Savannah luchaba contra los pensamientos intrusivos que la hacían llorar y asustarse, en su mente todo era oscuro, creyendo que finalmente Leonel se había deshecho de ella, dejándola ahí, sin saber dónde estaba, pensaba que pronto se volvería una vagabunda entre las calles, que tendría que buscar una forma de sobrevivir, sus fantasías más absurdas no le daban tregua, pero pronto también se volvió razonable ¿Y qué tal si solo había tenido un contratiempo? ¿Qué tal si ahora la estaban buscando enloquecidos preguntando al psicólogo? Sintió algo de fe y caminó de regreso, no importó que la lluvia empapara su cuerpo, con agua fría, ella solo quería llegar hasta ahí. Caminó por varias calles hasta acercarse a la casa del señor Jones. Habían pasado ya tres horas desde que él le dio la terapia.