September perdió por completo el apetito cuando él le soltó que tenía una amante. Ella esperaba que eso fuese en pasado, algo que no tendría repercusiones en su presente. September no era una mujer tóxica, celosa ni que impidiera que el hombre hablara para aclarar las cosas. En su lugar, entrelazó sus manos sobre la mesa y le dijo que continuara, que quería saberlo todo. Ace esperaba que ella se molestara, le gritara, le pidiera explicaciones como una demente o se levantara de la mesa sin decir palabra alguna. Y aunque no le sorprendió la aptitud madura de la mujer, le incomodó su relajación con relación a la oración.
—¿Quieres saber? —le preguntó.
—Si es posible, quiero saberlo todo —respondió ella al recostarse en la silla con las manos aun en la mesa—. Cuéntame.
Estaba tan calmada qu
