Narra Bianca: —Ya estoy aquí — digo irrumpiendo en la oficina de mi padre. Tengo el ánimo en el piso y el estómago revuelto. Del mismo modo que me he despertado con un apetito voraz esta mañana, he vomitado todo lo que me comí, tan pronto él y mi tío se fueron de causa. Dado mi estómago resistente y mi usual hábito alimenticio, me ha sorprendido bastante las náuseas matutinas, sin embargo, con lo que pasó en casa, n o es para menos. He hecho un esfuerzo sobre humano para llegar, sabiendo que, de no presentarme, las cosas podrían ser mucho peor. Tomé un jean de mi armario y un suéter gris para el frío junto a unas botas negras. He dejado mi cabello suelto que cae en grandes ondas junto a mi cara y he salido disparada en mi auto. Su mirada va de arriba abajo ante mi atuendo informal, p