Tan inocente y bonachona que me pareció la señora Elle, y resultó siendo una estratega. La manzana no cae muy lejos del árbol después de todo. Es lo que pude comprobar al tener la certeza de que la madre de Adrián le tendió una trampa para que almorzase también con su padre, Don mítico Aidan. Suponía que las cosas no iban tan mal en esta mesa. El señor se había sentado hace como 5 minutos, le habían servido la comida, y Adrián quien lo tenía directo frente a él no había hecho una escena. Aunque parecía a poco de hacerlo. De impresionado, pasó a molesto, a ver molesto a su madre, que le dice algo con la mirada. Quizás que no haga un berrinche. El papá como había dicho, no ha hecho contacto visual con nadie, y al lado de la madre, más miedo daba. Ella era como la calidez del día con su do