Mientras tanto en la empresa, Colate había llegado como todos los días, se había metido en su oficina e inmediatamente se puso a trabajar. En ese instante tocó la puerta su asistente y éste dijo: — ¡Adelante! La asistente enseguida pasó con una Tablet en la mano y le dijo: — Buenos días arquitecto, le recuerdo que hoy tiene reunión a las 10:00 am con los chinos que quieren construir el centro comercial. Y otra cosa, allá afuera está buscándolo la chica que trabaja en el almacén, Yajaira, dice que le urge hablar con usted. Colate frunció el ceño y siguió firmando unos documentos que tenía pendiente sobre su escritorio, sin responder a lo que le había dicho su asistente la cual estaba esperando una respuesta por parte de él sobre si la dejaba pasar o no. Al terminar de firmar los docum