5. Señor Taisho

569 Words
Kagome —¿Quién estaba cantando? —Inuyasha se ve molesto y yo solo pienso en que me metí en problemas. —Soy yo señor — me levanto y dejo a Yui sentada. —En mi casa no se canta señorita Higurashi — responde disgustado. —Lo siento no volverá a ocurrir, señor Taisho — arrastro las últimas palabras enojada, creo que desde que vi a su noviecita me he enojado demasiado. —Se le llama celos cariño — habla mi subconsciente molestándome. —Ahora apareces — le hablo molesta. —Siempre estoy aquí, una cosa es que no aparece — me saca la lengua infantil y yo hago lo mismo. —No sabes cómo te detesto en estos momentos — no escucho quejas de mi subconsciente así que presto atención a las personas frente mí. —Papi fui yo quien le pidió a Kagome que cantara para mi — Yui interfiere en la conversación. —¿De dónde sabe usted esa canción? —Lo miro sin entender. —¿La canción que canté? —Él asiente — no recuerdo de donde la escuche, solo que la sé — respondo ida en mis pensamientos. —No quiero escuchar a nadie cantar ¿entendido? —Asiento un poco enojada. —Como desee señor, me retiro — no espero respuesta y salgo enojada. Inuyasha Kagome va acabar con mi cordura, esa canción la cantaba Kikyo, y ahora ella aparece y la canta. —Hija, me voy trabajar — le doy un beso y la abrazo. —Papi, le hablaste muy mal a Kagome — me regaña mi hija. —Cosas de adultos hija — ella me besa la mejilla y me abraza, salgo de cuarto de música y bajo las escaleras. —Ayame, ya nos vamos — le aviso y ella despega sus ojos de la pantalla del celular. —Claro amor — me sonríe y sale conmigo. Ayame es mi secretaria, ella me ha consolado desde que Kikyo murió, hace dos meses empecé a salir con ella ya que iba caer en depresión. Llegando a la empresa voy directamente hacia mi oficina. Entro y me siento en mi silla ejecutiva. Me dispongo hacer mi trabajo, pero no me concentro. ¿Qué me pasa? No dejo de pensar en el rostro inocente de Kagome, debo de dejar de pensar en ella, ella debe de tener su novio o esposo. Kagome Después de que el "señor Taisho" se marchara a su trabajo paso toda la tarde jugando con Yui, esta niña es encantadora. En eso mi celular suena. —Bueno—digo en cuanto contesto. —¿Kagome? —Si, es ella, ¿quién habla?—pregunto y Yui me observa curiosa. —Soy Izayoi cariño. —Señora Izayoi—respondo alegre. —Nada de señora, me haces sentir vieja—me regaña como lo hace mi madre, con mucha dulzura. —Lo siento Izayoi—respondo un poco apenada. —Quiero hablar con mi nieta. —Claro—le paso el celular y Yui lo toma. —¡Abuela!—dice con alegría—si estoy bien—silencio—Kagome es genial—silencio—también te amo, adiós abuela—me devuelve el celular—mi abuela dijo que la disculpes no se pudo despedir de ti porque la llamaron. —Está bien corazón—le sonrío. Inuyasha Estoy terminando todo mi trabajo cuando la puerta se abre y entra Ayame contoneando sus caderas, cualquier hombre estaría enamorado de Ayame, pero yo no puedo amarla. —Cariño, deja el trabajo un rato—me dice y se sienta en mi regazo. —Lo siento, pero me he atrasado mucho—le respondo mirando los papeles. —Deja que te mime un poco—habla de manera sensual, y me quita de a poco la corbata—anda solo un rato—me besa el cuello y yo cierro los ojos, la mirada de una azabache llega a mí y separo a Ayame de golpe. —Ahora no — hablo con la respiración agitada. —Bien — está enojada. Se pone de pie y se marcha, no puedo estar con ella pensando en Kagome, ¿qué me hiciste azabache? ¿What?
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