Corazones Valientes (En edición)

V

Remitente: Hannah Navarro.

Número 25, Jefferson Street, Lafayette, Luisiana, 70501

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Destinatario: Tte. Scott R. Johnson.

Estación Kodiak de la U.S.C.G. Isla Kodiak, Alaska, 99615

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Agosto, 24, 2010

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Tte. Johnson:

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Mis disculpas por las bromas de sus compañeros; solo buscaba evitar más confusiones; pero por lo que logro captar en esas pocas líneas… Ellos se aferrarán a cualquier detalle para bromear al respecto, y temo que no puedo ayudarle con eso.

Respondiendo a su pregunta...

No, señor Johnson. Usted no me rescató de ningún accidente; jamás he estado en Alaska ni en sus adyacencias; para serle honesta, rara vez he salido de Luisiana. En realidad fue mi hermano el que recibió su ayuda.

Marcos vivía en Seward desde enero del año 2006. Él, que anteriormente vivía aquí en Lafayette, decidió mudarse cuando le ofrecieron un mejor empleo que el que tenía aquí. Trabajaba en un barco pesquero, y lo cierto es que estaba yéndole muy bien; su vida y su situación económica habían mejorado, pero hace aproximadamente año y medio, durante una expedición en el mar de Bering, hubo una tormenta, y fueron azotados por un fuerte oleaje. Las bombas de achique eran viejas y dejaron de funcionar, y el barco empezó a hundirse. Ellos emitieron un llamado de emergencia y la Guardia Costera respondió de inmediato; había siete tripulantes en ese barco y los siete fueron sacados de ahí por un solo rescatista… Usted.

Según tengo entendido, en ese momento no contaban con más personal para agilizar el rescate, así que acudió usted como único nadador en la misión, y a pesar del infierno glacial que se había desatado esa noche, se aseguró de sacarlos a todos de ese barco, poniendo en riesgo su vida en el proceso.

Por lo que sé, usted cayó inconsciente al instante que regresó al helicóptero y estuvo fuera de servicio un tiempo debido a una lesión en la espalda sufrida durante ese rescate, o al menos eso es lo que pude conocer en mis investigaciones. De ahí mi agradecimiento hacia su persona. Sus acciones de ese día merecen todos los aplausos, reconocimientos y mi admiración eterna.

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Es usted un hombre muy valiente…

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Gracias por eso.

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Hannah Navarro.