Narrado por Enzo Santoro Negro sobre n***o, resentimiento sobre resentimiento, venganza sobre venganza. Si alguien me preguntase quién era, qué quería o por qué era como era, esas eran buenas palabras para describirme. No tenía nada más para dar o qué explicar de mi identidad. Yo no era nada, yo no era nadie, así fue cómo mi vida quedó después de la partida de las personas que le daban algo de forma a mi existencia. Mi madre, mi padre, mi hermana y mi esposa. La muerte de mi madre, mi moldeadora principal, la que me impuso quiénes eran mis rivales y aliados, me dejó resentido. La muerte de mi padre, complacerlo era mi mundo entero, me dejó sin propósito. La ida de mi hermana, mi enemiga principal, asombrosamente me dejó vacío. Pero ninguna partida impactó tanto en mi existencia como la