Capítulo 17 - KARMA

1394 Words
¿Qué haría con mi padre? Esa era la pregunta... Así no lo quisiera, yo era toda la familia que tenía, ninguno de mis tíos querían saber de él. Daniel me sugirió que lo visitara y le preguntara qué era lo que deseaba; yo no estaba muy convencida de hacerlo, pues sabía muy bien que no quería saber nada de mí, qué se sentía avergonzado y que de cierta manera me odiaba profundamente; no sólo por mi profesión sino por haber pasado por encima de su autoridad respecto al tema de mi hermana y su esposo. Sin embargo sentí que no tenía otra opción y debía buscarlo. No quería ir sola así que le pedí a Daniel que me acompañara, nos disponíamos a salir del local cuando llegó una patrulla de la policía preguntando por mí, me asusté, creí que algo le había sucedido a papá, pero no era así, el agente venía a traerme una carta que fue encontrada entre las pertenencias de mi hermana Ana, la cual, al parecer era su despedida antes de quitarse la vida. "Ya no estoy dispuesta a seguir sintiéndome mal, la culpa me está matando, debí haber parado toda esta situación, pero por miedo a mi padre no lo hice, siempre le hallé la razón a todo lo que hacía porque creí que era lo correcto, sin embargo, me equivoqué y por eso Luisa está como está. Tarde abrí los ojos, me di cuenta que papá es un hombre despreciable, me estaba negociando con un amigo, me dijo que me casara con él, que a su lado tendría un buen futuro, yo no quería, es mas viejo que el... No accedí y me presionó para hacerlo, si no lo aceptaba entonces me sacaba de la casa... Hace dos noches invitó a sus amigos a beber, yo tuve que atenderlos, estaban muy ebrios y el tipo ese se metió a mi cuarto a la mala y abusó de mi, por más que grite y pedí ayuda nadie lo hizo, lo peor es que el se dio cuenta y no hizo nada. Finalmente he decidido ponerle fin a mi vida, espero que mi hermana se recupere y me perdone por no apoyarla. En cuanto a mi padre, ojalá pague todo lo que nos hizo sufrir... ...Ana" Eso decía la carta... "Cambié inmediatamente de decisión, no iré a verlo, no lo buscaré, que se defienda como pueda" le dije a Daniel, quien me apoyó. Pasaron varios días y así de la nada Luisa despertó, para mí fue un milagro, sin embargo, debían evaluar los posibles daños que le pudiesen quedar como secuela. Inicialmente no podía caminar ni hablar con fluidez, pero con terapia se podría ir recuperando poco a poco, aunque sería un proceso muy largo según los especialistas. No quise contarle lo sucedido con Ana, no quería causarle mas dolor. Se inició un proceso de rehabilitación fuerte, todo desde la casa, pues no quería estar movilizándola para un lado y otro, poco a poco se iban viendo resultados, mucha paciencia de por medio... Pero con el firme propósito de sacarla adelante. 8 meses después de iniciar, estaba recuperando movilidad, ya se ponía de pie y lograba dar unos cuantos pasos, no podía estar más feliz; en algún momento podría retomar su vida normal. Yo por mi parte, seguía estudiando y dos meses atrás había retomado mi trabajo; las cosas con Daniel seguían ahí, pero nada formal, aunque desde un principio concertamos no tener algo serio, desde que salíamos jamás lo vi con alguien más, a pesar de tener mujeres hermosas a su alrededor, en todo caso, si las tenía, yo no podría reclamarle nada. Debo admitir que sentía muchas cosas que me confundían, me agradaba su compañía y no solo en cuestiones sexuales, la pasábamos muy bien juntos, yo sabía perfectamente que el era un don Juan, bueno, esa era su fama, yo solo le había conocido una novia y nunca le pregunté qué sucedió con ella. Necesitaba sacar toda la angustia de estos meses, así que planee un viaje corto, la señora Marina se quedaría al cuidado de mi hermana y mi sobrina mientras Daniel y yo salíamos de la ciudad. Fue una experiencia maravillosa, salimos a un hermoso pueblo ubicado en un clima caluroso, unos paisajes inigualables, el olor a hierba fresca y naturaleza reconfortan el alma y te devuelven la energía. Alquilamos una cabaña en una especie de reserva, ofrecían muchas actividades al aire libre, pero la verdad me daba algo de miedo, sobre todo eso de navegar en los rápidos o escalar; fue una gran oportunidad para compartir tiempo de calidad, quería indagar un poco más sobre el pasado de Daniel y creía que seria la ocasión adecuada para ello. Se portó como todo un caballero, como siempre, era inevitable enamorarse, pero no quería confesarlo, pues no tenía la certeza de ser correspondida. Estuvimos parte del primer día en piscina, sentí las miradas de algunos hombres sobre mi, lo cual me incomodaba un poco, suena ridículo ¿no? Pero así era, así mismo, pude notar que algunas mujeres mayores fijaban sus ojos en el bien trabajado cuerpo de Daniel, lo cual no me agradó, pero lo disimulé. Llegada la noche, fuimos a un hermoso restaurante, muy romántico por cierto, el ambiente era bastante agradable, la cena fue absolutamente exquisita, la acompañamos con algo de vino y un suave baile, quería extender ese instante hacia la eternidad... Regresamos a la cabaña, me tomo en sus brazos y me llevó al cuarto, empezó a besar lentamente mi cuello y poco a poco se fue deslizando hacia mis pechos... Sus caricias era cada vez mas acertadas y me excitaban de sobremanera. Prenda tras prenda fueron cayendo y nos encontramos en nuestra intimidad desnuda, piel con piel, sus manos me rozaban tan delicadamente que solo lo podía comparar con el toque de la seda. Mis caricias hacia el eran un poco mas duras debido al calor del momento, le apretaba con fuerza sus nalgas... Me encantaban, ese pecho y esos brazos eran un imán para mi, no me podía resistir a sus encantos... Cada encuentro s****l era mejor que el anterior, pero estaba llegando al punto de querer algo mas y me negaba a aceptarlo. Me quedé entre sus brazos, cerré los ojos y me aferré a su pecho, me daba tanta seguridad... Sentí su mano acariciando mi rostro y muy levente me susurró un "te amo". Quise decirle que yo también lo amaba pero me contuve, me hice la dormida... Al día siguiente estuvimos en un caminata ecológica por el lugar en horas de la mañana y en la tarde recorrimos el pueblito, su estilo colonial estaba muy bien preservado, era un lugar tranquilo y acogedor, disfruté mucho mi estadía allí. Llegamos a un mirador desde el que se podía apreciar todo, espectacular, nos quedamos a ver la puesta del sol. "Sabes, me siento muy bien contigo y de cierta manera me haces feliz, no sé si estés de acuerdo pero me gustaría que formalizáramos nuestra relación" dijo Daniel "¿Formalizar? ¿De qué manera?" pregunté "¿Quieres ser mi novia?" respondió Yo me sentía una princesa, y acepté su propuesta, no daba crédito a lo que estaba pasando... Aquel hombre esquivo a relaciones y compromisos quería formalizar, increíble... Regresamos a la cabaña y una romántica cena nos esperaba, creo que ya lo había planeado, fue una noche espectacular, como siempre logró sacar a flote mis mas profundos deseos. En la mañana siguiente fuimos a desayunar y partimos de regreso a la ciudad. Llegamos al local directamente y oh sorpresa... ¡Mi padre estaba allí esperándome! Pasé de largo como si no lo hubiera visto y me llamó... "¿Qué quieres?" le dije molesta "Te necesito hija, por favor, no me ignores, estoy arrepentido, estoy muy enfermo y no tengo como cubrir los gastos de mi enfermedad" Dijo "Ah... Entiendo, osea ¿necesitas dinero? ¿Ahora no sientes vergüenza de mi? Que valor debiste tener para venir a pedirme ayuda... Pero de mi no esperes nada, por tu culpa Ana está muerta y Luisa postrada en una cama, vete, no quiero verte". Le contesté y entré al local. Ahora me necesitaba, que descaro venir a buscarme después de todo lo que ocasionó, Daniel insistió en que lo escuchara, pero me negué. ¿Qué debía hacer?
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