Connor Petrova.
Muevo mi lápiz de un lado a otro y mi pierna se une, miro cada veinte segundos la hora.
Hoy es sábado y por ende término más tarde de trabajar, por lo menos siempre sin falta el día sábado ese hombre no está.
Cleo, necesito llegar rápido a casa.
Son las dos, con seis minutos y treinta segundos.
Observó a Marcos que está aburrido en su puesto. Hoy el trabajo no está tan concurrido.
Suelto un suspiro cuando el dolor en mis costillas regresa.
Por un momento dejo que mi mente vuele.
Viaje a esos momentos donde era feliz, dónde mi familia estaba completa.
Dónde todo estaba bien.
Me recargo en la mesa para que el dolor sea menos, hago una mueca cuando paso mi mano por el costado derecho.
—La próxima vez que llegues tarde te irá peor—Esa fue su amenaza después de golpearme con un bate.
No entiendo cómo aún sigo vivo, es imposible que aún camine en esta tierra sin ningún percance.
Vuelvo mi vista al reloj.
Dos con siete minutos y diez segundos.
Suelto un bufido.
—Oye—Marcos me palmea la espalda, hago una mueca y muerdo mis labios para no soñar un gemido lastimero —Ayer vino una chica preguntando por ti.—Suelto un suspiro, cierro los ojos y doy media vuelta—Se llama, ¿Zuri?—Niega—¿Zoe?, ¿Zusi? Si ese es su nombre, vino y preguntó por ti, pero yo le dije que ayer era tu día libre y por eso no estabas aquí—
—Ok—
—Se fue muy triste por no lograr verte—Él mueve sus cejas, yo solo ruedo los ojos—Ella gusta de ti—
—Pero yo de ella no—
—Sabes necesitas una buena follada para que se te quite lo amargado.—Mis mejillas empiezan a arden, él está por agregar otra cosa pero la campana anunciando un nuevo cliente lo interrumpe —Joder—susurra con los ojos bien abiertos.
—¿Qué?—Lo miro sin entender en solo me agarra por los hombros volteandome—Mierda.—Pronuncio asombrada al ver a dos chicas hermosas.
Ambas van hablando muy animadamente, una de ellas se ríe y niega con la cabeza, su cabellera castaña se mueve de un lado a otro, su tez blanca da un contraste perfecto.
La otra chica de piel oscura la toma de la mano guiandola hacia una de las mesas, sus risos color negros que caen como cascada hasta sus hombros, son...
—Hermosas.—Marco me roba las palabras.
—Hermosas.—digo totalmente de acuerdo con él.
—Una para ti y la otra para mí.—Yo solo frunzo mis cejas—No importa cuál, juguemos piedra, papel y tijera—
Yo sólo niego estando en desacuerdo.
—Para nada, son lindas pero no me gustan.—Él me mira como si estuviera loco.
—Bueno más para mi, quizás hagamos un trío—Niego.
—Ve, Romeo—
Él solo se peina el cabello y va hacia la mesa de esas chicas para atenderlas. Me río divertido de él cuando intenta coquetear con ellas y ninguna de las dos le para.
Cuando se voltea y me ve solo levanto mis pulgares riéndome.
—Chicas difíciles.—dice cuando llega a mi puesto en el cajero.
Ninguno de los dos dice algo más, él está muy concentrado mirando a las chicas.
Flashback.
—¿Cómo sabré que es la correcta papá?—
—Solo lo sabes, tu pulso se dispara, no dejas de pensar en ella, sientes un cosquilleo y no puedes quitar la mirada de ella, es como si todo tu cuerpo supiera que ella es la indicada y te lo está haciendo saber—
Fin del flashback.
Sonrió por ese recuerdo.
Quisiera que las cosas fueran como antes.
Que mi padre fuera el hombre que recuerdo cuando era niño, que mi madre estuviera viva.
Todo fuera distinto.
Cloe estuviera con nosotros. Cloe mi pequeña hermana ¿Dónde estaras?
—Ten.—Marcos deja un papel en mis manos.
—¿Qué?—
—Dáselo a la castaña—
Doy media vuelta encontrándome con las dos chicas, la castaña me pasa el dinero sin verme.
—Su cambio.—Ella me mira suelta un jadeo, me observa, mis manos me empiezan a temblar—Aquí te mando el chico que las atendió.—Extiendo el papel y el cambio.
—Gracias.—Su voz sale suave, me da una sonrisa y sale junto a la otra chica.
—Te juro que hoy no duermo, que salgo con esa chica o con la otra salgo o quizás con las dos.—Ruedo los ojos.
Salgo del trabajo tronando mis huesos, me duele todo el cuerpom
Meto mis manos en mis bolsillos y emprendo el camino hacia donde es mi "hogar".
No pasa mucho tiempo cuando a lo lejos la divisó, su aspecto hace que mi cuerpo se estremezca.
Se ve como una casa abandonada, como si nadie viviera aquí.
Me acerco y cuando abro la puerta una bolita con el cabello rojo se lanza a mis brazos.
Sus sollozos me alertan, cómo puedo la separaro de mi revisandola.
—¿Que tienes?—Le digo aterrado de que ese hombre le hiciera algo—¿Él?—Ella niega haciendo que pueda respirar en paz.
—Soñe con Cloe hermano, soñé que ella estaba hablando, diciendo que estaba bien, que estaba en un lugar tranquilo y estaba siendo cuidada por una señora muy bonita y amable—Sus sollozos aumentan—Hermano la extraño, siento que me falta algo—
Sus ojitos inyectados de sangre me parten el alma.
Solo es una niña, una niña que recuerda muy bien cómo fue apartada de su gemela, su otra mitad.
—Ella está bien, Cleo, ella está bien—Hace un puchero.
—¿Lo prometes?—
—Lo prometo —
—¿Por el meñique?—o estira.
—Por el meñique—Uno el mío con el suyo dando un beso en nuestras manos—Ahora a dormir es muy tarde—
Ella asiente dando un bostezó, coloca su cabeza en mi hombro.
Subo las escaleras introduciendome en el pasillo hasta llegar a su cuarto, la dejó en su cama, dejó un beso en su frente y salgo hacia mi cuarto.
Un dolor en mi pecho vuelve pero con mayor intensidad, todo me da vueltas.
Mi respiración se vuelve un caos, mi vista se vuelve borrosa.
—¡AAAH!—Caígo de rodillas.
Mi corazón martillea rápidamente, el dolor se incrementa, es como si mi corazón quisiera salir.
—Connor.—su voy acompañado con una risa cálida hace que mi corazón vuelva a latir con normalidad.
—¿Quien eres?—
—Encuentrame, Connor—Su risa hace eco, cuando reacciono una sonrisa sincera tira de mis labios.
¿Cómo están?
Mi mente me estaba jugando una mala pasada, pero no puedo dejar de escribir, amo crear mis propios mundos, trazarlos a mi gusto no es pasatiempo es mi vida, escribir es mi vida.
Espero que supieran quienes eran las chicas.
Oded y Falown ya hicieron su pequeña aparición, Marquitos, Marquitos estás soñando mucho..
Marcos, tiene su camino bien marcado.
Aquí tienen la primera impresión de ellas en Connor.
Voten.
Comenten.
Eso ayuda mucho a la imaginación, en saber que les gusta.
Hasta la próxima por el mismo canal a la misma hora.