Narra Bianca:
Abro los ojos de súbito, despertando sobresaltada del sueño profundo en el que estaba sumergida. Estoy desorientada, y siento la garganta seca, además del extraño calor que me abraza todo el cuerpo. Al incorporarme percibo la ropa un tanto húmeda por el mismo calor, lo que me hace sentir pesada e incómoda. Parpadeo un par de veces para que mis ojos se acostumbren a la penumbra. Grandes muñecos de peluche por todo el espacio, paredes rosas y mi pequeña coqueta de cuando era niña me indican que estoy en mi habitación, y eso me confunde, ya que no recuerdo cómo llegué aquí. Noto también que estoy vestida de pies a cabeza, con el suéter de esta mañana, calcetines y encima, una enorme manta.
—Con razón… — exclamo en voz alta con voz seca, pese a que estoy sola.
Al intentar lev
