CAPÍTULO 6 - EL ANCIANO

692 Words
Todo hasta el momento iba muy bien, poco a poco me acostumbraba a los pedidos de los clientes, varios eran recurrentes, tal parece que les gustaba mi trabajo. Un día entró al chat un hombre bastante mayor, de unos 60 años aproximadamente, pagó bastante por exclusividad, solo estaría en línea con él, yo tenia mis reservas pues mis compañeras me habían dicho que entre mas viejos, mas pervertidos eran. El hombre poco español hablaba, me preguntó mi nombre pero obviamente no le di el verdadero, "Hanna" le dije, ese era el que usaba en mi trabajo, empezó a preguntarme cosas de índole personal, como de donde era y por qué estaba trabajando en esto. Yo le cambiaba el tema, pues teníamos prohibido brindar información personal por seguridad de nosotras y del negocio. Me enseñó una fotografía de una muchacha, me sorprendió bastante, pues se parecía a mí, me dijo que era su hija y que no la veía hace mas de 20 años, que lo ultimo que supo fue que había tenido una niña, pero jamás la conoció y que yo rondaba la edad de su nieta. Se escuchaba muy afligido, me contó toda su historia, era algo muy triste, su hija lo abandonó porque quería que ella se casara con un hombre rico, no lo hizo y se marchó de casa y jamás regresó, tiempo después se enteró que ya tenia esposo, que era un hombre humilde y que los dos trabajaban en un supermercado. Decía que en mi veía a esa nieta que no conocía. Cada miércoles a la misma hora se conectaba para hablar conmigo, solo eso, hablar, me contaba sobre su semana mientras tomaba vino. Me dejaba grandes propinas, yo le decía que no era necesario pero igual lo hacía. Habían pasado las semanas y ya llevaba 3 meses de labor, tenía una buena cantidad de dinero en el banco, mi familia no lo sabía por supuesto, solo usaba lo que supuestamente recibía por atender a la madre de Daniel y supuestamente la mitad la de ese monto la ahorraba para mi carrera. Ya no me daba pena, aunque seguía trabajando en el cubículo, aun no me animaba a estar con todas las chicas. Me sentía mas cómoda así. En poco tiempo fui quien mas dinero ganaba, empecé a comprar lencería sexy, disfraces eróticos, geles, lubricantes, vibradores... A la mayoría de los clientes les gustaba vernos bailar y masturbarnos, aunque había otros que pagaban para que los viéramos ver como hacían cosas asquerosas, habían varios tipos que pagaban por verlos comer sus heces... Era algo realmente horrible, siempre y cuando no me pidieran hacer lo mismo me aguantaba, eso jamás lo haría. Empecé a notar algo de recelo de un par de chicas del estudio, varias llevaban un par de años en el negocio y jamás llegaron a ganar lo que yo estaba recibiendo en tan poco tiempo, no les presté atención y seguí en lo mío. Llegó el fin de año y la cantidad de dinero que gané fue bastante grande, quise comprarle muchas cosas a mis padres pero sería delatarme, les di regalos a todos pero cosas muy sencillas, las cuales podría decir que pagué con lo que supuestamente ganaba. Ya que estaba en vacaciones de la escuela, me quedé un par de noches en la sala, argumentando que Daniel no estaría y yo me quedaría con su madre cuidándola; es increíble la cantidad de dinero que se gana en ese horario, en dos horas gané lo de toda una tarde. Para navidad recibí varios regalos de mis clientes, ropa, zapatos, dinero, me daba tristeza porque muchas cosas no las podría usar, eran evidentemente costosas y no tenia como justificarlas. El hombre mayor me envió 1.000 dólares y un vestido hermoso en color rojo, ese si lo usaría, le quité las marquillas para que no supieran de donde era. Mis hermanas no podían ocultar su cara de envidia y durante toda la cena estuvieron haciendo mala cara, yo no les presté atención, me sentía toda una diva, todos mis planes estaban saliendo muy bien, ya tenia asegurado lo de 3 semestres, definitivamente no dejaría este trabajo.
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