¡Una visita!

1028 Words
Después de salir de la empresa de su futuro esposo, Megan fue hasta su casa para poder finalmente dejar todo en orden. Los nervios la estaban comiendo por dentro, no queridos mostrar ningún tipo de emoción pero lo que haría sabía que le cambiaría la vida Cuando Megan llega a su casa, al poner un pie dentro, escucha que su hermana esta conversando, así que, se apresura rápidamente para ver con quien habla. Se sorprende un poco, no podía creer a quien estaba viendo. —Hola Adrián, no esperaba verte— Le dice Megan un poco nerviosa. —Acabo de regresar, lo primero que quise hacer fue venir a verte, se que la última vez que nos vimos fue un desastre— Decía Adrián al levantarse del sofá. Alicia viendo la situación incómoda entre ambos, se levanta del sofá y se marcha. Ahora ellos estaba totalmente solos. —¡Me alegra verte! Ya no importa lo qué pasó la última vez— Dice Megan mirándole fijamente a los ojos. De repente, Adrián se acerca, entrelaza sus manos por la nuca de Megan y la besa apasionadamente. —Te he extrañado todo este tiempo, no puedo vivir sin ti Megan, eres el amor de mi vida, perdóname por favor— Suplicó Adrián después de ese gran beso. —Adrián has regresado muy tarde, este sábado me casaré— Le responde mientras se aleja poco a poco de él. —¿Casarte?. No lo puedo creer, todo esto es mi culpa Megan, pero si aún sientes algo por mi, no lo hagas, por favor no lo hagas. —Adrián te quiero mucho y lo sabes pero no puedo cancelar mi boda. —¿Es porque me fui de tu vida la noche después de que me entregaste tu cuerpo, tus besos y todo lo que sentía por mi?— Pregunta decepcionado. —Adrián no voy a negarte que me dolió e incluso me arrepentí de haberte entregado mi virginidad, pero lo superé, ya han pasado tres años de eso. —Lo siento tanto, debía irme con mis padres, ellos me necesitaban. —Ya eso no importa. Ahora me voy a casar— Le recordó una vez más. De repente los llantos del bebé llegan hasta la sala, en pocos segundos, Alicia baja con el bebé en brazos y lo entrega a Megan. Megan consuela a su pequeño bebé, lo rodea de besos hasta calmarlo. —Adrián, él es mi hijo Nicolás, tiene casi dos años de edad— Le presentó. Adrián no puede ocultarse su gran asombro, lo esperaba encontrar a la mujer que ama con el hijo de alguien más. —¿Es es ala razón por la que te casas?— Pregunta atormentado. —¡Si!— se limita a responder. —También lo hace por mi, estoy embarazada y seré madre soltera—Dice Alicia un poco avergonzada. Megan de marcha hasta su habitación con su bebé sin decir nada más, aún estaba impactada por ver a Adrián después de tres años. Al entrar a la habitación, Megan no pudo evitar dar un suspiro de preocupación, no podía creer que Adrián haya llegado Justo en medio de su situación. Megan le da de comer a Nicolás para luego dejarlo durmiendo en su cuna. Después de una hora aproximadamente, Megan regresa a la sala, en ese momento, Alicia estaba cerrado la puerta porque Adrián se había marchado. —No esperaba ver a Adrián— Dijo Alicia. —Yo tampoco.. me ha dejado con la boca abierta, no entiendo porque el destino se compromete en ser tan cruel conmigo— Expresa con tristeza. —¿Aún lo quieres?. —Lo quiero mucho, pero no creo que lo quiera como hombre, ya han pasado tres años y no ha habido nada que pudiese mantener ese amor. Megan tenía sus sentimientos muy claro, solo se sentía preocupada porque después de tanto tiempo, él regresó en el momento menos indicado. Finalmente la espera había terminado, hoy era un gran día para recordar, aunque no con alegría. El sábado había llegado como un abrir y cerrar de ojos, Megan deseaba que las horas hubiesen pasado un poco más lentas, pero claro, ella no controlaba el tiempo. —Estás muy bonita, ese vestido es perfecto— Dijo Alicia en tono bajo al entrar a la habitación de Megan. —¡Gracias! No era el vestido blanco que había soñado pero al menos es blanco— Decía conmovida, sus lágrimas no dudaron en hacerse presentes. —Solo serán dos años, se que no será fácil para ti pero espero que el cielo te proteja. —¡Gracias Alicia!. Sabes bien que si pudiera llevarlos conmigo lo haría, pero no puedo, ni siquiera puedo hablar de ustedes, es una cláusula del contrato, pero vendré todos los días a ver a mi hijo y a ti también— Le expresaba con un fuerte dolor desde lo más profundo de su corazón. —No tienes que decirme nada, yo lo sé.. Cuidaré de mi sobrino como si fueras tú, lo juro— Dijo Alicia. Megan abraza a su nene san con fuerzas, no era que se iba a ir lejos pero separase de ellos le generaba dolor. Antes de salir de la casa, Megan va a la habitación de su pequeño Nicolás, lo ve dormir tranquilamente, no desea despertarlo, así que solo se acerca y le da un beso a su mejilla. Unos pocos minutos después, Megan estaba en la puerta de su casa despidiéndose una vez más de su hermana. Al dar unos cuantos pasos, Megan se encuentra con Antony, quien la esperaba dentro de su auto. Megan respira profundo y sin pensárselo dos veces sube al auto. —¡Hola Antony!— Dice un poco apenada. —Hola Megan. Estás muy bonita. Se que no era lo que esperabas para tu vida pero esto les cambiará la vida tanto a Abbel como a ti— Dijo para levantar el ánimo. Antony llevó hasta la mansión a Megan. Unas medias horas después estaba bajando del coche, Megan se impactó al ver lo hermosa que era la mansión, ni siquiera se parecía a su casa, jamás sería igual.
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