Mientras Megan intentaba dormir, pensaba en lo que había ocurrido. Su exnovio la había besado sin que ella lo esperara y, de paso, su esposo lo había golpeado por besarla. Megan pensaba en aquel beso que le había dado el hombre que una vez pensó amar toda la vida, pensaba en aquel hombre al que se entregó hace un tiempo sin reservas. Su corazón le decía que ya no había más amor para Adrián. Pero también su corazón le hablaba acerca de su indiferente esposo. A la mañana siguiente. Megan baja a desayunar, tan pronto entra al área siente un poco tenso el ambiente. —¡Buenos días!— Se limita a saludar. —¡Buenos días!— Responde Vanessa un poco distraída. —¡Disculpe señora! ¿Le sucede algo? ¿Puedo ayudarla en algo?— Pregunta un poco preocupada. —El abogado ha vuelto y creo que no son bue