Para eso sirven los sueños ¿No? Para enseñarnos hasta dónde podemos llegar. - Laura Gallego . . . Salí a comprar comida una semana después de aquel día, no porque hiciera demasiada falta, sino porque estaba de pasada luego de entregar informes en físico a mi superior del periódico. Mi madre en serio me había amenazado, dijo que me quedaban cinco días para llegar y yo sentía que estaba tratando con una narcotraficante. Compré el boleto para mañana a la noche, los boletos porque Layla iría conmigo quisiera o no, tampoco es que tuviese mucho reproche. En su casa no la añoran demasiado y siempre ha sido bienvenida en mi núcleo familiar. Tomé dos latas de tomates, dos de maíz, dos de atún, dos de sardinas, dos de guisantes, dos de--- -Parece que alguien tiene TOC- miré a mi costado, un