Aquel hombre resulto ser mas divertido de lo que pensé. Ambos habíamos tomado demasiado pero no me importaba. Bebida tras bebida me hizo sacar toda esa tristeza sin darme cuenta, aunque solo fuera momentáneo me gustaba. Este hombre me saco a bailar y aunque bailaba fatal a él pareció no importarle. El solo sentir su respiración tan cerca a mi cuello mientras bailábamos me hizo soltar un suave y disimulado jadeo. Las luces eran mareantes y la música que el dj ponía haciéndolo su propio ritmo cada vez más erótico como si ellos se habían confabulado para que yo cayera en sus encantos. Me sentía algo acalorada y no era por el alcohol, era el quien poco a poco despertaba sensaciones que crei no volver a sentir, poco a poco despertando algo en mi que poco a poco tomaba control de mi.
-Parece que alguien esta animada, qué tal si vamos a un lugar más privado.
No pude negarme, el me tenia hipnotizada, o ¿acaso le puso algo a mi bebida? A este punto no me importaba, solo quería olvidar, quería sentirme amada, deseada, solo quería sentirme mujer y asentí con la mirada.
Estaba algo mareada tanto que aquel hombre me ayudo a caminar, el también parecía algo afectado por el alcohol, pero estaba mejor que yo. Tomamos un taxi hacia un hotel, entramos a una habitación y Magnus comenzó a besarme con ferocidad.
-Ah espera.
Fue lo único que pude decir, pero me volvió a besar con tremenda ferocidad como si quisiera comerme. apretó su cuerpo contra el mío y la pared fría. Con sus manos acaricio mis piernas levantando mi vestido y sujetando mis nalgas. Me levanto mientras comenzaba a besar mi cuello.
-Espera, debo decirte algo.
-¿Uhm?
-Mmm olvídalo solo sigamos.
Aquel hombre me lanzo a la cama bajando mis pantis y comenzando a lamer mi v****a. Succiono, lamio y chupo mi clitori que me hizo revolcarme en la cama. Un calor intenso sacudió mis piernas, el hombre salió de entre mis piernas con una sonrisa ganadora. Me saco la ropa dejando todo mi cuerpo como fui traída al mundo
-Ahora es mi turno.
Este saco de su bolsillo un condón de su bolsillo y tras desnudarse me penetro de una. Mi cuerpo se sacudió del dolor intenso que sentía. Quería llorar pues a pesar de estar ebria aun pude sentir mi cuerpo temblar por convertirme en una mujer. Aquel hombre se detuvo por unos momentos pero no dijo nada simplemente comenzó a moverse mas suavemente y al acostumbrarme a su pene comenzó a bombardear una y otra vez. El continuo encima de mi hasta que me libere en un chillido de placer.
-Ah Dios si!
Fue lo único que pude procesar. No sabía que ocurría en mi cuerpo pues nunca había tenido relaciones, pero se sentía demasiado bien para no querer más.
-Tranquila eso no será lo ultimo que veras esta noche preciosa.
El me beso con mucha pasión y así como comenzó la noche así continuo. Duramos toda la noche teniendo sexo salvaje tanto que a veces temía que alguien del hotel viniera a pedirnos que nos controláramos. Dormí profundamente hasta que mi celular sonó a las cinco de la mañana y tras aquello me levanté de golpe viendo a aquel hombre aun inconsciente.
-Demonios me duele la cabeza.
Apenas podía moverme, todo mi cuerpo dolía como si un enorme tractor hubiera pasado por encima de mi. Aquella noche había sido demasiada buena pues esas subidas de emociones además de que hice cosas que antes de mi corazón roto no hubiese hecho. Aquel chico seguía noqueado algo que aproveche para ponerme mi ropa e ir corriendo a mi casa. Me duche con rapidez y con algo de dolor en todo mi cuerpo me dirigí al hospital de Stephen no sin antes tomar medicina para la resaca pues no aguantaría el día sin ella.
Hoy tendría pasantía con él mejor veterinario en mi poca experiencia. El era un joven veterinario de algunos treinta que había heredado el hospital de su padre. Mi madre y su padre se conocieron y gracias a su amistad pudo conectarme a hacer la pasantía en aquel lugar. A pesar de aquella conexión, Stephen siempre fue muy amable conmigo, además siempre me ayudaba en todo lo que pudiera para aprender. Estando a punto de entrar al hospital cuando vi a Stephen así que me acerqué a él.
-Buenos días, señorita Connor.
-Buenos días, señor White, hoy estaré bajo su cargo de nuevo.
Sonreí y este me vio de arriba abajo por unos segundos.
-Parece que tuvo una noche algo agitada señorita. La vere adentro, iré a preparar unos papeleos.
Algo confundida solo me despedí de Stephen el cual se alejó. Al entrar y ver a Leonor esta solo me lanzo un silbido.
-Vaya no sabia que Derek era un animal en la cama.
-¿Disculpa?
-Tu cuello querida, esos chupones niña me dan hasta envidia, si eso es solo tu cuello aun me sorprende que puedas caminar.
Tras escuchar eso simplemente saque mi teléfono y note la marca de mi cuello. Abrí la boca de golpe y comencé a mover mi bata para intentar ocultar aquella prueba del delito como si aquello fuese un pecado. Mientras estaba a punto de guardar mi teléfono noto que un mensaje de Derek.
“¿Hola cerecita, ya lo pensaste?”
“Aún no lo pienso”
“Cerecita por favor te necesito, haremos una boda pequeña y tenemos que hacerla rápido ya que el padrino solo podrá estar aquí hasta final de mes”
“Me contactaste porque no tenías a nadie más.”
“Alex no digas eso :c”
“Ok sere su dama de honor”
“Te enviare toda la información por correo hoy, te quiero mucha cerecita suerte en tu turno de hoy. Nos casaremos este 20 de junio”
suspire mientras guarde mi teléfono solamente. Haciendo calculo eso sería exactamente dos semanas.
-Siento que hoy será un día demasiado cansón para mí.
-Me lo imagino.
-Leonor no digas cosas raras sobre Derek y yo por favor.
-Ok capitana.
Fue lo único que dije mientras entraba a la parte trasera del pequeño consultorio.