CAPÍTULO 7 - LA BODA

518 Words
Mi hermana al fin se iba a casar, ella se veía feliz pero ese pobre muchacho no, obviamente sus padres y los míos lo habían obligado a responder, el chico trabajaba en un supermercado ayudando a empacar y a llevar domicilios y mi hermana... pues ni el colegio terminó, no estudiaba nada y ahora no trabajaba porque según ella el embarazo se lo impedía. Desde el principio no estuve de acuerdo con eso, pero mis padres tienen un pensamiento retrógrado y para ellos ese era "el derecho de las cosas", además que su embarazo estaba bien adelantado y por mas que trataron de ocultarlo se le notaba la pancita. En varias ocasiones le dije a mi hermana que lo pensara bien, pero se molestaba así que no le volví a insistir, yo sentía que ese matrimonio no iba para ningún lado, pero nadie me prestaba atención, pues yo era "muy joven" para entender el asunto. Literalmente tiraron la casa por la ventana, algo que me parecía absurdo, pues con ese dinero hubieran empezado a ahorrar para comprar su casa o los enceres básicos que necesitarían, o guardarlo para cuando naciera el bebé; en fin, era asunto de ellos. Hubo una gran fiesta, ese día no pude ir a trabajar por obvias razones, aunque por mi lo hubiera hecho, esa fiesta me parecía una total payasada, además que me sentía incómoda debido al hermano del novio que no me quitaba la mirada de encima, no voy a negar que era guapo, pero en este momento no me interesaba tener una relación con nadie. Mi madre insistentemente me pedía que socializara con los hombres de la reunión, cosa que me molestó bastante, ya se había deshecho de mi hermana, ahora, ¿quería casarme a mí? parecía que le hiciera estorbo. "¿Acaso quieres casarme a mi también madre? No se te olvide que yo al menos trabajo y ayudo con los gastos de la casa, aunque no sea mi obligación" Le dije bastante ofuscada, ella inmediatamente me dio una fuerte bofetada delante de todos los invitados; salí hacia la casa, empaqué algunas cosas y me fui para un hotel. Hasta el día siguiente se percataron que yo no estaba, fueron a buscarme a casa de Daniel, pero el les dijo que yo no había ido y que no le contestaba el teléfono, obviamente, él ya estaba al tanto de la situación y yo me encontraba trabajando en el estudio. Estaba muy molesta, no pensaba regresar a la casa, así que empecé a buscar un sitio en alquiler donde vivir, total, tenia el suficiente dinero para hacerlo, Daniel me ayudaría con ese tema. En la tarde regresé a casa, mis padres estaban preocupados y un tanto molestos, me reclamaron por haberme desaparecido, yo traía unas cajas para terminar de empacar mis cosas, "¿Qué crees que estás haciendo?" me gritó ofuscado mi padre, "me voy, no quiero terminar como Luisa y si sigo aquí tarde o temprano ustedes me obligaran a casarme, no quiero eso para mi vida". La decisión estaba tomada y nada me haría cambiar de parecer.
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