Celine A la mañana siguiente me desperté algo dolorida y mis piernas temblaban un poco, supongo que esa es la consecuencia de una maratónica noche de sexo desenfrenado. En cierto punto pensé que este hombre era insaciable y para mi asombro parecía que un voraz apetito s****l se había despertado en mí, gracias a él. Todo en Demian emanaba sexualidad y yo lo deseaba como nunca había deseado a nadie. Fui hasta la cocina y me dio una sonrisa de esas que te quitan el aliento mientras me daba una taza de café. —¿Cómo te sientes? ¿Dormiste bien? — me pregunto, mordí mi labio inferior y sonreí, recordando como entraba y salía de mí una y otra vez. —Me siento como que podría tener un nuevo round. Instantáneamente me miro y esos ojos que en el día vi más claros ahora eran oscuros, con sus pup