CAPÍTULO 13 - ¡DEGENERADA!

1526 Words
Opté por estudiar los sábados de manera presencial y entre semana debía realizar trabajos. Para mí era mas fácil así, obviamente Luisa creía que estaba estudiando en la mañana y trabajando en la tarde. Decidí montar mi propio estudio, adquirí una casa cerca a la de Daniel, la compramos entre los dos, fue algo como una sociedad, necesitaba aprender de su experiencia y esa era la mejor manera de hacerlo. El se encargó de montar equipos y yo compré unas vitrinas y mercancía de todo tipo para poner un "negocio" en el primer piso de la casa; se le hizo creer a los vecinos que sería una especie de "inquilinato universitario" donde se rentarían habitaciones a muchachas que necesitaban un lugar económico donde vivir cerca al campus. Bajo esa premisa, nadie sospecharía. Sería una excelente fachada. Me encontraba organizando la mercancía cuando escuché la voz de mi padre, venía a exigirme que me marchara del sector porque yo era una vergüenza para la comunidad, estaba faltando a la moral y las buenas costumbres sociales. "Mira papá" le dije, "¿Acaso tu no lo haces?, por lo menos yo no le hago daño a nadie, en cambio tu lastimas a todos los que te rodean con tu extremo machismo. Prefieres ver a tu hija muerta en manos de un hombre borracho y agresivo antes que divorciada, todo por el qué dirán. No me pienso ir y puedes hacer lo que quieras padre, gritar a los cuatro vientos que tienes una hija vagabunda, no me importa, pero tampoco me marcharé de aquí porque me siento muy cómoda". No me respondió nada, apenas me hizo un gesto de desagrado y asco y se fue. Ya su opinión poco me importaba después de ver su actitud tan machista para con mi madre y mis hermanas. El negocio empezó a marchar muy bien, no podía quejarme, tenia mi propia sala, 15 chicas trabajando y mi cuarto privado para trabajar a mi gusto; no volví a hacerlo en las noches, me atemorizaba que Luisa me fuera a descubrir y quisiera marcharse de mi casa. Aún así estaba buscando la manera de contarle, en algún momento debía enterarse de qué era lo que realmente yo estaba haciendo. Me cansaba de inventar cosas sobre la procedencia de mi dinero, por el momento seguiría manejando todo como hasta ahora mientras encontraba la ocasión perfecta para confesarle todo. El éxito del negocio no tenía precedente; estaba muy feliz por cómo se estaba desarrollando toda la situación, nadie sospechaba absolutamente nada, pues evidentemente las chicas que entraban y salían eran universitarias. Para los vecinos era normal verlas ir y venir, además el local que yo había montado atraía mucha clientela del sector, los niños venían a comprar materiales para sus tareas y sus mamás de paso se antojaban de cositas curiosas que vendía allí para el hogar y de cuidado personal, tenía perfumes, maquillaje, joyas a buen precio y ya las señoras del sector visitaban mi negocio con mayor frecuencia. Una tarde mi madre llegó al local de la casa que compramos con Daniel, estaba mucho más delgada que la última vez que la vi, lucía enferma y cansada, le pregunté qué le pasaba y sólo acertó a decirme "todo esto es tu culpa", ¿mi culpa? pensé, ¿por qué habría de ser culpa mía?, no le respondí nada, llegaron un par de clientes a sacar unas fotocopias y los atendí, mi madre al ver que no le preste atención a lo que me decía se fue. Me preocupaba mucho ver como estaba, quería averiguar qué pasaba, pero sería muy difícil hacerlo, no creía que mi padre me dejara acercarme a ellos, así que decidí buscar a mi otra hermana. Contraté a una persona para que la vigilará y así yo podría saber sus horarios e ir a hablar con ella; poco más de una semana después de eso, tenía toda la información necesaria y me dirigí al lugar donde trabajaba, cuando me vio llegar, fue como si hubiese visto al mismísimo demonio, no me puse con rodeos y le pregunté directamente si ella sabía qué le estaba pasando a mi mamá, se puso bastante nerviosa y lo único que me dijo fue: "tú ya no haces parte de esta familia así que no tienes derecho a saberlo, ¡degenerada!". Era obvio que no lograría sacarle información, así que me marché del lugar y me puse en contacto nuevamente con el investigador, le solicité que descubriera qué estaba sucediendo, que no se preocupara por dinero, pero sí le rogué que fuera lo más pronto posible... Fue un poco mas de dos semanas de angustia e incertidumbre, pero las respuestas fueron lo peor... ¡Mi mamá tenía cáncer! Sentí que una parte de mi moría lentamente, no sabía cómo le iba a decir a Luisa; no me importó que me odiaran en ese momento y me dirigí a su casa; mi hermana me abrió y me dijo que me marchara, que no tenia nada que hacer allí, la empujé y entré por la fuerza, ahí estaba ella, acostada, mi padre no se encontraba en la casa, me senté a su lado y no pude contener mis lágrimas, "Te amo mami" le dije entre llanto, la abracé fuertemente y ella me correspondió. "Ya no puede hablar" dijo mi hermana, "se está muriendo". No lo quería aceptar, quise llevármela a un especialista, tenía el dinero para pagarle un tratamiento, necesitaba hacer algo, estaba desesperada. "Es mejor que te vayas, papá no tarda y no quiero que te encuentre aquí, vete por favor" me pidió mi hermana; me estaba poniendo de pie y mamá me agarró fuerte la mano, creo que no quería que me fuera, sin embargo, no quería que presenciara una discusión con mi padre, así que le di un beso en la frente y me marché. Le deje mi número telefónico por si necesitaban alguna cosa, dinero, lo que fuera; le dije que no dudara en llamarme si algo sucedía. Todo el camino pensé la forma en la que le contaría a Luisa la situación actual de mamá, tenia mucho miedo a su reacción. Llegué a casa y ella me recibió con una deliciosa comida, nos sentamos a la mesa, se quedó mirándome y me preguntó: "¿qué te pasa?, te veo mal, ¿pasó algo?" respiré profundo, traté de tranquilizarme y le dije: "Luisa, mamá tiene cáncer y se está muriendo". Se puso a gritar desesperada y a llorar, nos abrazamos fuertemente y nos deshagamos... "Vamos a confrontar a todos" le dije, nos organizamos y decididas a enfrentar a papá tomamos un taxi hacia su casa. Cuando llegamos él estaba ahí, a mi ni me miró, pero a Luisa la tomó por el pelo y la entró arrastrando a la casa mientras la gritaba e insultaba por haber dejado al marido, "ahora mismo llamo a tu esposo para que te dé tu merecido mala mujer" le dijo. Me metí en medio y se la quité de las manos, "¿acaso quieres que el animal ese la mate?, ¡somos tus hijas por Dios! ¿Qué no te interesa nuestro bienestar? Le grité furiosa. Se quedó mirándome con rabia y me dio una bofetada, "Tu te callas vagabunda degenerada, ¿acaso ya tienes a tu hermana trabajando de puta como tú? Además, las mujeres solo sirven para lavar, planchar y atender a los hijos y al marido" me contestó; Luisa me miró totalmente confundida y me preguntó a qué se refería mi papá, no supe que decir y mi padre sin ningún pudor y delante de todos los vecinos le dijo: "¿Acaso no te lo contó? Te diré, tu hermanita es de esas que baila y se quita la ropa en internet, ella misma me lo confesó, es una cualquiera". Los vecinos empezaron a murmurar y a mirarme con asco; la verdad no me importó, agarré la mano de mi hermana y entramos a la fuerza a la casa, para poder estar con mamá; el doctor se encontraba allí, mi madre estaba agonizando. Nos sentamos las tres a su alrededor, nos tomamos de las manos y la abrazamos, en su rostro pudimos apreciar una pequeña sonrisa y un muy leve susurro que decía: "Las amo". Cerró sus ojos y ya nunca más los volvió a abrir. El funeral fue lleno de tensión, allí llegó el marido de mi hermana quien trató de intimidarla; me le acerqué y le dije al oído: "Si le tocas un pelo a mi hermana, te mando matar infeliz, no sabes el tipo de personas con las que me relaciono". Eso fue suficiente para que se alejara. Si yo hubiera sabido que ese día que fue al local sería la ultima oportunidad que iba a tener para hablar con ella no la hubiera ignorado... Pero ya era tarde, mi corazón estaba totalmente deshecho. Regresamos a la casa y ya un poco mas calmada le expliqué a Luisa qué era lo que estaba haciendo. Esperaba que me gritara o me insultara, pero su silencio fue aún mas doloroso para mí, tomó a la niña y se fueron a dormir...
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