4. Una canción

997 Words
Kagome Un jadeo de sorpresa se escapa de mis labios y ambos se sorprenden separándose agitados y yo me quedo en estado de shock. —Lo siento mucho - artículo con un hilo de voz y salgo de la habitación. No sé por qué, pero quiero llorar, no lo hago, soy fuerte y lo seré siempre. Estaba tan lejana por mis pensamientos que no me di cuenta que estaba en el jardín trasero de la mansión, respiro hondo tratando de que entre en mi cuerpo todo el aire que pueda. Pasa unos minutos para que mi respiración se tranquilice, when lo hace me dispongo a entrar, doy la vuelta y lo veo, sus ojos ámbar mirándome fijamente. —Kagome ...— no dejo que hable ya que lo interrumpo. —Descuide señor Taisho, yo me disculpo por haber entrado así a la habitación de su hija, no tengo el derecho para hacerlo, si me permite tengo que cumplir con mi deber. —Espera Kagome - me detiene tomándome del brazo cuando paso por su lado para marcharme. —Yo de verdad lo siento señor - mantengo mi cabeza hacia abajo, siento una vergüenza horrible. Sango me advirtió, ahora que lo pienso, Sango debe ser bruja, ya que predijo un poco de mi desastroso futuro. —Kagome, mírame - no hago lo que me pide ya que mantengo mi mirada en el suelo, vaya, en este momento hasta me parece muy interesante el suelo - mírame, Kagome - hago lo que me pide y levanto la mirada. -¿What? —Hablo seca por lo que Inuyasha se sorprende y frunce el ceño. —Kagome, lo que viste ahí adentro es ... —no dejo que hable y lo interrumpo. —Miré señor Taisho a mí no me debe explicaciones - le aclaro enojada, no sé por qué, pero me enoja su estúpida actitud y también enojada conmigo. ¡Bravo Kagome! Ahora te gusta un hombre comprometido (no sé en qué sentido), pero comprometido, ahora me ironizo a mí misma, vaya suerte la mía - usted es adulto y sabe lo que hace. —Kagome ... —Y me gustaría que por favor me llame Higurashi, no quiero que nadie confunda las cosas - no dejo que hable ya que camino hacia dentro, subo las escaleras y llego al segundo piso, camino en el pasillo, pero una voz me detiene. —Eres bonita, te pareces mucho a ella - habla una chica con melena roja, ojos verdes y un cuerpo de infarto - pero no dejaré que me lo quites. No sé de qué hablas - le digo sabiendo que habla de Inuyasha. —No te hagas la mosquita muerta conmigo - me agarra del brazo con bastante fuerza. —Suéltame - le susurro haciendo una mueca de dolor. —Esto es poco para lo que te haré si intentas algo con mi hombre, ¿entiendes? —Voy a responder pero la voz de Inuyasha me detiene. —¿Qué pasa aquí? —La pelirroja me suelta de inmediato. —Nada amor, estaba conversando con la niñera de tu hija, ¿verdad? —Me mira con ojos asesinos y yo solo asiento. —¿Y qué te pareció? —Le pregunta Inuyasha tomándola de la cintura y trato de ignorar un pinchazo que siente mi pecho. —Es encantadora amor - dice con una voz dulce muy falsa, como ella. —Señor quería preguntarle en donde se encuentra Yui - me tomo el brazo donde la pelirroja me agarró, me lo acaricio lenta y disimuladamente. —Está en sala de música, al final del segundo pasillo — me indica — Kagome — dice, pero luego de corrige — Higurashi, le pido por favor discreción, mi hija no puede saber que tengo algo con Ayame, por favor no le cuente nada , perdió a su madre hace poco — me suplica. —Tranquilo señor, no me concierne a mí hablar eso, pero creo que deben tener más cuidado, pudo a ver sido la niña que entre y no yo, con permiso — no espero respuestas y me marcho de ese lugar, busco el cuarto de música hasta que lo encuentro, cuando entro Yui está tocando el piano. ¡El piano! Y lo hace excelente. —Kagome es de mala educación hacer eso — me regaña Yui y ni siquiera pensé que había notado mi presencia — no puedes estar espiando a las personas — me parece graciosa la situación ya que debo ser yo quien la corrija y no ella a mí. —Lo siento Yui, tocas hermoso y me distraje — me siento a su lado — ¿quién te enseño a tocar el piano? —Ella me mira y toca una tecla. —Mi papi — su tono dulce me encanta, esta niña es tan tierna. —No sabía que a tu papi le gusta tocar el piano — paso mi mano contemplando cada pieza. —Es que era un secreto entre nosotros dos, pero tú eres mi amiga y los amigos no se ocultan nada — responde con una sonrisa. —Eres una niña maravillosa Yui — la abrazo por los hombros. —¿Kagome sabes cantar? —La miro a la cara. —Algo así, pero no canto bien. —No importa canta algo — me responde y se aparta de mí. Antes de irse, El sol matiza, Y así la tarde, Se hace rojiza. Yui me sigue el ritmo con el piano y lo hace excelente, yo solo me dispongo a cantar mientras ella sigue mi ritmo con el piano. Yo no imaginé que así, Mi vida sería Tras un ideal, Más no sé cuál, Nada quisiera tener. Yui, para mi sorpresa canta conmigo el coro. Aunque la canción no recuerdo quien me la enseñó, me la sé de memoria, y ahora veo que Yui también. Que gran secreto, Guarda la vida, que nos anima o que nos motiva, insatisfecho va por el mundo mi ser. Ahora soy yo quien la acompaño a tocar el piano, la voz de Yui es hermosa, su voz parece de un angelito, aunque digo, Yui es un ángel. Que alguien me diga que rumbo siga, monotonía hay cada día, una ilusión que no quisiera caer. Dejo que Yui cante el final sola. Insatisfecho va por el mundo mi ser ... —Yui que bien lo hiciste — le sonrío y ella a mí. —Cantas hermoso Kagome y ... —Yui no puede seguir hablando porque la puerta se abre. —¿Quién estaba cantando? —Inuyasha se ve molesto y yo solo pienso en que me metí en problemas.
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