Babilonia, Esfinge.
Jeriko Yakuza
Los tacones resuenan en el suelo conforme continuo subiendo las escaleras de la escalera de espiral, mi espalda está tensa y mi pecho algo apretado, voy a aclarando la garganta mientras continuo caminando.
Los tenues rayos del sol se asoman por los ventanales, el ambiente está cálido pero fresco a su vez, puedo escuchar a la multitud a medida que me hacerlo al final de las escaleras, observó embelesada la arquitectura del lugar, todo azul metalizado, todo cristalino, tal y como una torre de Babel.
Después de haber tenido esa larga charla con mi padre pude entender que debía deshacerme de Howl tan rápido como fuera posible. Por ello lo envié justamente en donde estaba su verdugo, justamente donde mataría dos pajaros de un tiro, una vez terminara mi discurso iría a Ardoscan a escondidas de mi padre para satisfacer mi despiadada necesidad de ver el sufrimiento en los demás.
Suspiró.
— ¡Jeriko!—Gritan con fuerza algunos sin siquiera haberme visto aún.
— ¡Transcender!—Ovacionan.
— ¡Innovación!—Gritan otros.
Al final de la escalera se encuentra Markus con un traje puesto, con una mirada sería y con el brillo irregular de sus circuitos corriendo por todas su extremidades.
—Llega tarde emperatriz—Refunfuña.
—Llegue justo a tiempo—Espeto.
—Se estaban impacientando—Explica con obstinación.
Me encantaba ese intento del IA por parecer más humano de lo que debía.
—Pues cálmate su impaciencia—Sonreí.
—Su padre está en la otra torre justo con sus hermanos Solaris y Magnes—Frunce el ceño—Dijeron que no querían ponerte nerviosa—Suspiro.
— ¿Nerviosa?—Siseo— ¡Justo ahora estoy tan caliente que te haría cogerme aquí mismo!—En tono sensual—Empecemos—Impero.
—Está bien emperatriz—Se inclina ante mi mientras coloca una esfera dentro de un panel blanco.
Me acero al balcón flotante y puedo oír a la entusiasmada multitud dar aplausos y gritos de emoción.
— ¡Buen tiempo! Trascendentales orgullosos—Expreso con amabilidad.
Estoy conectada a bocinas alrededor del recinto y a muchas pantallas en muchos lugares del universo.
Sonrió complacida.
Todos guardan silencio.
—Hoy es un día simbólico para nuestro avance—Sonrió—Hoy es un día que marcará la historia—Cierro los ojos y prosigo— ¡Hoy es el día en el que la tecnología ha superado todas nuestras expectativas, ha cumplido cada una de nuestras fantasías y nos ha dado el poder que necesitamos para llegar a donde estamos ahora!—Grito con emoción— ¡¿Quién dijo que las máquinas nos destruirían, qué serías demasiado para nuestro control y qué se revelarían contra su creador?!—Increpo.
— ¡Los conservadores!—Responden coléricos.
— ¡Sí!—Sonrió—Ellos a sumieron con pruebas falsas que nuestras creaciones nos destruirían, pero no...—Bajo la mirada— ¡Tenemos todo el control de ellos, somos el partido más apropiado para dirigir la organización universal unida, somos inquebrantables y tenemos pruebas de que han intentado frustrar nuestros logros!—Frunzo el ceño molesta.
Puedo escuchar los abucheos.
—La Instalación espacial Mérida fue atacada por Félidos—Gruño— ¡Félidos que pertenecen a los conservadores, declaró abiertamente que sean destituidos de su oportunidad de participación, porque han amenazado la paz, la paz que tanto nos ha costado mantener!—Amedrento.
— ¡Sí!—Gritan al unísono.
El bullicio me llena de excitación pero disimuló que no pasa nada más por mi cabeza.
— ¡Sino se hace justicia, nosotros haremos justicia por nuestras propias manos!—Concluyo.
— ¡Sí!—Gritan.
— ¡Estamos a un paso de ganar, estamos a un paso de demostrar que la robótica es un medio de vida estable y necesario, estamos a solo un paso de conquistar nuestro sueño!—Amena alzó la voz.
— ¡Sí!—Todos aplauden.
— ¡Tenemos libertad, tenemos valor y tenemos razón!—Explico—Tenemos derecho a vivir para siempre, tenemos derecho a salvar a nuestros enfermos y tenemos derecho a vivir en paz—Digo afable.
Aplauden con más fuerza.
—Entonces—Musito— ¡Somos Transcendentales! Transcender es un deber humano, es una necesidad y es una oportunidad—Grito— ¡Seamos forjadores de nuestros nuevos mundos, fijemos nuestra vista en el cielo, el lugar donde empezó todo, el lugar de nuestro mañana, el lugar de nuestro futuro y de nuestros sueños!—Concluyo.
— ¡Transcender es una necesidad humana!—Todos llenan el recinto con sus gritos.
Sé que quienes me ven a través de sus portales informativos también gritan, sé que todos me creen y que resultó creíble, estoy plenamente segura de que el enemigo será derrotado y la victoria es inminente.
— ¡Transcender es una necesidad humana!—Grito con una enorme sonrisa.
∆∆∆
Estaba tan deprimido como los demás, pero intento no demostrarlo, era el mayor de los tres, así que debía dar el ejemplo.
Kacknnis se acerca a mí y sonríe.
— ¿Estás triste verdad?—Interroga.
—Un poco—Suspiro.
— ¿Solo un poco?—Junta sus dedo índice y pulgar.
—Bueno mucho tal vez—Sonrió al abrazarla rápidamente.
Su vestido se agita en el aire al igual que su larga cabellera, no logro evitar seguir abrazándola.
— ¿Hoy no ibas a salir?—Pregunta Rem con intriga en lo que aparece por el pasillo.
—Si pero creo que me lo dejaré para mañana—Sonrió.
—Bueno—Se encoje de hombros.
—Deberíamos hacer algo juntos hoy—Propongo.
Ellos sonríen ampliamente.
— ¡Sí!— Gritan ambos.
Sonrió igual que ellos y mi corazón se siente en paz.
Rem entra en mi habitación con gran afán y empieza a empujarnos a Kacknnis y a mí para que salgamos. No puedo evitar reír puesto que su cuerpo enaltecido se ve tan gracioso conforme intenta sacarnos desesperadamente de la habitación. Kacknnis corre por el pasillo una vez nos encontramos sobre el marco de la puerta, mientras ella corre Go la prosigue a una distancia prudente para no hacer tropezar, solo tiene 7 años pero es muy lista para su edad. Su lagar cabellera castaña ondea en el aire mientras huye de Rem, yo en cambio los observó desde lejos hasta que soy sujetado por la Lucila el remplazó de Alanys, se siente caliente, más caliente que el metal normal, mis brazos son obligado a soportar instantáneamente ese ardor hasta que me incorporo rápidamente y logró alejarme de ella.
Era tan silenciosa, la caja de voz se la habíamos quitado porque pasaba el día diciendo cosas sucias, solo cosas sexistas, en cierto punto se volvió perturbador y Kacknnis empezaba hacer preguntas sobre ello, así que nos ahorramos un gran peso de encima en cuanto le remitimos la caja de voz.
—Lucila—Suspiro.
Me mira y extiende su brazo hacia donde Rem y Kacknnis, sonrió y entiendo lo que quiere hacerme entender, desea que vaya a jugar con ellos. Desde que cambie su modalidad de robot sexy a niñera se comporta de forma amable, atenta y cariñosa, su silencio no valía tanto como sus actos, pasaba todo el día atenta a todo, hasta el mínimo riesgo que pudiéramos correr.
Era una fusión entre Alanys y Alex la verdad, en el poco tiempo que pude pasar observándolo pude entenderlo. Y es que no son tan diferentes en sí.
— ¡Rem!—Grita Kacknnis mientras él le hace cosquilla en los costados del torso.
— ¡Dilo otra vez!—Exigió sin detenerse mientras la molestaba contra la pared metálica.
— ¡Mongo!—Grita con un chillido ensordecedor.
Cubro mis oídos porque a decir verdad su voz era lo suficientemente aguda como para romper el cristal de una ventana.
—Shh—Chito en cuanto los gritos empiezan a hacer temblar un cristal en mi habitación.
Rem se hace para atrás y frunce el ceño en cuanto logra escuchar los bramidos de Khoalmy. Era pleno medio día y el sol estaba insoportable a las afueras del búnker, Khoalmy tenía el hábito de dormir bajo tierra, escarbaba un agujero de 20 metros de profundidad y se ocultaba en el hasta que anochecía, pero el grito de Kacknnis lo despertó.
Salgo hacia la entrada y logró mirarlo frente a ella, es una criatura imponente, hermosa y magnífica que tiene un pelaje grueso, una mirada intimidante y una increíble ternura que emana de sus ojos.
Suspiró y levantó las manos hacia él, alzó la mirada hacia los casi 4 metros de altura.
—Tranquilo—Sonrió—No pasa nada, solo fue un juego entre Rem y Kacknnis, pero estamos bien —Afable me acerco a tocar su rostro.
Chilla preocupado hasta que ve a Kacknnis salir con un trozo de carne en las manos, lo lanza rápidamente hacia Khoalmy y este de inmediato lo sujeta con las mandíbulas para devorarlo en el instante, se sacude un poco y luego vuelve al agujero de dónde salió. Podía escuchar como la arena caliente lacera sus patas, mientras corre sobre ella.
Me incorporo al notar que Kacknnis está petrificada.
— ¿Qué pasa ojos azules?—La observó consternado.
—Solo tenía hambre—Nostálgica.
—Pues debes de entenderlo, lo despertaste antes de tiempo—Me agachó para poder verla frente a frente.
—No, solo tenía hambre y se levantó con este horrible calor para alimentarse—Solloza— ¿Que las si Alanys no vuelve? ¿Cómo vamos a alimentarlo? ¿Cómo vamos a sobrevivir? ¿Cómo vamos a ser felices sin ella?—Grito desesperada haciendo preguntas que eran cada vez más difíciles de responder.
La sujete en mis brazos antes de que se perdiera en la protección de su habitación, y empecé poco a poco a consolarla, conforme me sentaba justo en la sala frente al ventanal rectangular, desgastado, rayado y lleno de arena, cierro los ojos y empiezo acariciar su cabeza, mientras ella toma en llanto mi camisa y se refugia en mi pecho.
— ¿Sabías que Alanys es la mujer más fuerte del mundo?—Emito un dulce sonido conforme empiezo a formular una pregunta.
—No lo sabía—Sorbe sus mocos y me mira con nostalgia.
Intento verme seguro y esta vez lo intento desesperadamente.
—Pues te contaré una historia sobre ello—Sonrió con amabilidad y la pongo nuevamente contra mi pecho—En tiempos remotos había una niña, una niña fuerte y dedicada que vivía en un planeta con una estrella moribunda...
— ¿Moribunda?—Pregunta con incertidumbre.
—Que estaba muriendo—Explico con dulzura al darle un beso en la frente—El sol era extraordinariamente fuerte en el planeta que habitaba pero eso no le impedía hacer sus tareas diarias, su padre estaba enfermo y su madre estaba embarazada, así que ninguno podía cazar el sustento, pero ella sí, se dedicó día tras día a pelear a muerte con creaturas peligrosas y gente desquiciada, todo por su familia, todo por su hogar—Tomo una pausa—Su madre lloraba cada vez que traía en su cuerpo una herida nueva pero consigo una victoria, las heridas de su cuerpo desaparecían rápidamente, nunca dejaban marcas ni cicatriz alguna—Sonrió a la asombrada Kacknnis—Su padre se sentía avergonzado de sí mismo pero ampliamente orgulloso de ella, la vida en su planeta resultaba cada vez más difícil, empezaron las fuertes olas de calor y cada vez era más evidente que podían morir si se quedaban—Observo a Rem sentarse frente a mí con Go entre sus piernas posando su mentón sobre él, escuchaba atento y llevaba ya un tiempo sentado allí con Lucila el remplazo—Un día el régimen envío cargueros para poder salvar a las personas que estaban allí, puesto que su planeta estaba en mucho peligro, entonces la madre de la niña que ya había dado luz y el padre enfermo hicieron hasta lo imposible porque ellas subieran al carguero, ellos no pudieron subir...
— ¿Por qué pregunta Rem?—Preocupado.
—Porque ambos estaba débiles y enfermos con una peste que podía matar a quienes estaban sanos, resulta que los monstruos que la niña, cazaba algunos estaban enfermos y esto produjo eso en sus padres, pero la niña y el bebé eran inmunes a ello así que les permitieron vivir, sus padres se despiden desde la distancia en llanto con muchas otras personas que se encontraba allí, el terrible final para todos ellos llegó horas después de partir la gran nave... Pero la niña seguía fuerte, firme y sin cicatrices—Suspiro.
—Sus padres murieron—Musita Kacknnis con tristeza.
—Si—Afirma Rem.
—La niña llega a un nuevo planeta con un bebé en brazos y con habilidades únicas de supervivencia, allí conoce a un chico que la recluta para ser una gran asesina—Sonrió—Y lo es, es la más grande asesina del mundo—Digo embelesado.
— ¿Quién es ella?—Pregunta Kacknnis confundida.
Rem se levanta y posa heroicamente.
— ¡Pues es Alanys Berellon la más solicitada e invencible mercenaria del universo!—Exclama con voz dramática— ¡Es temida, requerida y admirada por todos los Protegidos, ella es simplemente extraordinaria, jamás morirá!—Grita mientras corre por la sala gritando ahogado.
Kacknnis y yo nos reíamos a carcajadas.
—Ya sé que es Alanys la de la historia—Explica con voz molesta y el ceño fruncido— ¿Pero quién es el bebé?—Pregunta haciendo pucheros.
Rem y yo nos miramos a la cara al mismo tiempo, evaluamos si es correcto decirlo y ya era tiempo de que lo supiera, tal vez no haría mucha diferencia pero sería lo mejor que podíamos hacer.
—Eres tú Kacknnis—Sonrió la tomar entre mis dedos su nariz.
Rem la ve con ternura y ella parece estar confundida.
— ¿Soy hermana de Alanys?—Asombrada.
—Si lo eres—Sonreímos ambos.
Ellas sollozan mientras dormita.
—No lo sabía, ella solo decía que era mi cuidadora—Cierra los ojos lentamente—Nunca creí que fuera mi hermana, aunque nos parecemos mucho—Sonríe al quedarse dormida.
Rem me ve con desaprobación, mientras cargo a Kacknnis hasta llevarla a su habitación, todas las paredes estaba pintadas con flores y plantas, tenía más rosados que otros color existente y su cama era amplia y tenía la apariencia de un enorme peluche, la metí entre las sábanas adornadas con soles y miré en su peinador que había papel, fruncí el ceño extrañado, hacía tiempo que no se usaba el papel por muchas razones.
Una de ellas era la creación de la tabla de escritura mental, todo lo que pensabas se plasmaba en ella y que el papel ya no se producía.
—Lo encontré y se lo traje—Dice Rem mientras está recostado del marco de la puerta.
—Encuentras muchas cosas raras—Arqueo una ceja y lo observó con preocupación.
—Tranquilo solo me lo dieron donde trabajo, pero tiene escritos extraños—Se cruza de brazos.
Salgo de la habitación apagó la luz.
—Go vigílala bien—Toco su cabeza en cuanto el entra en la habitación.
Me giro a verlo.
—Saldremos un rato—Le explico a Rem.
— ¿Con este sol?—Se queja.
—Iremos a un lugar—Suspiro—Dentro de poco empezará a llover—Digo mientras empaco lo que necesitamos en un bolso.
Señala el cielo.
—Está completa y totalmente despejado, acaso estás loco no va a llover—Frunce el ceño y refunfuña obstinado.
— ¿Pues a que crees que se debe este calor infernal?—Me encojo de hombros.
—El sol—Gruñe.
Me rió a carcajadas.
— ¡Obvio que el sol, Rem!—Sigo riendo hasta casi quedar sin aliento.
Lucila el remplazo se hacer hacia a mí con un código importante en las manos, llevaba un rato que no la veíamos y ya entendía el por qué. Tomo el pequeño cristal rápidamente en mis manos y puedo discernir que hay unos símbolos, Alanys estás acostumbrada hablar con símbolos que solo Howl y nosotros entendemos, observó detenidamente el cristal y vuelvo a mirar a Rem.
— ¡Estas vivos!—Grito de alegría.
—Al parecer salieron de Ardoscan...casi ilesos—Frunce el ceño.
— ¿Qué pasa?—Digo con incertidumbre.
—Pues... Her no está con ellos—Alarmado.
Rem estaba ilusionado con Her, es curioso que sus nombres se parezcan tanto, pero sus actitudes eran completa y totalmente distinta, Her y Rem se conocieron en Babilonia, Esfinge en una reunión en la que Alanys debía asistir como la prometida de Howl. No sé todo los detalles de ese día, pero ella se llevó a Rem como su chaperón solo porque él se lo suplico y allí conoció a Her, término suplicando a Howl la trajera cada vez que viniera a ver a Alanys y si es, la última vez que Howl vino, fue la última vez que Rem vio a Her.
— ¿Ella se quedó en el castillo?—Me limitó a preguntar.
—Helen la capturó como rehén—Parece estar perturbado.
—Ella es muy fuerte, además según lo que investigue Helen tiene es atracción es con adultos, adora a los niño en otro sentido—Trago saliva esperando tener razón.
—Lo sé—Sonríe—Yo también hice mis investigaciones—Pronuncia en tono severo.
Termino de empacar, ahora con la conciencia tranquila para poder sacar el auto del almacén y empezar a recorrer las dunas de arena conforme pasa el mediodía, desde que entramos en el Skype Rem no ha vuelto a decir otra palabra, al verlo de reojo me parece que está inmerso en sus pensamientos.
— ¿Rem dónde está la nave abandona de dónde sacas las cosas antiguas?—Interrogo severo.
Él sale de sus pensamientos con una expresión de confusión, estaba claro que él creía que nadie sabía, sin embargo, no lo sabía todo solo que existía una nave en algún punto enterrada en la arena que poseía tecnología antigua, Alanys me había comentado una vez sobre ello pero mi curiosidad no despertó sino hasta ese momento.
Solo intentaba callar mis tormentosos pensamientos.
—Al oeste en donde se miran los dos riscos—Señala con su dedo en la dirección que describe— ¿Por qué la repentina curiosidad, desde hace mucho que llevo cosas de allí a la casa?—Pregunta extrañado.
—Pues había unas inscripciones iguales en Alex ¿Lo recuerdas?—Explico—Solo quiero comprobar algo.
—Pues si lo recuerdo, cuando abrimos su pecho sin querer—Se ríe nervioso—Y casi morimos allí por curiosos—Se reí con fuerza—Casi me orino—Suspira avergonzado.
—Eres muy cobarde Rem—Replico.
Ladee mi rostro para verlo pero cuando me volví a mí asiento me encontré con una enorme sorpresa al frente, una increíble creatura emergía del arenoso camino hacia la nave, tenía una aterradora boca en forma de ciertas circulares y media más de 50 metros, su piel estaba agrietada y parecía emanar pus de la misma, tenía una gran cantidad de surcos h su cuerpo era parecido al de un gusano.
— ¡Un gusano de dunas!—Grito en cuanto tomo fuerte el mando del Skype y empiezo a girarlo rápidamente hacia la izquierda.
Desesperado empiezo a ver como el enorme gusano tuerce su cuerpo para intentar excavar justo donde estamos.
— ¡Acelera!—Grita Rem sujeto bien fuerte del asiento.
— ¡Esto es lo máximo!—Digo alarmado cuando finalmente salimos de peligro.
La enorme creatura de entierra nuevamente en la arena y después de casi dar un vuelco en el Skype Rem y yo con nuestras respiraciones alteradas empezamos a reírnos.
—Íbamos a morir—Suelta Rem.
—Iba a ser una muerte muy graciosa—Me río.
—Pues ya llegamos—Dijo serio al observar los riscos.
Grandes piedras erosionadas por las lluvias y los incesantes golpes de la arena se ciernen sobre nosotros.
Suspiró en cuanto avanzamos lentamente entre las escarpadas estructuras en forma de conos, no hay duda que estábamos inmersos en una aventura un tanto riesgosa y al mismo tiempo entretenida.
— ¿Haces esto cada vez que vienes?—Pregunto mientras bajamos el Skype.
—Ah sí, suelo luchar contra el gusano y escabullirme dentro de las rocas con el Skype—Sarcástico—No claro que no, vengo... Con Kacknnis sobre Khoalmy—Frunce los labios.
— ¡Es decir que lo despiertan para esto!—Alzo un poco la voz.
—Si pues—Se encoge de hombros.
El lugar es fresco, mucho más fresco que el exterior a estas horas, me sorprende lo lejos que está del búnker y el pueblo en donde nos escondemos, unas dos horas, pero logró notar que las piedras poseen inscripciones extrañas.
Cuando me acerco a las rocas empiezo a palpar la piedra con mi mano derecha, la yema de mis dedos se aventura a sentir la textura rústica de la misma y es solo para seguir los trazos de palabras que no logro comprender.
—Alanys los escribió—Traga saliva—Venia aquí con Kacknnis porque no tenían en donde vivir, la letra, la nave enterrada, todo es de ella—Tuerce la boca.
— ¿Por qué yo no sabía nada de esto?—Horrorizado.
Me sentía apartado.
—Porque no lo necesitabas—Respira profundo—Yo me enteré por estar siguiéndola, pero no es algo muy lindo, Alanys oculta muchas cosas—Nostálgico—De algunas ni siquiera comprendo la magnitud—Parecía perturbado.
—Está bien—Intente aceptarlo y digerirlo con mucha velocidad— ¿Alex tiene inscripciones parecidas a estás, sabes leerlo?—Frunzo el ceño mientras me planteo una hipótesis en mis pensamientos.
—Es un código IA, pero no tengo idea de que dice—Cabizbajo—Eso solo te lo puede responder Alanys—Suspira.
—No sabemos cuándo vuelva—Entristecido—Ni siquiera comprendemos la magnitud de la situación en la que se encuentra—Alarmado.
—Pero volverá a casa—Sonríe lleno de esperanza.
—Eso espero—Suspiro con voz trémula.
Es difícil ser quién soy y vivir como vivo, con recuerdos sofocantes y abrumadores, con uno y mil defectos que me acomplejan, con rencor y confusión.
No sé si este listo para un mundo sin Alanys.