Capítulo 5:
Triz
Después de llegar de la escuela, me encontré a mi padre, el solo se dirigió a mí para decirme que el ático estaba preparado para mi. ¿A qué se refería? Sencillo, mí consola, mí teclado, micrófono y grabadora. Mí hobbie y pasión era cantar y tocar el teclado, en la antigua casa teníamos un sótano y ahí cantaba y componía. Desde que mí madre murió, lo dejé. Olvidé todo lo que me hacia feliz, lo que me hacía ser yo.
Entré al ático con temor, me sentía rara. Noté un escritorio y demás cosas que yo tenía en el viejo garaje, sonreí con nostalgia. Carajo, ya lloraba.
Noté una gran foto sobre el escritorio, salía con ella. Mí madre, tan bella y radiante como siempre. La última foto juntas fue esa, ella estaba sobre aquella maldita camilla de hospital, yo estaba acostada a su lado y comíamos gomitas viendo Caballo de Guerra, una vieja película.
Las lágrimas se acumularon en mis ojos. ¡Ella no debió dejarme! Dejé la foto y me senté en la cómoda silla. Encendí la notbook que utilizaba solo para mis grabaciones y notas. No pude evitar llorar al ver el último tema que canté y grabé. Quedate aquí de Gema, una cantante de rap conocida en España. Sí, manejaba bien el castellano.
-Miro al cielo buscando tu estrella... -canté por lo bajo.
Canté y lloré. Quisiera despertar de éste maldita pesadilla y que mi madre este aquí. ¿Por qué se tuvo que ir? No noté que mi padre me oía y observaba desde las escaleras que daban al ático. Lo miré y aunque mí orgullo murió en ese momento, lo abraze, sí a mi papá.
-Calma Triz... -murmuró el con un hilo de voz.- Sé que es difícil, sé que aún duele hija. Debes ser fuerte, tu madre fue lo mejor que me pudo pasar y estoy seguro de que ella no quisiera verte así. -dijo acariciando mí pelo.
Me sentía un poco mejor, mí madre estaba en un mejor mundo pero aún así yo la necesitaba aquí conmigo. Lloré por varios minutos, me sentía devastada. ¡Mierda!
-Perdóname por no haber estado... -susurró.- Lo siento, éramos tan jóvenes cuando supimos de ti tesoro... -me explicó.- Sentí temor. Mi padre era un hombre de prestigio y yo era su orgullo, lo decepcione y me amenazó con herir a tu madre y a ti si no me alejaba. -confesó.- Le dí lo que quería, desaparecí para tu madre y dirigí su empresa. En cuanto supo hace dos años que me haría cargo de tí, me echo pero eso no me interesa, estaré aquí para tí mí niña.
Y lloré más, me aferré a él. Pronuncié un débil 'te perdono papá' y el rompió en llanto. Fue el momento más emotivo de padre e hija que tuve en mí vida. Lo juzgue y odie sin conocer la verdad.Luego de eso, me recompuse un poco y bajamos juntos a merendar. Mí padre hizo tostadas, conversamos con fluidez y me sentí feliz, mamá había amado a este hombre con locura y el a ella.
Después del momento padre-hija tan emotivo, estuve horas en el ático hasta que decidí que era suficiente por el día. Me encontraba tirada en mí cama, aburrida. Tenía mis ojos algo rojizos y aunque suene ordinario decirlo, demasiados mocos, por algo detestaba llorar. Ya me había consumido un paquete de Esnif. Por suerte, Lucía me llamó y eso me extrañó. Tomé mi móvil y atendi.
-¿Sí? -contesté.
-¿Qué haces Triz? -preguntó.
-Me aburro como una pasa. ¿Tú?
-Igual. Oye... am... -pronunció nerviosa.
-Habla chica, sin rodeos. -dije divertida.
-¿Quieres ir a Dom'k? Es una bar, tocan bandas y pues siempre iba sola, pero ahora te tengo a ti. -contesto.- ¿Qué dices?
-Haberlo dicho antes. -reí.- Pues vamos. En 15 estoy en tu casa.
-Vale recuerda avisarme cuando estés afuera. -colgó.
Me puse un vaquero n***o largo, mis vans azules y una remera azul con el símbolo de super man. Patética, lo sé, pero quería estar cómoda. 15 minutos más tarde me encontraba con Lucí camino a Dom'k, el bar tenía muy buena pinta. Sentía que todo iba mejor de a poco.
Entramos y nos ubicamos cerca del escenario, un mozo muy guapo a decir verdad nos trajo una cerveza a cada una. Me resigne a fumar, estaba prohibido hacerlo en lugares cerrados.
Conversamos de temas triviales hasta que dieron aviso de que hoy tocaría una nueva banda. Aplaudimos y aguardamos a que estos tocarán.
[...]
Chris
Definitivamente mí viernes iba de lo más bien, por fin follé como merecía y además hoy tenía que dar un recital con Brandon y Jackson en un bar cerca de la casa del último. Nos darían buena pasta y además ganaríamos fama como grupo. Mí madre estaba contenta por ello. Ella me apoyaba en todo, mí padre seguía esperando que fuera un pijo abogado o empresario. Yo amaba y amo la música, por lo cual ya estaba claro que elegiría para seguir luego de terminar la escuela.
Jugaba un poco a mí PlayStation 4, cuando Jack mando un wsp en el grupo que teníamos de los tres, sonreí de lado al leerlo.
Jack:
Mañana fiesta hermanos.
Brandon:
¿Dónde?
Jack:
En lo de Emily. Estamos oficialmente invitados gays.
Yo:
Genial, no nos vendrá mal.
Jack:
Y menos para tí, oí que Roy irá y la pelirroja también. Será tu noche.
Yo:
No lo duden.
Me desconecte y sonreí como idiota. Aprovecharía esa fiesta como se debe y claramente lo haría con Beatriz, mi pelirroja de infarto. Carajo, estoy duro de nuevo. Decidí darme una ducha fría y prepararme para el concierto que tendríamos, afine mi guitarra y practique unos acordes. Rápidamente paso el tiempo y Jackson y Brandon me esperaban en la puerta de mí casa. Me despedí de mi madre y salí.
-Hoy la rockearemos. -pronunció emocionado Brandon.
-Pues claro que sí. -respondimos Jack y yo.
La noche pintaba bien y el día de mañana sería aún mejor. Lo presentía. Sonreí nuevamente y negué divertido, terminaría bien mí semana. Vaya sorpresa me llevé en el bar más tarde cuando toco presentarnos... Jodida suerte tengo.
Continuará...