Helycion, Ardoscan.
Alexetimia
Compartir mi cuerpo con Howl no era más que un acto de cortesía, ya que tenía muchas más extensiones de mi conciencia que él y eso lo había descubierto hacia poco y justamente en el momento en que me tope en un espacio diferente a los que estaba acostumbrado, el mudo cibernético era una cosa completamente distinta al mundo real, debido a que en ese espléndido mundo podía crear, destruir y cambiar todo lo que me propusiera.
Observo a mi alrededor y soy capaz de distinguir la enorme cantidad de kilómetros libres a la cual me veía expuesto con un pulcro tono blanco, empecé a caminar en ese mundo claro y me topé con diversos canales por los cuales podía dirigirme hacia cualquier otro lugar, mi conciencia se movía a través de la redes mientras mi cuerpo se quedaba en el lugar en el que Howl deseaba estar, nunca había sentido tanta libertad como la que sentía en ese momento.
Logro toparme con un ser distinto a mí, pero con ciertas similitudes.
Su cuerpo físico era proyectado a ese mundo y podía distinguir que era un Morano, pero seguía desconociendo su origen.
Tal vez, hasta podía ser él mismo que se encontraba apartado en la habitación en la que nos encontrábamos negociando.
—KND-946—Pronuncia mi nombre de fábrica.
Ladeó el rostro y me planteó si responder o no a ese nombre, decido que es una forma de reconocimiento.
—Afirmativo—Enuncio con una voz robótica imponente.
Él me observa con una extraña sonrisa y extiende su mano hasta mí.
—Markus—Se presenta con algo de petulancia.
Analizó la situación con algo de cautela debido a que tocarlo de esa manera podía interferir de alguna forma con mi sistema, desconocía si eso podía pasar o no, pero un protocolo de emergencia me lo informaba y argumentando que entonces eso sería un problema para Howl y para mí al mismo tiempo.
—Entiendo, pero por cuestiones de seguridad me niego a tocarlo—Expresó con educación.
Frunce el ceño y se llena de indignación al empezar poco a poco a caminar en mi dirección. Empiezo a retroceder en el acto.
—Es una norma de cortesía humana dar un amistoso apretón de manos, por lo tanto negarte seria mostrar un gesto de mal educación—Aclara mientras sigue poniendo presión en la acción.
—Obligar a un individuo a algo que no desea, también es de mal gusto—Objeto con severidad.
Su mirada cambia y detiene su intrusión en mi espacio personal, para observarme con detenimiento, tenía bien en claro que mi apariencia era exactamente la misma en el mundo físico pero en el mundo virtual tal vez era ligeramente diferente.
—Comprendo tu punto—Se incorpora y se coloca frente a mí con mirada afable—Eres diferente a mí—Suelta con un suspiro.
—Está claro que poseo libre albedrío ¿no? —Pregunto.
Suelta una gentil sonrisa.
—Está claro que eres más inteligente que tus amigos—Argumenta irritado en todo burlón.
Ladeó el rostro ligeramente.
—No poseo amigos, ellos son solo experimentos de observación—Increpo.
Sonríe de medio lado y su mirada se torna siniestra.
—Pues sino son tus amigos no te importara que intervenga en sus asuntos ¿no? —Plantea con incertidumbre.
—Intentas hacer una intervención para que ellos fracasen y su fracaso me involucra por lo tanto me niego a tu declaración dudosa, tus actos no son adecuados para mi bienestar, por lo tanto…eres una amenaza a mi existencia—Argumento severo al darme cuenta de que Markus planeaba hackear mi sistema y apoderarse de él, era una acción obvia para un ser desesperado como él, quien solo cumplía ordenes, tal vez para el resultaba más difícil que para mí visualizar lo obvio en las acciones y anticipar las desgracias, aunque me sistema tenía un gran margen de error, estaba claro que era propósito su creación.
—No tengo que mentir—Baja la cabeza y se acerca hacia mí corriendo.
El suelo empieza a ondular como si se tratara de agua y conforme se acercaba mis movimientos hacia atrás para huir se entorpecían, estaba claro que solo deseaba tocarme, una vez me tocara todo iría cuesta abajo y se apoderaría de mis sistemas sin siquiera pensarlo dos veces, por lo tanto debía mantenerlo lejos de mí. Pero había llegado el momento de atacar a la amenaza.
Transforme el lugar sobre el cual me encontraba siendo perseguido en un enorme abismo dentro del cual ambos empezamos a caer y sin paracaídas en un fondo oscuro que parecía no tener fin, Markus no cedería contra mis juegos mentales así que empecé a idear más cosas y a sacar información desde los archivos resguardados.
Mientras caíamos logre hacer aparecer un enorme caza que lo golpeo con la punta de su frente, redirigí su rumbo y seguí cayendo hasta desarrollar unas alas y posarme sobre un enorme árbol, Markus se encontraba bajo la punta del caza.
Para mi conveniencia mis emulaciones eran más profundas y más difíciles de cambiar entre las que el realizaba, o simplemente yo tenía más capacidades que Markus.
A pesar de ser un IA con libertad claramente seguía atado a algo y además era el primero al cual me enfrentaba de esa manera.
Me sentía como un antivirus luchando contra un virus pero dentro de mí mismo.
Y afortunadamente mis defensas eran mucho más fuertes que el virus que intentaba dañar mis sistemas. Implemente una defensa con grandes robot a su alrededor y procedí a enjaularlo en un caja blindada.
—Esta ilusión no me convence Markus—Explico al permitirle la mira a través de la caja.
—Pues si no te convence no es el punto, aunque me impresiona tu infranqueable sistema de cuarentena—Argumenta con un suspiro.
Ladeó el rostro.
—¿Cuál era tu plan desde un principio? —Pregunto con severidad.
—Escanear tus sistemas—Empieza a reír.
Entro en confusión, justo en ese instante intento copiar mi sistema, no me había percatado para detenerlo pero la carga ya había sido realizada, la introducción de un virus solo era una bien armada distracción.
Procedo a destruir al intruso de inmediato, debía reforzar mis defensas, por ende no debía permitir que algo como ese volviera a pasar. Tristemente todo eso aconteció una vez la llamada con Jeriko Yakuza finalizara, debido a que me encontraba conectado a la nave de Alanys.
No había vuelta atrás, debía destruir al verdadero enemigo.
Y ese enemigo era Markus, otra IA que se aferraba fielmente a su particular programación y de cierta forma expresaba devoción hacia su creadora.
Parecía que su propósito era servirle.
Por lo tanto su intento de atravesar mis barreras e intentar contaminar mi programación defectuosa fue un completo fracaso.
Pero estaba claro que ese no era su principal objetivo, deseaba replicar mis sistemas, seguramente planeaba algo con respecto a la simbiosis que podía llevar a cabo sin problemas.
Pero aún no tenía con claridad las respuestas a mis preguntas.
∆∆∆
Ciudadela.
Era Borges
La nave se aproxima a la gran Ciudadela, lugar en el cual se reúnen la Unión Universal, el Régimen y conviven distintas especies entres sus 6 distritos. Una gran instalación hexagonal que se extendía en un punto intermedio en un punto específico del espacio, algo que los Psicoherrantes comparaban con el centro del universo.
Una serie de robot de combate rodean la nave, antes de llegar al hangar, ellos examinan con un escáner la nave y añaden en modelo a su lista de identificación, una lista en la cual se identifican desde la cual de identifican todos las naves que pertenecen a seres registrados en la unión universal.
«Identifíquese».
— E...Enalis Borges—Respondo un poco titubeante.
«Acceso concebido».
Claramente me dejaron pasar.
Respiro profundo, porque justo en ese momento no era; Era Borges sino Enalis Borges, por lo tanto tenía que entrar en papel, la única que podría darse cuenta de quién podría ser realmente seria mi madre, la misma madre que me había dejado a cargo de un enorme imperio solo para cumplir con sus obligaciones en el alto.
Tal vez por ello nos aborrecían y temían tantas especies, porque después de todo podíamos ser lo quien quisiéramos.
Me preocupaba no llegar a tiempo a Helycion.
Pero Alex había propuesto un buen plan y no sería una molestia llevarlo a cabo, afortunadamente los trámites que se llevarían a cabo serían descartados debido a que asistía de urgencia portando una evidencia sobre el caso contra Jeriko Yakuza.
«Aterrizaje perfecto».
El lugar en el que estacionó la gran nave es el mismo lugar en el que una gran variedad de especies hacen lo mismo.
Afortunadamente me reciben adecuadamente en el hangar, había una barrera protectora en el exterior que permitía que el oxígeno se quedará dentro mientras las naves pasaban sin problemas, había mucho tráfico y alboroto debido al noticiero.
«Según habitantes en un pueblo pequeño de Einity el planeta de el sistema Barshee argumentan que una gran nave Morana se dentro de su atmósfera y salió sin ser identificada, los pueblerinos mucho antes de esa nave apareciera cuentan que una pequeña flota de naves Ardoscanas entraron y aterrizaron en la nave, oyeron disparos y al parecer algunas perdidas, se creer que Jeriko Yakuza, la hija de Kenji Yakuza quien ahora se encuentra en coma, ha estado causando una cierta cantidad de estragos en colonias humanas, sus seguidores la defienden firmemente, mientras que la unión la investiga. En otra noticias...».
Me petrifique al escuchar a la Morana hablar sobre un tema tan delicado como ese, desde el punto de vista del Régimen luego que de descubrieran que la instalación Mérida realmente estaba incubriendo una gran cantidad de investigaciones ilegales, se fijó la vista en Jeriko, la verdad es que los cósmicos tenemos una gran tendencia a confiar ciegamente en ciertas informaciones con respecto a los humanos, por ello desde que sucedió eso, se a optado por tomar la iniciativa y reorganizar nuestros pensamientos en dirección hacia ellos.
Observó el amplio lugar y por fin me topo con el embajador Argos un Silfides, los Silfides son una especie anfibia que se crían como embriones dentro de una gran burbuja con patas, poseen un proyector de voz frente a la burbuja delgada con el cual amplifican debido a que son vibraciones del agua.
Lo acompañan dos Cathros con una enfermedad denominada Gigantismo, son más fuertes y pesados que un Cathro normal pero son más lentos, desafortunadamente no pueden tener crías pero son feroces guardaespaldas.
—Enalis Borges—Afable—Es un gusto contar con su inesperada presencia en la Ciudadela—Admite Argos.
Bajo cautelosa las escaleras de la nave y me pongo frente a él.
Respiro profundamente.
—Es un asunto de urgencia embajador—Entono severa.
Agita su rostro con alteración dentro de la burbuja amarilla y me observa con confusión.
—¿A qué se debe su urgencia?—Pregunta lleno de preocupación.
—Tengo en mi poder evidencias sobre Jeriko Yakuza—Expreso con ferocidad.
Argos empieza a temblequear.
Ambos Cathros asienten ante mi argumento y empiezan a ronronear para calmar a Argos.
Los Cathros tenían fines terapéuticos debido a que las Silfides sufren de una gran cantidad de problemas físicos en relación a su cuerpo dentro de la burbuja por lo encorvados que se encontraban allí, ellos desarrollaban sus cuerpos años, milenios después si era posible para poder vivir fuera de la burbuja, pero la verdad es que sería muy tóxico el mundo exterior sin ella.
—Enalis será un gusto recibir una audiencia de urgencia con respecto a sus evidencias, así que vayamos hacia el transporte—Insta con mucha disposición al ponerse en marcha una vez sus nervios se hubieran calmado.
Empiezo a caminar detrás de ellos hasta encontrarnos frente a una esfera flotante que dirigía energía del Nulla para viajar a gran velocidad en la gran Ciudadela.
Piso la burbuja que posee un suelo mecánico y una vez estando dentro puedo ver como todo se mueve en el exterior, mientras aún seguimos dentro.
Me lleno de curiosidad porque en un minuto ya nos encontrábamos al otro lado del hangar.
Observó las grandes puertas de la entrada a la gran sala de audiencias, sabía que habían sido tan generosos y rápidos gracias a mi madre, a quien vería mucho justo en ese momento.
Las puertas se abren y me invitan a pasar rápidamente.
—Necesitamos que se vuelve una Etherografo adecuada para que se realice la audiencia como es preciso—Argumenta Argos.
Suspiré, pero tenía razón, debía ser una Etherografo y no alguien más a la hora de realizar un presentación, pero esta vez sería Enalis Borges. Aún cuando la idea no me convencía del todo.
—Esta bien embajador—Acato y me transformó en mi hermana.
Ella y yo solíamos hacer ese acto siempre, ponernos los zapatos de la otra y darnos cuenta como era la vida de ambas al reemplazar nuestras apariencias.
Era una experiencia particularmente extraña debido a que la mayor parte del tiempo solía pensar en que haría ella en una situación como esa, hasta que nos acostumbramos a pensar de ambas formas.
Retroalimentación.
Simple con tiempo y práctica.
—Puede pasar Enalis—Afable pasa detrás de mí.
Sus escoltas se quedan afuera junto con otros seres mientras él y yo avanzamos en la oscuridad.
—Bienvenida—Puedo escuchar las diferentes voces al unisolo.
Argo me colóce en le centro de una estrella y se aleja en la oscuridad.
—Enalis Borges—Pronuncia con elegancia y haciendo énfasis en "Borges".
Era mi madre la que pronunciaba de esa manera tan agraciada y particular.
—Embajadores.
—Tomamos en cuenta la informacion que se encuentra en tu poder para hacer una intervención, la paz es necesaria—Pronuncia el Psicoherrante desde su sitio en la oscuridad.
Trago saliva.
—Miau desde mi punto de vista es necesario que esté información sea Dada de inmediato—Procede maullando el embajador Cathro.
—Enalis...por favor explica la situación—Expresa mi madre con amabilidad.
Aún no se había dado cuenta.
—Jeriko Yakuza rapto en Einity a tres niños humanos según lo que me informaron, no solo eso sino que también porta en su poder tecnología ilegal y precisa un ataque a Liberty mi planeta natal—Severa—Justo en estos momento un pequeño grupo de rescate perteneciente a mi guardia se encuentran grabando en vivo los acontecimientos en el planeta Ardoscan—Argumento con tranquilidad.
Pero mi mente estaba inquieta.
Al conectarse con mi nave podía reproducirse detrás de mí, lo mismo que veía Alex desde donde se encontraba parado.
»—¡Eso no era parte del trato que habías propuesto anteriormente! —Exclama llena de cólera.
Jeriko se echa a reír.
—Bien entonces lo pondré más fácil para ti—Propone con una voz dulce, mientras se levanta del diván y toma un arma para ponerla en la adormilada cabeza de la niña humana.
(—¿Qué está pasando?...Planea matar a la niña...Oh No— Las voces de los embajadores se mezclan entre la grabación que empieza a avanzar).
—¡No! —Gritan todos al unísono.
(Gritan horrorizados).
Los dos niños que se encuentan a un lado de la niña intenta lanzarse contra Jeriko pero los guardias los sujetaron a ambos para inmovilizarlos.
El robot se mueve hacia adelante por inercia por lo tanto el campo de visión se enfoca con más claridad.
Jeriko observa con incertidumbre el cuerpo de quién graba la escena.
—Está bien, ellos se irán de tu lado, pero no dispares—Con la voz temblorosa.
Ella se pone seria y empieza a observar con mucho detalle al robot.
—Imposible—Argumenta con desdén—¿Ese robot ya está siendo usado o no Howl? —Pregunta con un siseo.
El robot sigue inmóvil.
—Es solo un mecanismo de defensa—Explica con serenidad—Baja el arma y te lo entrego sin problemas—Impera con severidad.
La niña temblequa con sollozos a un lado de Jeriko, mientras ella continua sin ceder ante la demanda de Alanys Berellon.
—Los robots no actúan de esa manera y ese gesto en los puños…es igual al de Howl—Musita con emoción—Por lo tanto ahora tengo razones para empezar a divertirme un poco—Sonríe moviendo su rostro de un lado al otro mientras jala el gatillo.
(—Que atrocidad... Ningún embajador humano así debería ser aceptado—Expresan los embajadores tras de mi.Nunca había sentido tanta frustración humana como en ese momento).
—¡No! —Grita con todas mis fuerzas.
El robot corre hacia ella la grabación se agita , los guardias empiezan a dispararle mientras Jeriko rie sin parar.
Kacknnis grita desesperada segundos antes de que ocurra lo evitable.
∆∆∆
Termina la grabación.
La sala se queda un momento en silencio aun después de haber formado un gran alboroto al observar la escena tan espantosa.
Las leyes que se habían impuesto por la unión para todas las especies incluía que estaban prohibidas ese tipo de actos bélicos.
Me horrorise de solo pensar en cómo se sentía Alanys Berellon en ese mismo momento.
—Enalis...Has traído hasta nosotros todo lo que necesitábamos para actuar—Argumenta el Psicoherrante—Justo en este momento se colocará una alerta contra Jeriko Yakuza y realizaremos una intervención por cuestiones de seguridad universal—Enuncia severo.
Las luces se encienden y una alerta azul empieza a manifestarse por todos los distritos y cada pasillo. Justo en ese momento se estaban preparando las naves en los hangares de Cathros, Moranos y Etherografos pertenecientes al ejército, justamente para atrapar y reprender el mal que Jeriko Yakuza representaba.
La humanidad era una gran amenaza para ellos mismos y nosotros.
—Enalis tú te encargareas de guiarnos hasta Helycion—Insta mi madre.
Asiento en forma de aceptación.
Mientras se desplaza flotando hacia donde me encuentro.
—Esta reunión ha terminado temporalmente—Explica Argos—No volveremos a reunir una vez la amenaza sea neutralizada—Dice en tono burlón.
Observó a mi madre quien se encuentra justo frente a mí en ese momento, nos dejan a solas en la gran sala, mientras ellos empieza con gran velocidad a prepararse.
—Deberías dejar de emular a tu hermana Era, no es adecuado para nuestra reputación... sinceramente—Sus ojos blanco demuestran una expresión profunda y expentacte con severidad, sentía que estaba frente a juzgado y el crimen que había cometido era grave.
—Era necesario para que me dejaran salir de Liberty, el tratado garden me impide salir del planeta ya que soy su principal asedera y creadora de los beneficios que se le entregan a los Cathros y a los Moranos—Explico con frustración.
Mi madre relaja sus expresiones faciales.
—Eres muy inteligente, demasiado y para tu tiempo de vida es extraordinario, hija he estado considerando crear nuevas cláusulas para el contrato...—Trémula—Mereces conocer el universo que yo he conocido y vivir las experiencias junto con ello—Sonrie ligeramente, las comisuras un tanto transparentes se denotan entre los distintos tonos de piel que mi madre a desarrollado con el tiempo.
—Es adecuado—Sonrió ligeramente.
Ella coloca su mano en mi pecho y la emuló para luego juntar nuestras frentes en el proceso, entonces una tenue luz a se forma entre esas dos conexiones y finalmente renovamos lazos.
Una vez habiendo terminado ese sencillo proceso el embajador de los Psicoerrantes Galdock se nos acerca.
—Enalis y Enchastres es un gusto tenerlas reunida en la ciudadela—Afable—Por favor empecemos con los preparativos para la intervención en Ardoscan—Insta mientras saca una mesa extendiendo y luego subiendo su tentáculo.
—Debemos neutralizar parte de su flota en Esfinge, mientras una flota se dirige hacia Ardoscan—Explica mi madre con las manos juntas observando la mesa en la cual se mostraba una gran cantidad de información en solo segundos.
Galdock observa un breve momento expentante ante su petición y agita sus tentáculos.
—Entraremos en Ardoscan camuflados y probaremos en nuevo sistema de aturdimiento sónico, las naves ya casi están listas, se procede con gran velocidad debido a que es una gran amenaza—Plantea con preocupación y el ceño un lo o fruncido, podía distinguir que una gran cantidad de surcos se formaban en su frente desierta, mientras sus tentáculos se enrollaban frente a su torso.
Galdock estaba realmente preocupado, en ese mismo momento carga puesto un traje de contención del cual el agua conservaba sus cuerpos frescos, era como ver una pecera andante.
—Tardamos mucho encontrar verdaderas evidencias sobre Jeriko Yakuza, pero ya ha sido suficiente espera—Increpa mi madre.
—Ya e informado a todo el consejo, quienes partirán en esté recorrido serán los Cathros, los Moranos y Etherografos mientras las Silfides, Luponis y los Psicoerrantes trabajaremos en los trámites legales y la logística, si se necesitarán refuerzos actuariamos inmediatamente, los humanos al no ser parte de la unión deberán quedarse de por fuera y están bajo sospechas como posible especie fomentadores del desastres y el caos—Termina de hablar y agita sus tentáculos para empezar a caminar hacia la salida de la sala.
Era cierto, los humanos había sido muy problemáticos aún después de haber conocido a muchas otras especies.
Observó expectante mientras avanzamos, regresamos por el mismo lugar por el cual Argos me trajo, sinceramente era la segunda vez que visitaba la ciudadela y con pesar una vez más no había sido capaz de verla toda, aunque no era momento para pensar en hacer un tour.
Mi madre toca mi hombro debido a que yo sería su sucesora cuando ella se retirará de la unión. Era mi deber y gestionar los trámites de Howl solo eran un acto altruista con un tratado amistoso, después de todo la unión estaba conciente de ello y solo hablaban con Howl por cuestiones de pruebas, él había aprobado pero desafortunadamente el echo de pertenecer a la familia Yakuza lo había descartado por completo de la selección, pero Alanys Berellon era otra cosa.
Llegamos al hangar ya se encontraban varias naves en órbita, la mía estaba siendo resguardada por dos Cathros con gigantismo.
—Ellos te acompañarán—Informa Argos.
Ambos felinos negros pertenecían a el Silfides que me recibió.
Asiento de forma afable y me dirigí hacia la nave.
Trague grueso al continuar hasta la entrada y detallar a ambos enormes felinos.
Una vez dentro de la cabina y con amos Cathros sentados a mí espalda.
Empiezo el despegue y una vez más me lleno de emoción. Porque estaba a punto de enfrentarme a un mal y pero primero debia llevar antes.
«Preparando salto».
—Agrupense—Imperó.
Ambos felinos continúan en silencio.
—No dirigimos hacia el sistema Helycion, planeta Ardoscan—Severa—Necesitamos estar en ese lugar en el menos tiempo posible si quieres evitar una desgracia más grande—Expreso con cautela.
«Entendido».
Empiezo a activar el mecanismo y poco a poco la nave empieza a actuar, muy pronto se encuentra realizando el conteo.
«Salto en...uno...dos...tres».