El encuentro.

1027 Words
Megan no puede sostener por mucho tiempo la mirada hacia Abbel, realmente se siente un poco intimidada. —¿Quién es ella?— Pregunta Abbel sin ninguna emoción. —Te presento a Megan, ella será tu esposa— Dice Antony sin rodeos. Abbel se levantaba lentamente de su asiento, no esperaba que Antony resolviera su problema tan rápido. —Megan, te presento a Abbel Killer, él es el ingeniero automotriz más importante del país e incluso fuera— Continua Antony diciendo. —Mucho gusto señor— Se limita en responder Megan. —¿Le explicaste cómo será este matrimonio?— Pregunta ignorando las últimas palabras de Megan. —No del todo, solo le dije que sería un matrimonio por dos años— dice Antony. Abbel sale de la oficina sin decir nada, necesitaba respirar hondo sin que ellos se dieran cuenta de que esto estaba afectando su corazón. Unos pocos minutos después, Abbel regresa, ya Antony sabía lo que estaba sucediendo, por lo que se quedó esperando su regreso. —Señorita, las reglas son claras. Solo dos años después matrimonio, recibirá dinero mensualmente, y por supuesto no será un matrimonio convencional, ¿Lo entiende?— Pregunta con seriedad e intimidación. —¡Si señor!— Le responde muy avergonzada. —Por otra parte, usted deberá vivir en mi mansión durante el tiempo establecido, solo y exclusivamente usted, no quiero familias cercas a usted y tampoco conocerlas. ¿Lo entiende?— Le pregunta en tono rústico. Megan se siente angustiada, piensa que las reglas son exageradas pero es parte de un contrato que debes cumplir. —No se preocupe señor, lo entiendo. Y ¿Cuándo es la boda?— Pregunta casi entre los dientes. —El día no me importa, puede ser cuando usted diga, organice su vida y déjeme saber— Le dice con amabilidad, aparentemente. —¡Está bien!. ¿Puedo retirarme?. —¡Si!— Dice Abbel rápidamente. Megan se levanta del asiento y sale de la oficina. Sentía tanta tensión que no podía casi respirar hasta que finalmente puso un pie fuera de la empresa. —Creo que me estoy volviendo loca— Se dijo así misma mientras caminaba. Megan toma un taxi que la lleva hasta la cafetería donde trabaja Blanca su mejor amiga, no puede seguir guardando tantas cosas para ella sola. Alrededor de las diez de la mañana, Megan se sienta en la barra para conversar con su amiga mientras recibe órdenes desde allí. —Hola amiga, no podía esperar verte hasta la noche— Dijo un poco sofocada. —¿Qué pasa? Te veo muy angustiada— Dice Blanca al ver su actitud. —Es que voy a casarme con un hombre rico, al fin tendré el dinero que necesito para buscar un trasplante de corazón para mi hijo— Le dice llena de emoción. —Megan eres muy buena con ese Niño. Aún sin ser realmente tu hijo te has dispuesto a darlo todo por el— Le dice conmovida. De repente, Blanca y Megan fueron interrumpidas por el jefe, había llegado una gran clientela y no podían seguir hablando. —¿Qué te parece si nos vemos a las 7 de la noche en el centro de la ciudad?— Pregunta Blanca un poco ocupada. —¡Ahí estaré!— Responde Megan antes de marcharse. Finalmente, Megan dejaría de preocuparse por el dinero, tanto ella como su hermana vivirían bien. Cuando Megan llega a la mansión, encuentra a Alicia llorando sentada en el sofá de la sala. En ese momento, Megan piensa lo peor, su mente la llevaba a creer que había pasado una tragedia. —¿Qué pasa Alicia? ¿Le pasó algo a mi hijo?— Le pregunta preocupada. —No, él está bien. Esta en su habitación durmiendo su siesta , estuvo jugando la mañana entera— Responde sin dejar de llorar. —¿Y entonces? ¿Qué pasa?. —¡Megan estoy embarazada!— Dijo finalmente. Megan se asombra de aquella confesión, no la esperaba en absoluto. —No sabía que tenías pareja. ¿Quién es el padre?—Pregunta con calma. —Es un chico que conocí hace poco, como una semana después de habernos mudado— Confiesa avergonzada. —¿Por qué no te cuidaste Alicia?. —Lo hice pero no siempre.. ¿Estás decepcionada?. —¡No! Tener un hijo hoy en día es normal. Ahora bien, necesito conocer a ese chico. —Eso es lo que no se cuando suceda. Él es casado— dice entre llanto. Megan se sorprende y se siente un poco enfurecida por esa situación. Había sido algo muy sorprendente, no era la educación que le habían dado sus padres. —¿Te volviste loca Alicia? ¿Cómo fuiste a meterte con un hombre casado?— Le pregunta Megan enfurecida. —Lo siento mucho. El me dijo que aunque vive en la misma casa con su esposa, no están juntos, aunque claro que yo no le creí. —La típica palabra de los hombres casados, nunca están con su esposa. —Ya lo se.. Perdóname por favor, no quise decepcionarte— Lloraba sin control. Megan no sabía que decirle, tenía encima todo lo de su boda con alguien que no conocía y ahora el embarazo de su hermana. —Alicia no te preocupes, ya cometiste el error y no voy a reclamarte pero para la próxima ten cuidado. ¿Serás madre soltera?— Le pregunta. —Si, por supuesto. No le diré nada tampoco a él. Voy a buscar trabajo. —Alicia a una mujer embarazada no le dan trabajo, veme a mi que no estoy embarazada y ha sido difícil conseguir trabajo. Megan no sabe cómo decirle ahora la noticia, pero definitivamente ese dinero le serviría a su hermana Para el cuidado del bebé que viene en camino. —Alicia voy a casarme por dos años con un hombre que no conozco, así que no te preocupes, tendremos dinero para tu cuidado— Le confiesa sin rodeos. Megan se sienta a explicarle la nueva situación que vive. Todo por amor a su hijo y ahora por un motivo más; su hermana y su futuro bebé.
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