"-Intento acostumbrarme."

1022 Words
Capítulo 4: Triz Oí el maldito sonido de la alarma hacer eco en mí habitación, estaba de mal humor. No había dormido casi, me sentía una completa perra con Frederic y sabía que mamá no hubiera aceptado mí actuar. Bajé las escaleras refunfuñando, tenía sueño, dolor de cabeza y una maraña de pelos en mí cabeza. Esperé encontrarme a mí padre pero sólo había una nota con un desayuno listo para mí. "Salí a una entrevista de trabajo. Que tengas buen día..." Suspiré y envié un mensaje a Roy preguntándole si podía pasar por mi, afortunadamente accedió. Tomé las tostadas y la leche de la mesada rápidamente, me coloque ropa decente y ate mí cabello en una coleta. Justo cuando tomaba mi mochila oí la bocina del auto de Roy. -Que honor pasar a buscarte roja. -dijo Roy una vez que me subí. -No conozco a nadie más que tenga auto y que además hable conmigo. -respondí. El rió y emprendimos rumbo al instituto. Al llegar, el bullicio de tanta gente en un solo lugar hizo mí cabeza doler el doble. Luci se acercó y me miró preocupada. -Parece que fueras a matar a alguien hoy. -dijo. -No tuve una buena noche... -Yo podría ayudarte a tener las mejores noches. -bromeó Roy y rodé los ojos. -Gracias por el aventón, nos vemos. -dicho eso, me alejé con Luci camino a nuestra clase. -Pense que te caía bien. -murmuró y sonreí. -Sí pero puede volverse algo molesto aveces. Apenas nos conocemos... -dije y me encogí de hombros. Ella negó riendo. Nos ubicamos al final en un banco para dos. Me apoye cómodamente sobre el banco y decidí cerrar mis ojos. No sé en qué momento caí dormida pero desperté al oír a Luci decirme que acababa de llegar el profesor de Álgebra. Dios, odiaba esa materia. -¿No quieres hablar? -preguntó haciendo referencia a mí mala noche y negué. Ella asintió y nos concentramos en la clase. Suspiré, me costaba expresar mis emociones y más aún contar mis problemas. Luci parecía una buena chica, seguro era una gran amiga pero me costaba confiar en la gente. Después de todo, ¿qué se puede esperar cuándo hasta tu misma sangre te engaña? Antes solía confiar y creer en los demás, pero desde lo de Ian y Sofía, todo había cambiado. Aveces me sentía hasta paranoica por desconfiar tanto. -¿Vamos a la cafetería o prefieres quedarte? -preguntó Luci sacándome de mis pensamientos. La miré como si una segunda cabeza hubiese crecido en su cuerpo, ya habían pasado las dos primeras horas de clase. ¡No había prestado atención! -Joder... Sí vayamos. Me perdí toda la clase. -gruñí. -Descuida, anoté todo. Luego te lo paso. -dijo sonriendo y asentí. Su amabilidad me sorprendía aveces. Todavía estaba en proceso de aceptación a mí "nueva vida". -Lamento ser tan cerrada... Yo... Intento acostumbrarme. -dije y Luci sonrió. -Lo entiendo Triz. Estaré para lo que necesites, tomate tu tiempo. -respondió y me permití sonreír con confianza. [...] C hris Miré como Roy caminaba a la mesa donde se encontraban McGuz y su amiga Lucía. Enviadaba al jodido Morther, no entendía porque su interés en la pelirroja y me parecía llamativo el hecho de que no se hubiese lanzado en busca de conquistarla. -¿Admirando el panorama? -dijo Jackson sentándose con un cono de papas a mí lado. -Pareces un típico depredador acechando a su presa. -opinó Brandon y bufé. -Me estoy desesperando... No quiero seguir detrás de ella como jodido perro faldero pero mierda, a la vez me encanta que sea tan difícil. -admití. -Mierda, ya pareces la mujer de la telenovela que ve mí mamá. -dijo Brandon y reímos los tres. -Joder sí. -opinó Jackson. -Idiotas... -murmuré. La pelirroja cargaba con un aura de mal humor que era notable desde la distancia. Se veía como una persona imperturbable, firme, fuerte, no lograba imaginar que podría perturbarla. Por un momento me imaginé siendo una mosca, siguiéndola a su casa para ver cómo era su vida personal. Joder, tenía curiosidad y ya no era sólo por explorar ese cuerpo, era por conocer todo de ella. -¿Qué recomiendan que haga? -pregunté. -Por empezar dejar de mirarla como un loco obsesionado. -respondió Brandon. -Que no la miro así. -gruñí. -Claro y yo no me masturbo con Scarlett Johansson. -preguntó con burla. -¿No tienes alguien más a quien molestar? -pregunté y río negando. El día en el instituto paso lentamente, extrañamente cargaba un humor de mierda. Capaz la pelirroja me había trasmitido sus malas energías, suena idiota, lo sé. Caminé hasta el auto de Jackson, me sorprendí al ver a McGuz subirse en el mismo vehículo que Roy. Parecía que finalmente el imbécil me había superado en algo y eso era en tener a la pelirroja pero, eso no impediría que siguiera intentando ganarme la atención de McGuz. Apenas comenzaba. -¿Acabas de ver lo mismo qué yo? -preguntó Jackson y asentí.- ¡Jodido Morther! No me lo ví venir. -Créeme que yo tampoco. -admití. -¿Aún sigues resentido por lo de? Ya sabes...  -Algo así y sí, es exactamente lo que estás pensando. -¿Qué harás Roger's? -preguntó. -Todo vuelve querido amigo, será mí turno de robarle su chica. -dije sonriente. -Arderá Troya. -pronunció y reímos. Me fue imposible no recordar cosas del pasado, cosas que me llevaron a ser lo que soy hoy. Conocía a Roy a la perfección, sabía tanto de el como de mi mismo. Habíamos crecido juntos, eramos jodidamente inseparables hasta que fue quien peor me pagó en la vida. Se pasó nuestra amistad de años por el culo y se fue todo a la mierda, lo golpee tanto que pensé que si continuaba llegaría a matarlo, por suerte, me detuvieron a tiempo. Aún así, después de tanto... La herida perduraba, verlo cada día con sus aires de grandeza y sus ansias de competir conmigo en todo aspecto solo me generaban más ansias de volverlo a golpear hasta cansarme pero así no ganaría nada y afortunadamente Beatriz sería una carta para jugar a mí favor. Continuará...
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