El resto de la semana transcurrió lentamente. Mis padres no se habían dado cuenta de los moratones, pero mamá sí se fijó en mi labio partido. Por suerte, Caleb me apoyó con la excusa de que me habían golpeado con un balón de fútbol. ¿He dicho lo mucho que quiero a mi hermano pequeño?
La escuela parecía alargarse. Vanessa y Milinda parecían estar esperándome en todas partes. Pero Leo nunca les dio la oportunidad de hacer nada. Ally intentó enfrentarse a Lila en varias ocasiones a lo largo de la semana. Fue bastante embarazoso para Ally. Especialmente cuando Caleb le gritó en un pasillo lleno de estudiantes, diciéndole que era una maldita psicópata. Lila y yo nos reímos mucho.
Le pregunté a Lila si creía que podía enseñarme algo de kárate. Lila me dijo que ella no sabía mucho acerca de la
