Me miro en el espejo que está en el closet de la habitación de Enzo y me doy un último retoque en los labios. Llevo un vestido de lentejuelas dorado largo con un escote en v profundo y de espalda baja. Si. Es un poco escandaloso, pero lo amo. La apertura en la pierna derecha le da un efecto matador. Mi cabello corto esta peinado hacia atrás dejado mis rasgos al descubierto y mis ojos son oscuros acentuándolos. El toque final lo dan mis delicadas sandalias. Me rocío un poco de perfume y salgo de la habitación en busca de mi pequeño bolso. Después de dejar la oficina esta tarde, Enzo nos trajo a su departamento en el centro de Palermo y deje mis cosas para ir al casino y pasar la noche. Hay un ligero golpe en la puerta antes de que Petra abra la misma y me mire detenidamente un momento —La