Capítulo 12

1202 Words
Ahora oficialmente éramos una pareja. Ahora oficialmente podía decir que Rudolf era mío y nadie podía apartarlo de mi. Bueno, mis acciones desencadenaron un caos completo alrededor mío y es que me volví el centro de atención de la mayoría de personas en la institución. Tan pronto como mis padres se enteraron de mi relación con él pidieron hablar con ambos, estaba seguro de que mi madre nos daría un sermón completo sobre las malas acciones que habíamos tomado y sobre lo precipitados que habíamos sido. —Hola, cariño— Rudolf llegó a dónde me encontraba sentado con Luther. Me beso en los labios y se sentó al lado de mi. —Buen día— di una sonrisa y seguí comiendo. Luther nos miró a ambos y luego comenzó a reír —¿Perdiste tu orgullo alfa, Franz?— pregunto en susurros. Yo lo mire y trague lo que tenía en la boca. —Hola, hermanito— Beatriza llegó a salvarme —Hola, ex mejor amigo— miró a Rudolf. —Oye— Rudolf la miró —Aun soy tu mejor amigo. —Si claro— se recargo en la silla y se cruzó de brazos —Desde que comenzaste a salir con mi pequeño hermano no haces más que estar pegado a él todo el maldito día— lo miro —Mi pobre hermanito debió haber perdido su orgullo— comenzó a reír —O mejor aún ¿Realmente es así de bueno en el sexo? —Beatriza— la mire. —Es verdad, cuando estamos en ese estado se nos es difícil recordar— tomo uno de mis panecillos y me miró —¿Que vas a saber tu de buen sexo si cuando fuiste ayudado durante tu celo perdiste la conciencia?— se puso de pie —Los dejo disfrutar su miel acaramelada, iré a preparar mis cosas— se giró y comenzó a caminar. Se fue y solo me dejó con la penetrante mirada de Luther —¿Así que ustedes dos?— pensó unos segundos y luego mostró cara de desagrado —¿Hay algo qué me ocultan? —Bueno— me puse de pie y tome la charola, debía evitar a toda costa esa conversación con él, pero era imposible hacerlo, sienplemente imposible —Tambien tengo cosas por hacer, yo me voy llendo— me gire y comencé a caminar. —Esta conversación aún no acaba, Franz— dijo antes de que yo saliera a toda velocidad de ahí. Camine rápidamente hasta llegar a la habitación, abandonando por completo a mi preciado Rudolf. —Mierda— Susurré cuando entre y cerré la puerta. Me recargue en ella y suspire. Supongo que esta conversación tenía que ocurrir en algún momento, no podía ocultar la verdad por mucho tiempo a Luther. ¡Ahhhh ¿Por qué tiene que ser tan complicada esta situación?! Creí que sería lo mejor, pero solo me saco de mi zona de confort. En primer lugar el resto comenzó a prestarme atención, ¿Cómo yo había podido atraer a Rudolf? Mis padres, mi hermana, Luther e incluso las madres de Rudolf. Eran un sun fin de problemas que debía resolver lo antes posible antes de que nos graduaramos. Me despegue de la puerta y fui a mi cama, me recosté y tome mi celular. Abrí el chat de Rudolf y teclee un mensaje: "Lo siento, no debí haberme ido" En seguida que lo recibió lo leyó y contesto: "No te preocupes, me fui en seguida que tú. Pero creo que tú amigo está furioso" —Franz— Luther abrió la puerta y entro. —Ahora mismo me dirás lo que ocultas. —Este— me senté en la cama y lo mire —Bueno, yo— Susurré. —Se que llevas una semana de relación con ese vampiro, pero ¿No te parece que le estás ocultando cosas a tu mejor amigo? —Yo, lo siento. Tome decisiones precipitadas, lo sé. Me uni a él con la marca— solté. —¿Qué?— Me miró —¿Fue aquella vez?— pregunto y yo asentí —¿Que hay de tu Mate? Leyna debió haber rechazado la marca de este chico porque su Mate no era él— calló —No me digas que...— me miró. —Si, Luther— lo mire también —Rudolf es ese Mate del que te hablé. —Por la diosa, esto es tan raro— fue a sentarse a su cama y me miró, con una expresión de felicidad en su rostro —Entonces ¿Él fue quien te ayudo durante tus celos? —¿Cómo lo supiste? —¿Qué no es obvio? Tu loba rechazaría a cualquiera que no sea tu Mate, sencillamente la única persona que puede ayudarte en esos casos es tu Mate en caso de que tengas uno ¿Acaso tus padres no te lo dijeron? Negué con la cabeza —Debiste decírmelo cuando te conté que alguien me ayudaba. —Crei que ya lo sabías. Pero eso no importa, ahora dime ¿Sus padres saben sobre la marca? —Si, supongo. —¿Cómo que supones? ¿No les has dicho?— miró en otra dirección y comenzó a susurrar —Bueno, ahora eres joven y estás completamente desinformado sobre las marcas y cosas parecidas. Debo darte lecciones, si, eso haré— volvió su vista a mi. —¿Qué cosa? —Claro que creciste como un alfa y tus padres jamás se tomaron la molestia de explicar cosas que solo a las omegas les suceden. En primer lugar y muy importante es la maternidad. —¿Por qué querría saber sobre eso? Yo no tendré bebés— lo mire — es cierto que soy un lobo hembra, pero odiaría tener bebes que nazcan de mi. —Bueno, igual debes saberlo— se levantó de la cama y se acercó a mi —El embarazo es diferente para cada rango. Las mujeres alfas tienen a sus cachorros ocho meses, las omegas tienen a sus cachorros diez meses y las betas solo nueve meses. Eso no significa que el cachorro nacerá antes o después de tiempo, cada cachorro se forma diferente dentro de cada vientre. Ahora hablemos sobre nosotros, los lobos hembra. Ya que es muy raro ver lobos hembra hay muy poca información sobre el tema, pero para un Omega, o sea yo, el bebé solo está siete meses en el vientre. —Si, si, si— me puse de pie —Ya es suficiente. —No, no lo es— me tomo de los hombros y me hizo sentar de nuevo —La única forma para que un lobo hembra pueda embarazarse es mediante su ciclo de calor ya que la excitación hace posible que el esperma logré llegar a la cavidad uterina. —Ya, ya. No quiero escuchar más— me cubri los oídos —¿Por qué me cuentas esto a mi? Estoy diciendo que no tendré bebés. —Es solo que con la marca tu cuerpo cambia y también lo hacen los ciclos de calor. —Entonces ¿Cometí un error? —El cambio es positivo, no te preocupes— sonrió y volvió a su lugar.
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