CAPÍTULO DIEZ
El día terminó sin ninguna nueva pista, así que Avery se dirigió al bar de elección de la A1 esa misma tarde, el Bar Joe’s. Se sentó en su lugar habitual en la barra con Ramírez a su lado. Otros policías estaban con ellos, bebiendo cerveza y viendo los Red s*x perder en el televisor montado detrás de la barra. Como de costumbre, el pequeño grupo de policías tenía su propia parte del bar a lo largo del otro lado del edificio. Se reunían allí para hablar de casos actuales y liberar sus frustraciones con cerveza, dardos y un juego de los Red Sox o Patriots en la televisión.
Avery se sentó y analizó su día, viendo si podía desenterrar cualquier parte faltante de todo lo que había ocurrido. Ella y Ramírez habían trabajado con los del departamento forense para analizar las ceniza
