos para encontrarme con la sonrisa de Enzo —Buenos días—dije imitando su sonrisa e inclinándole para besarlo rápido —No tienes ni idea bella—me devuelve el beso —Necesitamos salir de esta cama—le informó removiéndome—Necesito ir a trabajar— le recuerdo —Aguafiestas—rezonga y me río—Esta noche me gustaría que fueras al casino—dice Enzo de repente. Estamos acostados en la cama y el sol de la mañana se filtra por mi ventana —Sabes que ir al casino por la noche no me gusta mucho—le recuerdo mientras me desperezo y la sabana se desliza por mis pechos —No quiero estar mucho sin ti—se inclina y besa el espacio de mi cuello y con su mano acaricia mis pechos—Podemos irnos temprano y luego va