La mosquetería rompió el silencio, cien mosquetes disparando a la vez con las bengalas destruyendo la noche y las nubes de humo de pólvora acre y blanco.
"¡Dispérsense!" gritó Lindsay cuando los hombres comenzaron a caer. "¡Disparen cuando les diga!"
"¡Pónganse de pie!" ordenó MacKim a sus hombres. Podía decir por las bengalas de fuego que los franceses estaban todos en el lado sur del río. Sus hombres estaban todos en el río congelado, expuestos y vulnerables. "Orden extendida, muchachos. Avancen lentamente y prepárense para apoyar al capitán Lindsay".
El cuerpo principal de los Rangers estaba confundido. Algunos intentaron devolver el fuego, otros corrieron hacia la orilla más cercana y otros se quedaron quietos, esperando órdenes coherentes. Los hombres de Kennedy comenzaron a dispar
