Isabella
Luego de un largo viaje en avión al fin estamos instalados en una cómoda casita de una planta en un terreno de una hectárea en un área boscosa, es perfecta para mantener oculto a mi hijo, en algún momento querrá saber de su padre y aún no se que le voy a decir, merece saber quien es su padre pero me cuesta tanto aceptar tener algún tipo de trato con él, se ve tan hermoso mi niño dormido se hace bola en la cama al igual que su padre. Sacudo la cabeza para espantar los dañinos recuerdos de un hombre al que no consigo olvidar a pesar del tiempo y la distancia, si tan solo pudiese controlar mis sentimientos haría que todos se enfocaran en Fernando quien se ha portado tan maravillosamente conmigo.
Fernando me patrocinó para empezar a ofrecer mis servicios como Ingeniera en sistemas de forma independiente, la verdad me ha ido muy bien aunque tendré que decirle adiós a mi cartera de clientes por algún tiempo, no esta en mis planes quedarme en este lugar por mucho tiempo solo vine a cumplir un deber cristiano con mi padre una vez lo haya hecho me iré una vez más y esta vez será definitivamente. Dejo a Andrew en su habitación profundamente dormido y salgo a la cocina donde me espera mi novio con una copa de vino.
—¿Se quedó dormido? —pregunta cuando me ve llegar.
—Si, callo como una piedra el viaje lo dejo exhausto —digo tomando asiento en la isla de la cocina.
—¿Lo llevarás a conocer a su abuelo? Yo podría acompañarte para que te sientas más tranquila —ofrece.
—Si, no quiero negarle a mi padre la oportunidad de conocer a su nieto ni a mi hijo de conocer a su abuelo, de lo que aún no estoy segura es si deba conocer a su padre, yo preferiría mantenerlo alejado de él, pero Andrew no tiene la culpa de que su papá sea un idiota —confieso con cierto matiz de dolor.
— Ve un paso a la vez, primero has lo que viniste hacer con tu papá, una vez hayas terminado piensas en lo demás, no te mortifiques sin ninguna razón. Andrew si tiene derecho a saber quien es su padre, pero tú también tienes derecho a querer estar alejada de él, no lo digo porque me cause celos te doy mi palabra de que estoy siendo objetivo en el tema, es solo que debes pensar en el bienestar de Andrew y en el tuyo propio y encontrar un punto medio que los beneficie a ambos —dice sincero.
¿Por que no lo conocí antes de caer en las manos de mi ex jefe?
—Lo sé, pero todo es tan grrrrrrr, ¿Por qué tiene que ser tan complicado? —exclamo.
—Mejor vayamos a la habitación para que te des un relajante baño en la tina —propone, pero no estoy lista para intentar una vez más tener intimidad, en ocasiones pasan largas temporadas sin que él me busque y lo agradezco, quizás se desahoga en algún lugar no es que me importe mucho, lo entiendo es hombre y yo no puedo cumplirle sexualmente, a pesar de intentarlo mi cuerpo no reacciona a sus caricias.
—Creo que es lo mejor, necesito descansar un poco, el viaje también me agoto a mí —digo ignorando su propuesta oculta.
—¿Te parece si te preparo la tina con agua calienta? —insiste.
— Yo misma lo haré, no te preocupes amor. Mejor prepara algo ligero para comer, quizás una ensalada. — no me siento bien al rechazarlo, pero simplemente mi cuerpo no acepta su cercanía. Le he pedido infinidad de veces terminar si no se siente a gusto, pero insiste que en algún momento mis sentimientos hacía él cambiarán.
—Como desees —responde escueto. Al tiempo que salgo de la cocina para ir por ese baño que tanto necesito.
Mañana a primera hora iré a ver a mi papá, hace mucho lo perdone en mi corazón, pero entiendo que él quiera escucharlo de mis labios, no le guardo rencor, después de todo es humano y como tal comete errores, trate mil veces aplicar ese axioma a Alexander, pero en él es imposible, él estaba totalmente consciente de lo que hacía, del daño que me estaba causando, en cambio, mi papá siendo hábil para los negocios siempre estuvo muy ciego en su propia casa y ella supo manipularlo.
El agua tibia de la tina relaja todo mi cuerpo como por arte de magia se siente tan bien sobre mi piel, echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos recordando a Alexander sus hábiles manos sobre mi piel despiertan cada una de mis terminaciones nerviosas haciendo que me sienta viva de nuevo, arqueo la espalda cuando siento que frota mi centro y las oleadas de placer me sacuden el temblor en mis piernas delatan el próximo orgasmo que se manifiesta silencioso reprimiendo cada grito en el fondo de mi garganta, abro los ojos al tiempo que quito la mano de mi centro para tomar la esponja y frotar mi piel, el placer en solitario es el único lugar donde permito que los recuerdos de él me ayuden a satisfacerme.
Luego de un largo baño de cuarenta y cinco minutos, bajo a la cocina donde consigo un tazón con ensalada cubierta con papel film y una nota de Fernando.
“No me esperes"
Esperó que no se haya dado cuenta de lo que hice en el baño, como le hago entender a mi corazón que es bueno darse una oportunidad con alguien más. Sé que se ha ido en busca de placer en algún bar, se me ha quitado el apetito, así que meto la ensalada en la nevera y vuelvo a la habitación donde me meto al fin a la cama y sin más me entrego al sueño.
Fernando
Subir a la habitación y escuchar esos gemidos apagados, salir del baño me hicieron replantearme el tipo de relación que llevamos Isabella y yo, decido salir en silencio de la habitación con rumbo a la calle, necesito aire libre para poder pensar bien en todo. De verdad la amo, ella es perfecta, es una mujer valiente, independiente, inteligente y sobre todo honesta, clara, transparente, es todo lo que siempre he deseado. Tengo tantas cosas en la cabeza que hacen que me duela fuertemente, tendré que pasar a una farmacia por algún tipo de analgésico, la vista se me vuelve borrosa por momentos, conduzco despacio para evitar un accidente, cuando llego a la farmacia entró y compro ibuprofeno del más fuerte para que se me alivie el dolor de cabeza, decido pasar la noche en uno de los hoteles de la ciudad no me siento capaz de regresar a la casa sintiéndome como me siento.
Lo más seguro es que ella esté suponiendo que he salido en busca de un poco de amor en la calle, si supiera que cada vez que me desaparezco es por ella por no poder hacer que olvide al padre de su hijo. Hace un par de semanas compré un anillo de compromiso y he estado esperando el momento adecuado para pedirle ser mi esposa, quizás sea una locura cuando ni siquiera hemos podido tener intimidad, llegó al hotel y pido una habitación solo por una noche, tomo el ascensor hasta el tercer piso busco mi habitación y entro sin poder sacarme de la cabeza a Isabella, la amo tanto que estoy dispuesto a esperar todo el tiempo que sea necesario con tal de tenerla en mi vida.
Necesito una ducha que me ayude a olvidar nada más un poco, entro al baño y disfruto de lo relajante del agua tibia que sale de la llave, no he traído más ropa por lo que me duermo desnudo, mañana Isa ira a ver a su padre me gustaría acompañarla, pero ese es un momento únicamente para ella. Tal vez es el mejor momento para pedirle matrimonio y pedir la bendición del señor Jack, así no podrá negarse. Estoy seguro de que en algún momento ella me amara tanto como la amo yo.