LA WEBCAM

Capítulo 16 - MUERTE

Contacté al mejor abogado de la ciudad para mi defensa y a pesar de las acusaciones de mi padre y la familia de su adorado yerno me absolvieron de los cargos.

Luisa llevaba casi un mes en esa situación, así que contemplé la posibilidad de llevármela para la casa, lo cual era difícil pues debía tener a disposición muchos equipos y una persona experta para su cuidado.

Invertí mucho dinero pero no me importó, se acondicionó una habitación de la casa para el traslado y se contrató una enfermera para su cuidado, además de un doctor que la visitaba dos veces al día vigilando su estado que no variaba.

Desde el incidente en casa de mi padre no había vuelto a trabajar, solo asistía a la universidad, la tristeza me estaba consumiendo, me sentía impotente, ¿De qué me servía tener tanto dinero si no podía curar a Luisa?

Daniel me acompañó en cada paso, constantemente iba a la casa, su apoyo fue primordial, en ocasiones me obligaba a salir un rato para despejar la mente un poco pero era imposible; en una de esas salidas vi a mi hermana en el mercado, su expresión había cambiado, ya no me miraba con asco, se me acercó y me preguntó por Luisa, quería ir a visitarla si era posible, me negué rotundamente, me parecía el colmo que me pidiera algo así; le di la espalda y continué mi camino.

Días después, recibí su llamada insistiendo nuevamente en ver a Luisa, volví a negarme y le colgué. Le pedí a la señora Marina que si en mi ausencia alguien venía no le atendiera, le dije que la familia del exmarido estaba rondando por ahí con amenazas.

Fui al local a mirar como estaban las cosas y la empleada me entregó una nota que alguien me había dejado, era una carta de mi hermana, no quería leerla pero no me aguanté la curiosidad; fui con Daniel para mostrarle y que me diera su opinión y me aconsejara qué hacer.

"Liss:

Sé que estás muy molesta conmigo y con toda la razón, no quiero justificar mis actos pero no tenía otra opción, sabes cómo es papá y no quería llevarle la contraria, no pensé que la situación se fuera a salir de control. Quise defender a Luisa pero ese hombre estaba armado y me dio miedo hacerlo.

Te ruego por favor me dejes verla, no sabes lo culpable que me siento por todo esto, siento rabia conmigo misma por haber sido cómplice de ese par de hombres.

Pensé varias veces en ir a pedirte ayuda, papá está enfermo, le dije que tú lo podrías ayudar a pagar su tratamiento pero no quiere; a pesar de todo lo que hemos vivido lo quiero y si le pasara algo moriría de pena, ya perdí a mamá y él es todo lo que me queda.

Si en algún lugar de tu corazón tienes algo de compasión por nosotros, por favor ven, te estaremos esperando, bueno, por lo menos yo lo haré.

Una vez más, te pido perdón y aunque no esté de acuerdo con lo que estás haciendo, eres nuestra única salida, estoy dispuesta a agachar la cabeza frente a ti con tal de que ayudes a nuestro padre.

Ana".

Esa carta me confundió mucho, solo querían verme porque tenía dinero... Por otra parte me preocupaba el saber que mi padre estuviera mal de salud, pero tenía mucha rabia con ellos, no sabía qué hacer.

Daniel me aconsejó que fuera a ver qué estaba sucediendo y ahí si tomara una decisión, le pedí que me acompañara pues no quería ir sola y así fue.

Llegamos a la casa y mi hermana abrió, papá no estaba, se había ido a una cita medica a la cual no quiso ir acompañado.

Hablamos detenidamente del tema pero sus palabras hacia mi no fueron las mejores, cada que tenía oportunidad criticaba mi proceder, me molestó bastante su actitud y ya no la soporté mas, me puse de pie y le dije:

"Si tanto te avergüenza lo que hago ¿para qué me buscas? Mi dinero es sucio y mal habido, si lo aceptas te vas a ir al infierno según tu... ¿Entonces? Y para rematar no pierdes la oportunidad de insultarme... Bonita forma de pedir ayuda la tuya, escucha muy bien, ni para ti ni para ese señor habrá un solo peso y jamás permitiré que se acerquen a Luisa ni a mi sobrina porque todo lo que esta pasando es responsabilidad de ustedes".

Y salí...

Daniel me pidió que me calmara, que pensara mejor las cosas, pero yo había tomado una decisión y no cambiaría de opinión.

Nos fuimos para mi casa, la enfermera y el doctor de Luisa me estaban esperando, me llevé un gran susto, creí que algo malo había sucedido, pero no, al contrario, aparentemente estaba reaccionando, movió sus manos levemente y era una buena señal. Le realizarían algunos estudios para ver que estaba sucediendo y si realmente estaba saliendo del coma.

Tenía la esperanza que esta situación pasara pronto, pues a mi sobrina le hacía falta su mamá y aunque nosotras intentábamos dar todo el amor del mundo, no es el mismo que puede brindar una madre.

Un par de días después, me dirigía al local para ver cómo iba funcionando todo, al pasar sentí que la gente me miraba y susurraba a mis espaldas, debo decir que sí me incomodaba un poco, pero no le daría mayor importancia, era algo extraño, pues hasta el momento nunca me había sucedido; tal vez los rumores seguían esparciéndose por todas partes.

Ya me encontraba muy cerca cuando un policía me abordo y me preguntó si yo era Liss Martínez, le dije que sí y me pidió que lo acompañara, a lo cual me negué, pues yo no había cometido ningún delito.

"Señorita no es por eso qué requiero su compañía se trata de su padre y su hermana Necesito que me acompañe por favor". Dijo el agente.

A lo cual le respondí "Discúlpeme pero no me interesa nada acerca de esa gente".

El policía insistió: "Es de suma importancia que me acompañe, su hermana se quitó la vida y su padre no se encuentra en las condiciones para enfrentar la situación".

Me quedé de una sola pieza, no daba crédito a sus afirmaciones, llamé inmediatamente a Daniel para que me acompañara; cuando llegamos, estaba el área acordonada y estaban sacando el cuerpo, el cual tuve que identificar, era ella, Ana se había ahorcado en su cuarto y mi padre la encontró.

Estaba muy delgado y pálido, cuando me vio empezó a gritar e insultarme, pero para su mala suerte y por su estado de salud se me informó que ahora él estaría bajo mi custodia y cuidado.

¿Qué se supone que debía hacer con mi padre después de todo lo que nos hizo pasar?